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sábado, 28 de febrero de 2015

El bolívar se desploma tras fracaso del nuevo sistema cambiario en Venezuela


La moneda venezolana se desplomó esta semana al pasar desde 189.56 bolívares por dólar estadounidense con que cerró el domingo en el mercado negro, hasta 221 en que se cotizaba el viernes, lo que según economistas denota la inoperancia del sistema cambiario recién anunciado por el régimen de Nicolás Maduro.
Expertos consultados dijeron que el Sistema Marginal de Divisas (Simadi), mecanismo de venta de dólares anunciado hace dos semanas con bombos y platillos por el gobierno como una gran solución a la escasez de dólares que aflige al país, terminó siendo una “gran farsa”, al comprobarse –como ha sucedido con otras medidas similares– que el gobierno no tiene las divisas para alimentarlo.
“No hay oferta de dólares, es un mercado ficticio”, dijo en Miami Francisco Ibarra, director de la firma Econométrica.



“La gente ya se dio cuenta de que el rey está desnudo, y ha comenzado a actuar en consecuencia”, agregó.
Eso significa recurrir nuevamente al mercado negro, donde el tipo de cambio llevaba bastante tiempo estable alrededor de los 190 bolívares por dólar.
Alexander Guerrero, presidente de la firma TecnoEconómica, dijo que se había mantenido así porque los venezolanos se habían abstenido de salir a buscar dólares en el mercado paralelo bajo la expectativa de que pronto podrían adquirirlos a la tasa de 170 bolívares que ofrecía el Simadi.
“Pero el Simadi terminó siendo un engaño, porque tiene una tasa anunciada, pero no tiene dólares”, afirmó Guerrero desde Caracas.
“El gobierno no tiene dólares para ponerle al Simadi”, insistió. “Para satisfacer la demanda de dólares que presenta el país, el gobierno tendría que meterle a diario entre $100 millones y $200 millones de dólares, y no los tiene”.
El descubrimiento de la inoperancia del nuevo mecanismo cambiario –que repitió el mal sabor dejado en el mercado por los también fracasados instrumentos cambiarios Sicad I y Sicad II– soltó repentinamente al mercado negro toda la demanda que había estado represada.
Y esa liberación de la demanda es lo que llevó a la moneda nacional a perder más de 31 unidades frente al dólar, equivalente a una depreciación del 15%, en cuestión de pocos días, explicó Guerrero.
Venezuela, país que durante casi una década disfrutó de una de las más espectaculares bonanzas petroleras de su historia, enfrenta ahora una de sus mayores crisis económicas, ante el colapso del modelo petropopulista instaurado por el chavismo y la drástica caída de los precios del crudo, cuya venta actualmente genera más del 95% de los dólares que ingresan al país.
Según los economistas, los más de 15 años de políticas hostiles al sector privado han destruido gran parte de la capacidad productiva del país hasta el punto de que los venezolanos dependen de las importaciones para cubrir sus necesidades más básicas.
¿Piensa que eliminar el control que ejerce el gobierno sobre la compra y venta del dólar salvaría a la economía venezolana?
El colapso de la industria petrolera bajo la conducción del chavismo, aunado ahora a la caída de los precios del crudo, ha dejado al país con solo un tercio de los dólares que necesita para la importación de productos, lo que significa un mal augurio para el bienestar de los venezolanos.
En un intento por aliviar las presiones el mercado cambiario, las autoridades económicas del régimen revelaron el nuevo método cambiario, que describieron como una liberación parcial del mercado.
Sin embargo, las nuevas medidas mantenían intacto el tipo de cambio oficial de 6.30 bolívares por dólar, utilizado para la importación de alimentos y de medicinas, y que utiliza parte substancial de los dólares obtenidos por el país a través de la venta de petróleo.
“El Simadi es abierto, es libre; donde los oferentes y los demandantes se pueden cruzar entre sí”, afirmó el ministro de Finanzas, Rodolfo Marco Torres, al anunciar el nuevo instrumento cambiario.
Pero las realidades del mercado hacen poco probable que los oferentes vayan al Simadi a vender sus dólares.
“Allí no va a ir ningún privado a entregar divisas”, advirtió Ibarra. “Para qué van a ir al Simadi, si es un mercado que te da 25% menos de lo que puedes conseguir en otro lado”.