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martes, 29 de julio de 2008

Cristina contra ataca y Nestor manda de Susana Sechi

La misma película, con los extras vociferantes es repetida una y otra vez, mientras los argentinos se encuentran discriminados por el discurso oficial promovido por un matrimonio, que busca desde el melodrama, ocultar la decadencia de un gobierno que se desgaja políticamente, después de una derrota que le resulta imposible de digerir. En esa suerte de actos, con los que el matrimonio trata de conmover los sentimientos del soberano, apelando al argumento edulcorado rayano al ridículo, la señora Kirchner, trato de reivindicar a ese hombre desencajado con quien comparte el lecho conjugal.
La novela, como política de Estado, ha ido incursionando los diferentes estilos, que desde la ficción pudieran complementar, la caótica administración del kirchnerato, no faltando los actores del elenco estable, para dar crédito a la mentira oficial. Los descalabros se han venido tapando durante estos cinco lamentables años, mediante circo, sainete y grotesco, un modelo que que con el tiempo tuvo que reforzar su argumento con confrontativas arengas, amenazantes cada más subidas de tono, ante las crisis de gobernabilidad, que se fueron presentando.
Dos, presentaciones en un día confirmaron la desesperación del matrimonio presidencial, un evento en J. C. Paz, que con motivo de anunciar la construcción de 380 cuadras pavimentadas, se convirtió en una patética representación avalada por un maltrecho Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y un grupo de funcionarios e intendentes que solo buscan el beneficio de los premios que los Presidentes entregan a la obsecuencia. La tónica del discurso que pretendió, exponer la dedicación de una administración para con un pueblo que demanda se cumpla con sus legítimos derechos, quedo empañada, por una delirante retórica con que la señora idolatró a su marido, como para limpiarlo de toda culpa y cargo, después de las turbias apariciones con las que este hombre dejó a descubierto, el único interés del régimen que detenta, desde las presidencias de facto, es decir la de la Nación y la del PJ. cuya correlación responde a un “pensamiento único” el suyo. . . . quedó confirmado en ambos actos por la otra parte del dueto.
Aunque, la pareja presidencial pretendió cubrir la operación clamor con un sentido homenaje, a Eva Perón, todo fue en vano. El discurso elegido solo, aumentó las controversias que existen dentro de esa militancia fracturada por el mismo matrimonio Kirchner, que se encaramó sobre las siglas del PJ. solo por conveniencia. La utilización de la figura de Evita, para castigar a una clase media que no se siente representada por el matrimonio reinante y el hecho de colocar a la abanderada de los humildes, junto con las revolucionarias marginales, abuelas y madres de Plaza de Mayo, y los jóvenes idealistas, debería ser motivo para los que se titulan legítimos peronistas se sientan ofendidos en sus convicciones partidarias y alcen sus voces ante el denigrante uso irrespectuso a la memoria de su Jefa Espiritual.
Esta indescriptible situación que abarca la institucionalidad de un país que como la Argentina, tendría que encontrarse en un lugar de privilegio tanto en el ámbito económico como democrático, no se puede dejar de admitir que el modelo instalado por los Kirchner llevó a la Nación a la intolerancia, creando un clima propicio para obtener el poder absoluto, ese que hasta ahora se ha venido manteniendo por la obsecuencia y la corrupción de la corporación política, como también por la debilidad de una oposición que desde de la vereda de enfrente miraba como el elenco estable dirigía las vidas y hasta los pensamientos de los argentinos.
En estos momentos, la ciudadania se encuentra a la defensiva y exige se cumplan las promesas de cambio anunciadas por la señora al comienzo de su gestión, estas voces no son escuchadas ó quizás burladas, como se ha podido comprobar en estos últimos meses en los que la hipócrecia se unió al berrinche y la histeria de un matrimonio desesperado, y de los que usufructúan su mecenazgo, llamensé políticos, sindicalistas, industriales ó empresarios. Difícil encrucijada para los que se sintieron dueños del poder ilimitado y pensaron sortear la crisis del campo con mentiras y éxtorsivas amenazas, sin tomar en cuenta a la sociedad que fue protagonista y volcándose a las calles para expresar su descontento, esa misma sociedad que la Presidente, agrede en sus últimas presentaciones, la clase media, que fuera motor del crecimiento del país, y la que en su mayoría paga las equivocaciones de los gobiernos.
Tender la mano a los que menos tienen, reclamó la Presidente de unos pocos, a quienes desde de hace años vienen cargando con incontinencias de un poder que impuso la muerte de la mano de una inseguridad, la que nunca ni ella, ni su marido se ocuparon en solucionar, una inflación culpable de la pobreza creciente, que es la que consume los magros salarios acordados con cretinos sindicalistas, los jubilados que por haber trabajado para el fortalecimiento de un país, que supo avanzar con el esfuerzo de esa clase media, hoy son condenados a vivir indignamente con mensualidades que más que una compensación justa a los aportes de toda una vida, parecen limosnas, y todavía son sarcásticamente exaltadas en las impúdicas alocuciones de los Presidentes, que se dirigen a los que maltratan como nuestros”Queridos abuelos”
Cuando en la desidia se ignora la salud, la educación, la justicia y hasta el transporte público se debe entender que los que gobiernan solamente lo hacen para apoltronarse en un poder, que les provee todo tipo de privilegios, mientras ellos condenan al soberano a la esclavitud, y lo hacen objeto de acarreador de culpas, calificándolo de golpista y de desestabilizador por el solo hecho de exigir se cumpla expresamente con el tutelado provisto por la Constitución Nacional, algo anda muy mal. Con discursos de barricada y cambios sutiles de gabinete, nada se podrá encausar. Si los que dirigen el circo no tienen miras de reveer su actitud y solo los mueve el poder hegemónico, resulta poco probable que desistan en su ambición. Si a todo esto se le adicionan los fantasmas de un pasado que han resucitado, incorporando odios y violencia, con un plan sistemático, puesto en marcha desde que el matrimonio arribó a La Rosada en el 2003 y que ahora la señora sigue estimulando, con una dosis complementaria de su propio veneno,. es que ya no existen los DDHH, ni los principios republicanos para los que no se encuentran dentro de la condición de terroristas.
En tanto los ciudadanos de bien son permanentemente asediados, insultados, y amenazados por su condición, el decadente circo no cesa de poner en escena más funciones, para tratar de distraer a la opinión pública, ahora con argumentos de Corín Tellado, y una nueva interpretación de la Presidente, aclamada por los que todavía se encuentran en su séquito de obsecuentes y por los extras alquilados para la ocasión, los que tuvieron una jornada ajetreada, marcada por dos actos consecutivos.
Autor: Susana Sechi
Directora de La Historia Paralela

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