.

.

Translate

jueves, 26 de mayo de 2016

En Venezuela, el fantasma de la hambruna hace sembrar en los balcones

Diego Arria: el problema más serio es la división entre los venezolanos

Para Diego Arria, ex embajador de Venezuela ante la ONU, la división entre los venezolanos es monumental y muchos no quieren advertirla. Por eso, lograr la reunificación y reconciliación en Venezuela será el reto más grande durante la era poschavista, explica Arria.
Pedro Portal pportal@elnuevoherald.com

La agricultura urbana es una tendencia mundial desde Miami hasta Hong Kong, pero en estos lugares es más un pasatiempo que una necesidad.
With everything being so precarious, we have to go back to the land … Even if that land is inside the city — in our homes.
Petra Meneses
Una encuesta de DatinCorp en abril encontró que el 86 por ciento de los entrevistados compró “menos” o “mucho menos” alimentos de lo que acostumbraban, y sólo el 54 por ciento dijo que comía tres veces al día.
Petra Meneses, una médica retirada de 66 años de edad, dijo que los precios crecientes de los vegetales la han llevado a tomar en serio la agricultura casera. En su vecindario, una bolsa de pimientos verdes cuesta unos 1,900 bolívares - eso es unos $4, o casi la décima parte de su cheque de la seguridad social.

“Con todo tan precario, hemos tenido que regresar a la tierra”, agregó. “Incluso si la tierra está dentro de la ciudad –en nuestras casas”.
Por qué un país que presume tener las mayores reservas de petróleo del mundo tiene problemas para mantener alimentos sobre la mesa se debe tanto a las fuerzas mundiales como a políticas perversas.

Muchos campesinos culpan a la irresponsabilidad del gobierno, las expropiaciones y los controles de precios populistas por asfixiar el dearrollo rural. Cuesta más cultivar arroz, azúcar y maíz –esenciales en la dieta venezolana– que el precio al cual pueden ser vendidos legalmente, de acuerdo con la Federación de Agricultura.

El mercado negro

Los alimentos regulares que no llegan a las tiendas los tienen a menudo los bachaqueros, personas que compran alimentos y bienes caseros para revenderlos con enormes ganancias en el mercado negro. Como resultado, mientras que el precio regulado de un huevo es 14 bolívares, es casi imposible encontrar uno que cueste menos de 100 bolívares.
Para complicar las cosas, Venezuela tiene la mayor inflación mundial, que se espera que este año sobrepase el 500 por ciento, lo que sólo agrava el acaparamiento. (Los consumidores a menudo almacenan mercancías que saben que costarán más mañana).

Pérez Osuna: los venezolanos luchan para llegar vivos a casa

Los venezolanos no se creen los cuentos del presidente Nicolás Maduro sobre una posible invasión foránea, explica la periodista venezolana Nitu Pérez Osuna. La verdadera guerra que se libra en Venezuela es contra la delincuencia, y todos los días los venezolanos luchan para llegar con vida a sus hogares, añade Pérez Osuna.
Cortesía: Nitu Pérez Osuna

El resultado de todas estas presiones es un montaje confuso: colas apocalípticas y estantes vacíos en las tiendas que venden mercancías reguladas mientras las tiendas de los vecindarios que comercian los productos no regulados que pueden almacenarse, pero a precios inasequibles.
En un reciente día entre semana, Jaqueline Tavárez, de 50 años, se levantó a las 3 a.m. y salió con su nieto de 2 años por todo el pueblo con la esperanza de encontrar algún alimento. Alcanzó el número 60 en una cola que creció hasta cientos de personas para entrar en la tienda de alimentos.
“Compraré cualquier cosa que pueda encontrar”. dijo Tavárez sobre su lista de compras. “En este momento en nuestro vecindario puedo encontrar arroz, pasta, yuca o papas”.

Agregó que ella y su hija mayor dejan a menudo de comer para alimentar a su nieto.
“Simplemente, no podemos permitírnoslo”, manifestó Tavárez.” ¿Cómo vamos a pagar 4,000 bolívares ($9) por la leche o 1,500 ($3) por el arroz?”
El fallecido presidente Hugo Chávez comenzó habló de la agricultuira urbana por primera vez hace años, antes de que las colas comenzaran a crecer y los precios a subir, pero a ello nunca se le prestó real atención en un país que habitualmente importa el 70 por ciento de todas sus mercancías.

Hambre en la calle

Ahora, cuando la caída de los precios del petróleo ha debilitado la capacidad del país para importar alimentos, Venezuela está madura para adoptar la nueva práctica, dijo Ana Lucía Simons, directora nacional de Interacción con la Comunidad en la Universidad Experimental Simón Rodríguez, un instituto estatal que ha sido acusado de difundir el evangelio de la agricultura urbana.
“En tiempos de grandes dificultades hay grandes oportunidades”, destacó Simons, agregando que el sector de la alimentación es afectado por el fenómeno de El Niño, el cambio climático y las triquiñuelas políticas.”
Next, we’ll have a ministry of raising pigs in the bathroom and hens in our closets.
Laureano Márquez, comedian
“Tenemos problemas con el agua, con la producción y tenemos esta guerra inducida que ha aumentado abismalmente los precios”, dijo Simons.
“En este escenario, una mata de plátanos, de yuca o de tomates te ayuda un poquito a resolver tus problemas”.
No resulta sorprendente que en la polarizada Venezuela, la presión por la agricultura urbana sea ridiculizada por muchos. El gobierno, alegan, debe enfocarse en revivir la agricultura en las zonas rurales en vez de en la selva de concreto de Caracas.
“Lo próximo es que vamos a tener un ministerio de criar puercos en los baños y gallinas en nuestros closets”, escribió Laureano Márquez, un comediante y columnista.
El hambre, la frustración y la violencia incontroladas han alimentado las demandas de un revocatorio presidencial que tiene en ascuas a la población. Maduro ha calificado la presión de un “golpe de estado” promovido por Estados Unidos y otros enemigos. Recientemente, declaró un estado de emergencia de 60 días y comenzó ejercicios militares en todo el país.
Maduro dice que el país necesita prepararse para una invasión extranjera. Pero la amenaza real es probablemente el aguante de los venezolanos.
Ainda Olivo, una trabajadora gubernamental que también trata de difundir los programas nacionales de agricultura urbana, dijo que hay muchas razones para pensar que tendrá éxito en esta ocasión. Hay tierra que no está cultivada en la ciudad, personas que no trabajan y el dinero no va tan lejos como antes.
“Antes, no necesitábamos esto”, manifestó Olivo. “Pero como dicen, la necesidad es la madre de la invención”.

Read more here: http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article79868172.html#storylink=cpy

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.