Picar a la gente se vuelve rutina de los matones

Morgue de Bello Monte | Mairet Chourio Joan M. Camargo R. jcamargo@bloquedearmas.com Dentro de los 18 mil 230 homicidios registrados durante 2016, los asesinatos por desmembramiento se hicieron notar y se convirtieron en una práctica que se ha hecho “común” dentro de la actuación de las bandas delictivas en Venezuela Ese año en los medios de comunicación nacionales y regionales se han publicado, aproximadamente, 65 casos de homicidios por desmembramiento en todo el país, lo que promedia cinco “y pico” por mes. Los homicidios realizados bajo esta abominable práctica se han incrementado constantemente año tras año, elevándose en cuatro años más de 100%. Aumento vertiginoso Uno de los primeros asesinatos bajo esa modalidad se registró en 2013, con la muerte del ciudadano Carlos Enrique Rada, de 28 años de edad. De quien solo se encontró su cabeza y extremidades dentro de una bolsa en una esquina del centro de la ciudad capital. Ese año cerró con menos de cinco muertes por descuartizamiento. En 2014 la cifra aumentó drásticamente. Para el mes de agosto se habían contabilizado, extraoficialmente, al menos 16 asesinatos por desmembramiento. Un aumento de más de 10 casos, es decir, casi dos muertes más por mes. Para 2015, se presentaron 25 homicidios de este tipo durante los doce meses del año. En 2016 se registraron extraoficialmente 65 casos de asesinatos por esa terrible práctica. Un aumento de 38 por ciento más que en el año anterior. Práctica inducida Expertos en el aérea de criminología plantean que el delito de homicidio por desmembramiento es una práctica poco común. Solo ejecutada en su mayoría por los cárteles de narcotráfico, ahora trascendió hasta la manera operativa de las bandas delictivas del país. En Venezuela, el aumento del delito y la impunidad, contribuye gravemente a la propagación de esta sanguinaria práctica. Los estados en los que se registran mayor número de asesinatos de este tipo son Táchira, Zulia, Aragua, Distrito Capital, Bolívar, Miranda y Guárico. Mente criminal Criminalistas señalan que este tipo de acción se comete cuando el asesino tiene la imperativa necesidad de desaparecer el cadáver de su víctima, lo pican en pedazos porque se puede ocultar en un espacio menor y a su vez, que sea difícil de identificar. Mayormente, los cuerpos ajusticiados de ésta manera terminan en vertederos, riberas de ríos, o enterrados en zonas boscosas, para que los malos olores sean confundidos con otros restos. De igual manera, aplican factores como el profesionalismo del criminal y su estado de perversión. Algunas veces, los casos se refieren a que los delincuentes poseen enfermedades mentales como esquizofrenia o psicopatía, en los cuales, el homicida ve a sus víctimas como personas que representan una gran amenaza, y que debe ser eliminada y degradada de la manera más drástica posible. Prevención De los homicidios perpetrados durante 2016, casi 5 mil se encuentran en averiguación. Según las estadísticas planteadas por los países afectados por este tipo de crímenes, la única manera de frenar este flagelo, es disminuyendo el indice de impunidad. Es por ello que lo recomendable es aplicar medidas drásticas que vayan en pro de combatir las inflexiones presentadas en el sistema judicial. Mientras más se castiguen o penen los delitos en el país, menos casos de este tipo se van a presentar, es por ello que se tiene que trabajar para acabar con la impunidad en Venezuela. El dato 65 Casos de homicidios por desmembramiento se registrados extraoficialmente por medios nacionales y regionales. La mayoría fueron perpetrados en los estados Bolívar, Distrito Capital, Miranda, Zulia y Aragua.