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martes, 29 de julio de 2008

Más de diez días demora entrega de gas en bombona


En una carta abierta dirigida al presidente Chávez, 112 pequeños y medianos distribuidores de gas licuado de petróleo (GLP, el que se expende en bombonas) clamaron nuevamente por el ajuste de los márgenes de comercialización de los cuales dependen sus ingresos y que acumulan 54 meses de congelación.
Admitieron que la apretada situación económica en que se encuentran los industriales del sector ha derivado en el empeoramiento de la calidad de servicio, situación que ha sido admitida por el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, pero sin que hasta ahora la Dirección de Mercado Interno de ese despacho resuelva incremento alguno en los márgenes.
"Sin los recursos necesarios para invertir, hemos visto con impotencia cómo la calidad de servicio se ha deteriorado progresivamente, a tal punto que el promedio de entrega al consumidor de una bombona de gas, que era de un día hábil, en el mejor de los casos hoy es de diez días", dicen en la carta.
Parte de la flota de despacho con que cuentan los industriales ha salido de circulación por falta de capital para su mantenimiento, a lo cual se suma el progresivo deterioro de los cilindros, se calcula que al menos 50% del parque nacional de bombonas tiene las pruebas hidrostáticas vencidas.
Producto de la congelación del precio final de la bombona desde enero de 2004 -el importe regulado es de 3,7 bolívares fuertes en la presentación más pequeña-, lo que una familia promedio gasta hoy en el servicio de gas en bombona apenas representa 0,14% de la canasta básica, según cálculos aportados por los distribuidores.
Sin embargo, en muchos casos el consumidor final termina pagando mucho más por el producto, puesto que la escasez y el abandono de rutas de reparto han ido creando un mercado especulativo cada vez más difícil de controlar.
Mientras los precios se mantienen congelados, los costos recurrentes del sector se han incrementado 180%, obligando a muchas empresas a contraer endeudamiento y a comprometer sus operaciones.Panorama laboral La estrechez económica que sobrellevan los empresarios del GLP está afectando a la masa laboral del sector, integrada por unos 5 mil trabajadores.
En los últimos meses, la entrega de unidades de transporte y cilindros a consignación por parte de Pdvsa Gas Comunal ha apaciguado los intentos de huelga que se han presentado, pero los empresarios advierten que los ingresos percibidos "no alcanzan para el pago de nómina".
"La faena diaria de llevar el gas a la población se efectúa a través del empeño y disposición de más de 5 mil trabajadores directos, quienes merecen un ingreso mayor que un sueldo mínimo, el cual ya no hallamos cómo pagar", dijeron.
El bajo ingreso que perciben los trabajadores también propicia el sobreprecio de la bombona, diferencial que en muchos casos queda en manos de los transportistas.
Varias de las contrataciones colectivas que amparan a estos trabajadores están vencidas, sin mayores esperanzas de negociación si no se produce algún ajuste en los márgenes.
La congelación de estos márgenes no sólo está afectando a la industria del GLP. Los transportistas de combustibles en general llevan semanas amenazando con huelga -ya se produjo un paro de transporte en Puerto la Cruz la semana antepasada- y los trabajadores de las estaciones de servicio del país concedieron recientemente una tregua en sus intentos de paro escalonado.

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