El Gobierno de Donald Trump está preocupado por cualquier acción de
empresas estadounidenses que provea de liquidez financiera a Venezuela,
dijeron a Reuters funcionarios de alto rango de la Casa Blanca, después
de que Goldman Sachs fue criticado por comprar 2.800 millones de dólares
en bonos de la petrolera estatal del país sudamericano con un fuerte
descuento.
La oposición política en Venezuela y algunos legisladores
estadounidenses condenaron la compra de los bonos y la consideraron una
manera de aliviar las estrechas cuentas del Gobierno de Nicolás Maduro.
El banco con sede en Nueva York dijo la semana pasada que nunca
negoció directamente con autoridades de Venezuela al comprar los bonos
de la petrolera PDVSA por un valor reducido.
“Estamos preocupados por cualquier acción que provea oxígeno al
status quo”, dijo uno de los funcionarios hablando bajo condición de
anonimato. “Preferiría que no se hiciera”, agregó.
Un segundo funcionario de la administración dijo que las compañías
estadounidenses que estén haciendo inversiones en Venezuela debería
“pensar moralmente lo que están haciendo”.
Los funcionarios dijeron que no sabían si la administración Trump había presentado sus reparos directamente a Goldman Sachs.
Goldman Sachs no respondió un pedido para comentar esta situación.
Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela
-liderada por la oposición-, acusó a Goldman Sachs de estar ayudando al
régimen “dictatorial” que existe en el país.
En una carta al presidente de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, Borges
dijo que el Congreso abrirá una investigación sobre la operación y que
recomendará evaluar si un próximo Gobierno debe “reconocer o pagar” esos
bonos.
Eliot Engel, un demócrata de alto rango en la Comisión de Asuntos
Internacionales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, instó a
Trump el viernes a condenar la compra de bonos por parte de Goldman
Sachs.
La administración Trump, que tiene a varios exejecutivos de Goldman
Sachs en posiciones de alto rango, no ha hecho comentarios oficialmente
sobre el asunto.
El Gobierno de Maduro asegura que Estados Unidos y la oposición venezolana están intentando derrocarlo.
La estrechez de la economía venezolana, acentuada por los bajos
precios del petróleo, ha vuelto al Gobierno más dependiente de acuerdos
financieros o ventas de activos.
Por Matt Spetalnick y Girish Gupta
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