Luego de 5 horas de debate ayer y de
diversas consultas desde la semana pasada, la Mesa de la Unidad
Democrática emitió una resolución, con 10 puntos centrales, para
restituir el orden constitucional y lograr, en un tiempo perentorio, la
convocatoria a elecciones presidenciales.
La desobediencia civil o la
invocación de los artículos 333 y 350 de la Constitución, es el núcleo
central del Manifiesto de la MUD, leído por el presidente de la Asamblea
Nacional, Julio Borges (Primero Justicia), junto a las autoridades de
los otros ocho partidos, Henry Ramos Allup (Acción Democrática), María
Corina Machado (Vente Venezuela), Richard Blanco (Alianza Bravo Pueblo),
Manuel Rosales (Un Nuevo Tiempo), Andrés Velásquez (La Causa R),
Freddy Guevara (Voluntad Popular) y los gobernadores Henri Falcón
(Avanzada Progresista) y Liborio Guarulla (Movimiento Progresista).
“El actual régimen se ha puesto al
margen de la Constitución y, en consecuencia, su autoridad y decisiones
son inconstitucionales y no pueden ser reconocidas ni obedecidas por
nadie, de acuerdo con artículo 350 de la Constitución”, señala el primer
punto del documento.
En segundo término, la MUD asume el
artículo 333 de la carta magna que obliga a restituir el orden
constitucional: “Como consecuencia se impone a toda la sociedad el
desconocimiento de la convocatoria del fraude constituyente, el
nombramiento de nuevos poderes públicos y el llamado a elecciones libres
para un nuevo gobierno”. En consecuencia, “llamamos a todas las
instituciones y en especial a la FAN, para que en esta crisis hoy
cumplan con su deber constitucional establecido en el artículo 328 de la
Constitución y con su salvaguarda establecida en el 333”.
Borges precisó que la meta no es solo
“paralizar la ANC”, sino elegir un nuevo gobierno. Al preguntársele
cómo, respondió que la presión en la calle sería determinante y que un
adelanto de elecciones presidenciales partiría de un acuerdo político
que se concretaría con una enmienda constitucional.
“Derrotar la tiranía”. En el
Manifiesto para el rescate de la Constitución y la Democracia se
justifica la rebeldía o rebelión constitucional con el siguiente
argumento: “La historia de Venezuela enseña que cuando la calle, el
pueblo y la unidad nacional hacen causa común por la libertad se
derrotan las tiranías. La complicidad entre el Poder Ejecutivo, el TSJ y
el CNE, para llevar adelante el fraude constituyente, nos impone su
desconocimiento desde ya. No podemos esperar, bajo ningún concepto,
hasta el 30 de julio”.
¿Cómo materializarán la desobediencia
civil? La MUD indicó que se entró en “la fase decisiva de la lucha”,
por lo que emplazan a todos los sectores sociales y políticos a unificar
esfuerzos para lograr “la sustitución del régimen dictatorial”;
“integrar a quienes desde el mismo régimen han denunciado los abusos del
poder y la traición a los supremos intereses de la república” y así
“enfrentar y desconocer activamente el fraude constituyente en todo el
territorio”.
Plantean organizar “la gran protesta
nacional permanente” en todo el territorio, “al mismo tiempo y hasta
lograr el cambio del régimen dictatorial y la restitución del orden
constitucional”. Borges explicó que las manifestaciones serán diarias y
que no descartan una huelga general, como anunció Freddy Guevara.
“Haremos uso de todos los mecanismos de protesta democráticos y constitucionales que sean necesarios”, leyó Borges.
A las comunidades les piden
organizarse en comités de rescate de la democracia y hacer asambleas
permanentes para desconocer la convocatoria a una ANC, declarar que no
permitirán el uso de los centros electorales y centros comunitarios
“para la violación de la constitución”; y expresar respaldo a la
conformación de nuevos poderes públicos y elecciones libres.
La MUD informó que comunicará al país
los resultados del Gran Acuerdo Nacional para la Gobernabilidad y
Rescate de Venezuela, construido entre los actores políticos y diversos
sectores de la sociedad. Borges negó que mantengan conversaciones con
factores del gobierno: “Dios ciega a quienes se aferran al poder”. Sin
embargo, dijo que en un gobierno de transición o de unidad nacional
incluirá a “a todos los que respetan la Constitución, vengan o no del
oficialismo. La meta es construir un gobierno de unidad nacional, no de
la oposición”.
La dirigencia reconoció el coraje del
pueblo en 81 días de protestas que, a pesar de 75 muertos, 15.000
detenidos y 3.000 presos políticos, no ha amilanado el ímpetu de la
lucha. “La dictadura se encuentra más débil. Contamos con el respaldo de
la comunidad internacional y el apoyo de importantes sectores y
dirigentes que antes no acompañaban nuestras luchas, como la fiscalía
general, que ha denunciado la ruptura del hilo constitucional, las
violaciones de los derechos humanos y el fraude constituyente, razón por
la cual su titular es asediado por la dictadura”, señala.
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