El oeste de Caracas no solo se paró, se
enfrentó con las agresiones de los cuerpos de seguridad del Estado que
intentaron por la vía de la violencia disolver los cierres de las
avenidas. Los funcionarios, tanto de la Policía Nacional Bolivariana
como de la Guardia Nacional Bolivariana, utilizaron todo su arsenal para
replegar las manifestaciones, aunque no tuvieron éxito. Con
organización vecinal y apoyo al grupo de la resistencia, los
manifestantes restituyeron el cierre de las vías para cumplir con el
llamado a paro cívico de 24 horas convocado por la Mesa de la Unidad
Democrática.
La represión madrugó en Montalbán. El
cierre de vías comenzó a las 5:30 am y la represión llegó media hora
después. “Venían disparando desde la calle Teherán, nos lanzaron de
todo. Nosotros nos resguardamos y luego volvimos. La segunda vez
vinieron con las tanquetas a quitar las barricadas. La violencia fue
atroz, pero no pudieron con nosotros. Después del tercer ataque cerramos
con todo lo que pudimos. No hay paso para nadie”, dijo un manifestante.
“Estamos aquí porque esto ya no se
aguanta. Nos vamos a mantener en la protesta el tiempo que sea
necesario. Ya nos estamos organizando. Yo les traje unas arepitas de
avena a los muchachos para que desayunaran y no les falte energía. Una
vecina les está preparando unas caraotas para el almuerzo. Todos estamos
contribuyendo para resistir a la protesta”, comentaba una habitante de
Montalbán.
A las 6:30 pm los jóvenes hicieron
retroceder a la PNB y ante la imposibilidad de poder replegar a los
vecinos de Montalbán 3, los funcionarios buscaron a los ha bitantes de los edificios cercanos de la Misión Vivienda para que atacaran.
“Los manifestantes y la gente de la
Misión Vivienda se enfrentaron con piedras y cohetones. Se oyeron unos
disparos y las personas comenzaron a replegarse. Los vecinos se
resguardaron en sus hogares y cuando se calmó un poco la situación
bajaron para ver los daños a los vehículos”, indicó un residente de la
zona.
Contó que mientras eso ocurría en
Montalbán 3, en Montalbán 2 la GNB disparaba lacrimógenas directamente a
los ciudadanos. Más de 20 personas resultaron heridas.
Los habitantes del conjunto
residencial El Paraíso, conocido como los Verdes, fueron atacados desde
temprano por grupos armados. Llegaron en dos carros Orinoco
identificados como taxis sin placa. Dispararon armas de fuego,
replegaron a los manifestantes y quitaron las barricadas. No obstante,
los vecinos volvieron a cerrar.
Luego llegó la GNB,
reprimió, despejó las vías y se fue. En la segunda arremetida
causó daños a la infraestructura del conjunto residencial, destruyó el
portón del estacionamiento de la segunda etapa y huyeron. En la tercera
embestida lanzaron gases y volvieron a despejar las vías
momentáneamente.
“Aquí los únicos que destruyen son
ellos. Dentro de los Verdes tenemos un banco del Estado, tenemos una
sede del Ministerio Público y otras oficinas públicas y nunca las hemos
tocado. Ahora ellos entran, dañan, roban y de paso nos acusan de
terroristas”, denunció una señora, que además de acompañar la protesta,
colaboraba con la hidratación y la alimentación de los jóvenes de la
resistencia.
En Residencias Victoria, también en
El Paraíso, a la GNB se le hizo casi imposible restituir el paso
automotor. Desde las inmediaciones del conjunto residencial la
resistencia respondía a la represión lanzando botellas. Los militares no
pudieron avanzar debido a que los objetos caían directamente en sus
escudos.
En la entrada de La Vega se desplegó
un “operativo especial”. Varias camionetas del Cicpc y otros cuerpos de
seguridad se apostaron en la entrada del populoso barrio para
“resguardar” a los habitantes de la zona.
Santamarías abajo. En
el centro de Caracas, a pocos metros de Miraflores, varios comercios
acataron el paro cívico. Los locales de El Silencio mantuvieron abajo
sus santamarías. Los pocos que abrieron atendieron con la reja cerrada.
Las calles estaban completamente
desoladas y eran pocos los transeúntes que caminaban en la zona. “Esto
está más solo que la una. Esto normalmente no es así, por lo general
está full de gente”, contó Alfredo Portales, un transeúnte que se
movilizó al lugar para hacer unas diligencias.
En Quinta Crespo los
comercios estaban vacíos en la mañana, y al mediodía cerraron. A las
5:00 pm las calles estaban solas. En la avenida Sucre de Catia había
negocios cerrados. De hecho, hubo locales en las cercanías del 23 de
Enero que no abrieron.
Uno de cada 3 comercios en
Sabana Grande tampoco abrió. Un trabajador de una tienda de venta de
ropa contó que la actividad de la zona operaba a 50% en comparación con
un día normal. Dijo que la afluencia de personas era “poquitísima”. La
mayoría de los comercios abiertos eran de comida.
Asesinado en Los Teques. Ronney
Tejera, de 24 años de edad, fue asesinado durante una protesta en el
sector Santa Eulalia de Los Teques, municipio
Guaicaipuro. Además, cuatro personas resultaron heridas, dos de ellos
eran hermanos.
Tejera fue impactado por un proyectil
en el pecho. Los presentes lo trasladaron hasta el hospital Victorino
Santaella, de Los Teques, donde falleció a los pocos minutos de haber
sido ingresado. El Ministerio Público designó al fiscal 1º de Miranda,
Marlon Mora, para que dirija la investigación.
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