Cerca de un millón de niños de Venezuela que no han sido vacunados
contra el sarampión podrían contraer esta enfermedad altamente
contagiosa que ha resurgido en el país petrolero, estimó el viernes un
grupo de médicos.
Alexandra Ulmer / Reuters
La escasez de medicinas y vacunas, a lo que se suman hospitales
desatendidos y el éxodo de médicos, han resultado en el deterioro de la
situación sanitaria venezolana.
En medio de la crisis, enfermedades que estaban controladas como la
difteria y el sarampión han resurgido, poniendo en riesgo a los 30
millones de venezolanos que habitan en el país y aumentando las
probabilidades de exportar enfermedades.
El sarampión, una enfermedad viral transmitida normalmente a través
del contacto directo y el aire, es una de las principales causas de
muerte en niños pequeños. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
advierte que puede ser especialmente letal en países que han atravesado
conflictos violentos y cuya infraestructura sanitaria es débil.
Las asociaciones venezolanas de la salud primero alertaron sobre el
retorno del sarampión en el estado fronterizo Bolívar en agosto. Desde
entonces, la OMS ha notificado de 84 casos sospechosos, de los cuales 34
fueron confirmados.
“Los datos preliminares indican una rápida evolución”, dijeron en un
informe dos organizaciones de salud pública venezolanas el viernes.
“Se ha identificado una cobertura de vacunación de la población sub
óptima a nivel nacional, y se estima que al menos 1.150.000 niños
menores de un año no fueron vacunados, son susceptibles a la enfermedad y
se acumularon en los últimos 10 años”, agregó el informe.
Ana Carvajal, doctora y coautora del informe, dijo a Reuters que la
estimación se obtuvo de datos de fuentes del Ministerio de Salud y otras
cifras de la OMS.
La OMS dijo que está ayudando con la compra y distribución de cerca
de 7,2 millones de vacunas para prevenir el sarampión, la rubéola, y la
parotiditis (SRP) en Venezuela.
A medida que se agrava la crisis, el Ministerio de Salud se ha
mantenido en buena medida en silencio y ya no publica el boletín semanal
que incluye datos sobre mortalidad infantil o enfermedades como la
malaria.
El Gobierno no respondió a una solicitud de comentarios sobre el tema.
Las muertes por sarampión cayeron mundialmente un 79 por ciento entre el 2000 y el 2015 gracias a las vacunas, según la OMS.
Pero la falta de cobertura ha llevado a varios brotes de sarampión en
Europa durante el último año, dijeron autoridades en abril, por una
falta de confianza que lleva a la gente a rechazar las vacunas que
podrían salvarles la vida.
(Escrito por Andreína Aponte, reporte de Alexandra Ulmer; editado en español por Hernán García)
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