Las barras y las estrellas
estadounidenses fueron superadas por el folklore vinotinto en la
madrugada de este domingo. Y es que Venezuela se impuso con resultado de
2-1 en los cuartos de final de Copa del Mundo Sub 20, disputada en
Corea del Sur.
De manera histórica, Rafael Dudamel y
sus muchachos, que esperan por el ganador del choque entre Portugal y
Uruguay, mantuvieron despierto el sueño de meterse entre las mejores
cuatro selecciones del mundo.
Tan solo se había cumplido un minuto
de partido cuando el poretero Jonathan Klinsmann -hijo del alemán Jurgen
Klinsmann, ex futbolista y ex seleccionador de EE UU- voló como un
superhéroe y frustró el grito de gol de Nahuel Ferraresi.
Cada ataque criollo encendía las
alarmas del fondo norteamericano. Adalberto Peñaranda amenazó con un
remate de media distancia que fue repelido por el meta rival, quien ya
era figura.
Daba la impresión que Venezuela
estaba jugando en otra velocidad. La frescura que mostró se tradujo en
recuperaciones rápidas y centros con aroma a peligro. Sergio
Córdova mojó las redes a los 20 minutos, aunque el tanto fue invalidado
tras un fuera de lugar detectado por la tecnología.
De forma progresiva, el ritmo
venezolano bajó. Sin embargo, Estados Unidos fue el antagonista del
enfrentamiento durante la primera mitad. Wuilker Fariñez, desde el arco,
era un espectador más.
El comienzo del segundo tiempo fue
similar al del primero. Un testarazo de Ronaldo Chacón estremeció el
larguero norteamericano, aunque la jugada fue invalidada por una falta.
Por partida triple, Córdova tuvo la
oportunidad de inflar las redes, mediante un remate hacia la humanidad
de Klinsmann, un cabezazo contra el travesaño y un zurdazo colocado que
rozó el arco.
Parecía que el balón no quería
entrar. Por el transcurso del cotejo, Venezuela merecía ponerse en
ventaja. Estados Unidos, que estaba desdibujado y sin reacción, tomó la
batuta en los últimos compases.
Inauguración de la pizarra
En la prórroga, Peñaranda se desmarcó
dentro del área y vacunó el arco con la cara interna del botín derecho,
tras un servicio por el costado izquierdo de Samuel Sosa. Ferraresi,
aquel al que se le había ahogado el grito de gol al comienzo del
partido, amplió la ventaja de cabeza.
Para añadirle más dramatismo al
compromiso, Jeremy Evobisse descontó para la selección estadounidense de
manera inmediata. No obstante, Venezuela se aferró al orden defensivo y
terminó acreditándose con la victoria.
“Tengo un nudo en la garganta, porque
estos muchachos nos representan. Me rindo a sus pies, me levanto y me
pongo firme para aplaudirlos. Hoy demostraron grandeza”, declaró
Dudamel, con un tono de voz lleno de emoción, en zona mixta.
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