Los puertorriqueños batallan contra áreas anegadas y riesgos de deslaves, reseña Reuters.
La estela de daños causada por el paso
del huracán María tiene a los isleños con el agua al cuello en la zona
de Catano. Pero el temor también invade a los habitantes de Isabela y
Quebradillas, al noroeste, por un fallo en la represa de Guajataca.
Más de 70.000 personas recibieron órdenes de evacuación inmediata ante posibles inundaciones súbitas.
El territorio estadounidense en bancarrota desde mayo sigue
incomunicado, sin energía eléctrica ni agua potable. Además, trece
personas murieron y otras 700 fueron rescatadas.El presidente Donald Trump declaró Zona de Gran Desastre, lo cual libera fondos de ayuda federal.
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