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viernes, 9 de octubre de 2015

Buhoneros aseguran que el gobierno ya no los fiscaliza


En los puestos informales venden un kilo de leche en 500 bolívares | Foto Omar Véliz
En los puestos informales venden un kilo de leche en 500 bolívares | Foto Omar Véliz
A pesar de que sigue en vigencia el decreto que prohíbe la venta de artículos de primera necesidad en puestos informales, el comercio no se ha detenido
Doce meses después de la entrada en vigencia del decreto 1348, que prohíbe a los buhoneros vender alimentos, artículos de limpieza, medicinas, materiales de construcción y útiles escolares, la norma continúa sin cumplirse: los trabajadores informales de la redoma de Petare siguen expendiendo los productos y aseguran que el gobierno ha dejado de fiscalizarlos.


“Antes venían los fiscales de la Superintendencia de Precios Justos, ya no. Afortunadamente nos han dejado trabajar tranquilos, esta es nuestra forma de ganarnos la vida y por eso es que seguimos vendiendo productos de la cesta básica”, dijo una buhonera, que prefirió no ser identificada.
Otra de las vendedoras, de un puesto vecino, agregó que los últimos que llegaron a quitarles mercancía fueron funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana. “Se llevaban los productos para unos destacamentos y uno tenía que ir a buscarlos, pero preferíamos perderlos a ir y que nos dejaran detenidos. Hace meses que no lo hacen”, indicó.
En los puestos se pueden conseguir casi todos los productos que están escasos en los comercios formales. Hay de varias marcas y en diferentes presentaciones, solo que el precio supera más de diez veces el fijado por la Sundde.
Un kilo de leche en polvo se comercializa en 500 bolívares, cuando en los comercios formales se vende en 70 bolívares. Un café de medio kilo cuesta 300 bolívares, el regulado no llega a 30 bolívares y una harina marca PAN se expende entre 120 y 150 bolívares aun cuando los empaques marcan 19 bolívares.
“A nosotros nos surten personas que hacen las colas desde temprano en los supermercados. Vienen y nos ofrecen los productos con sobreprecio, nosotros los subimos un poco más, por  eso tenemos estos precios”, afirmó una de las vendedoras.
Más clientes. Los buhoneros consultados aseguraron que las ventas se han incrementado. “La gente viene aquí porque no puede ni quieren hacer cola y porque no se vende por terminal de cédula. Por eso pagan más. Hay algunos que se quejan de los precios, pero igual compran”, contó una de las vendedoras.
María Lugo, que transitaba ayer por la redoma, aseguró que aunque no le gusta comprarle a los buhoneros a veces se ve en la necesidad de hacerlo. “Yo hago las colas, pero me ha pasado que cuando entro al mercado ya se acabó lo que busco y como uno tiene niños le toca comprar a los buhoneros”, dijo.
CIFRA
45 días duraba el plan que la Sundde elaboró para que los buhoneros dejaran de vender productos regulados, fue en noviembre de 2014, un año después todo está igual