Juan José
Rodríguez y Eloísa Gómez forman una joven pareja de profesionales
que gana más de tres salarios mínimos mensuales. Quieren mudarse
juntos, pero establecer un hogar se ha convertido en un proyecto
difícil. Lograron alquilar, en 350.000 bolívares mensuales, un anexo en
San Antonio de los Altos, pero equiparlo con los artefactos básicos,
cotidianos, se les está haciendo estresante y cuesta arriba.
Comprar una lavadora, una nevera, una
cocina pequeña a gas y una plancha involucra desembolsar hasta
22.932.330 bolívares equivalentes a 235,1 salarios mínimos vigentes de
97.531 bolívares mensuales, cada uno.
“Tendremos que renunciar a la
lavadora y lavar la ropa en casa de nuestros padres, y sustituir la
cocina a gas por una eléctrica de emergencia con dos hornillas mientras
reunimos el dinero”, relata algo desilusionada Gómez.
“Por el momento es más urgente la
nevera y con sacrificio se puede comprar la plancha, que es la menos
cara, antes de que aumente más de precio”, revela Rodríguez.
Los altos precios que aumentan con regularidad afectan a los consumidores.
Mariela Ribero, ama de casa y
profesional, necesita reponer su lavadora. El aparato tienemás de 20
años de uso. “Le han cambiado tantos repuestos que ya no tiene casi
ninguno de sus originales, y cada reparación es más cara que la
anterior. El mecánico me recomendó que compre otra, la pobre ya no da
más” dice Roibero. Destacó que ha visitado varias tiendas y los precios
resultan impagables, incluso con tarjeta de crédito, además de que no
hay mucha variedad.
En un recorrido por varias tiendas en
el este y oeste de Caracas se observó que los artefactos a la venta son
pocos y muy caros, lo que deja muy poco margen de maniobra para comprar
el aparato más conveniente en marca y calidad, y a un precio
competitivo.
“Desde hace más de 20 días estamos
esperando una nueva remesa de artefactos”, reveló un vendedor de un gran
establecimiento del este de la capital, al tiempo que atendía a una
cliente: “Señora, le recomiendo compre ahora porque no sabemos a qué
precio lo venderemos en las próximas semanas”.
En los establecimientos visitados
había secadoras entre 4.370.000 y 8.500.000 bolívares y una lavadora de 6
millones a 10 millones. El precio de las neveras depende del tamaño de
la pieza de la llamada línea blanca en lo que una neverita modelo
ejecutivo se consigue entre 4.490.000 y 5.773.600 bolívares.
“El refrigerador mediano de 9 pies es
por el que más pregunta la gente, ya que tiene mayor capacidad que el
modelo ejecutivo”, indicó un vendedor en un local de San Martín. El
precio de este refrigerador es de 7.500.000 bolívares. Sin embargo, las
existencias son limitadas y solo se encuentran los grandes, de acero
inoxidable con 17 pies de capacidad a 9.800.000 y 11.990.000 bolívares,
mientras que la extra grande, de 20 pies vale 25.000.000. Modelos más
sofisticados superan los 40.000.000 de bolívares.
Hace 3 o 5 años, las cocinas de gas
habían sido tradicionalmente las más compradas por los consumidores
debido a que su precio era accesible, pero actualmente se consiguen
entre 6.940.000 y 8.230.000 bolívares, la pequeña de 4 hornillas y la
compuesta con igual número de hornillas más una plancha en el medio.
“Las cocinas eléctricas siempre
fueron caras, pero nunca como ahora. Es una cosa que no se cree”,
expresó una compradora, quien pidió no revelar su nombre, en la puerta
de una tienda del este. El precio de estas cocinas (4 hornillas más
horno) se ubica entre 11.000.000 y 29.000.000 de bolívares. La del tope
de cerámica y acero inoxidable para empotrar va de13.000 a 22.000
bolívares.
Una plancha cuesta 141.000, mientras
que una de vapor 358.000 bolívares. Una licuadora de dos velocidades y
base de plástico, cuesta 294.000 bolívares de dos velocidades. Otra de
marca reconocida, 895.440 bolívares.
En las tiendas recorridas se
evidenció la escasez de aparatos de aire acondicionado y solo una de
ellas tenía un ejemplar a 2.200.000 bolívares. Los ventiladores son
bastante solicitados en estos meses de calor y se encuentran entre
349.520 y 630.000 bolívares.
Las condiciones de pago de hace
algunos años, con plazos de hasta 24 meses para cancelar, quedaron en la
historia, pues las tiendas solo aceptan tarjetas de débito y crédito.
Varios comerciantes manifestaron que
desde el denominado “dakazo” no han podido tener los anaqueles llenos,
pese a la promesa oficial de que darían facilidades para llenar los
estantes en el corto plazo. “Desde hace cuatro años las cosas no
volvieron a ser lo igual. Lo poco que compro para reponer los bajos
inventarios con que operamos siempre nos llega más caro por el
incremento de dólar”, refirió uno de los consultados.
En los estantes semivacíos de las
tiendas de electrodomésticos se constató que no había a la venta hornos
de microondas ni televisores pequeños y medianos. Los propietarios
dijeron que estaban esperando la llegada de esos productos en el corto
plazo.
En un solo comercio había dos
televisores a la venta al público con pantalla de 49 pulgadasy de
distintas marcas, cuyos precios se ubicaban entre 8.020.000 y 7.060.000
bolívares.
El 8 de noviembre de 2013, el
presidente Nicolás Maduro ordenó la ocupación, fiscalización y reducción
de los precios de venta al público de una cadena de tiendas de
artefactos, medida que se extendió al resto de los comercios del país.
“Yo he ordenado inmediatamente la
ocupación de esa red y sacar los productos a la venta del pueblo a
precios justos. Todos los productos, todos. Que no quede nada en los
anaqueles”, aseveró Maduro en cadena de radio y televisión.
Recurrir a los usados
Ante los elevados precios de los
artefactos del hogar nuevos, los usuarios interesados acuden diariamente
a los portales web y anuncios de prensa publicados por personas que se
van del país o simplemente quieren venderlos para deshacerse de ellos o
adquirir aparatos sin uso.
“Compré mi nevera usada hace cuatro
años a 60.000 bolívares y me ha salido buena; sin embargo, a una amiga
mía el negocio le resultó un fiasco porque el aparato se le dañó al mes
de uso”, relató una cliente que pidió guardar su nombre en reserva.
Por ejemplo, la oferta del miércoles
incluía electrodomésticos que se vendían en varios estados del país. En
el caso de la Gran Caracas, Miranda y Vargas estaban a la venta un
refrigerador ejecutivo a 450.000 bolívares, una nevera de dos puertas de
acero inoxidable a 3.500.000 bolívares, además de otra mediana (9 pies)
blanca a 850.000 bolívares.
El precio de las cocinas eléctricas
está entre un millón y 1.500.000 bolívares y un horno de microondas a
200.000 bolívares. Un hormo eléctrico para empotrar vale 3 millones de
bolívares. Una plancha eléctrica para ropa cuesta de 27.500 a 46.000
bolívares.
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