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domingo, 29 de octubre de 2017

Claudio Nazoa: "El humor floreció en estos 18 años de tanta angustia"




Claudio Nazoa | Wladimir Campos
Claudio Nazoa | Wladimir Campos

Carlos Carreño Zabala 
Carcajadas por doquier y sin ningún tipo de esfuerzo son las que genera Claudio Nazoa. El comediante de cepa, médico de profesión y cocinero de corazón no titubea en afirmar que “el humor y la política están muy ligados porque el humorista siempre está en contra del gobierno que exista en el país”.


“Si el Papa Francisco fuera el presidente de Venezuela, ese sería nuestro objetivo como humoristas. Ahora, imagínense Nicolás Maduro”, suelta con un característico y recurrente tono chistoso. Sin embargo, el también escritor tiene sus matices de seriedad que manifiesta al hablar del panorama nacional.
“Obviamente no estamos en una situación cómica. Cuando se vulneran las cosas básicas del ser humano como es la vida, cuando hay hambre, cuando no hay medicinas, eso no puede ser un hecho humorístico”, asegura quien se muestra optimista con el futuro que se avecina para la nación.
¿Qué representa el humor para Claudio Nazoa?
El humor, aunque parezca extraño decirlo, es mi profesión. Una profesión que el destino trajo a mi vida porque para ser humorista no se puede estudiar. Hay que tener cierta habilidad, cualidad y capacidad que da el nacimiento, la cara y el cuerpo. Si hubiese tenido el cuerpo como el de Juan Carlos García seguramente sería modelo y estaría besando a mujeres. Pero como soy humorista, con esta cara y este cuerpo, tengo que andar indigente.
¿Cómo ha afectado la actual crisis al humor?
Creo que la vida nacional ha mermado y el humor también está inmerso en esa realidad, pero extrañamente el humor ha florecido muchísimo en estos 18 años de tanta angustia y de tanta desazón. De hecho, han nacido muchos jóvenes humoristas, comediantes, dibujantes, y es porque el humor siempre estará presente en la vida del ser humano y cuando hay peligro el humor se acrecienta.
En su caso particular, ¿ha representado una dificultad hacer humor en estos tiempos?
No porque no doy el chance de que eso ocurra. Yo siento que soy un hombre libre, que tengo derecho a decir, a escribir y a hacer todo lo que me venga en gana dentro de las leyes del mundo y de la naturaleza. No he tenido ningún cortapisa más que, por ejemplo, que no pueda trabajar -ni yo, ni Laureano Márquez, ni Emilio Lovera- en los teatros del Gobierno o que no podamos salir en el canal 8, que es un canal que supuestamente se mantiene con el dinero que todos los venezolanos damos.
Además, he tenido la prudencia necesaria para saber hasta dónde puedo decir cosas difíciles sin que vaya a ir directamente al Helicoide.
¿Hasta qué punto el humor se mezcla con la política?
El humor está muy ligado a la política porque el humorista siempre está en contra del gobierno que existe en el país. Sin embargo, el humor y la política están unidos y a la vez peleados. Los políticos le temen al humor, pero a la vez añoran que los humoristas hagamos de ellos la crítica porque nosotros venimos a ser como el pitico de la olla de presión que impide que ésta explote.
Dice que humor y política están muy relacionados, pero ¿la política en Venezuela tiene sentido del humor?
La política en Venezuela es parte de las cosas que están pasando. Por supuesto que indignan muchísimas cosas que tienen que ver con la política, pero dentro de esa indignación hay cosas que el humorista puede, incluso, observar y criticar por medio de la risa porque la gente entendería más rápido riéndose que explicándole. Aquiles Nazoa, mi padre, decía que el humor hace que la gente piense sin que el que piense se dé cuenta que lo está haciendo. Y eso es verdad. Si los profesores de matemática en el liceo utilizaran el humor para enseñar, todos los niños pasarían con 20 puntos esa materia.
El actuar de ciertos políticos no parece coherente, algunos lo tildan de cómico, como el caso de los 4 gobernadores opositores que fueron a la ANC, ¿usted qué piensa?
Eso no es humor. Eso es una tragedia que estamos viviendo los venezolanos, lamentablemente. Es parte de una inmensa pesadilla que jamás será humorística. Yo estoy en este momento lo que se llama anonadado con lo que ha pasado con estos gobernadores. Me parece terrible que hayan aceptado ir a esa cosa que ni el Gobierno mismo sabe que es, y que llaman Asamblea Nacional Constituyente.
Seguramente de ahí van a salir cosas humorísticas, difícil porque la gente está muy sensible con el tema, pero posiblemente se va a poder hacer humor. Lo que nunca se debe hacer es destruir con humor más de lo que está la gente. Por eso creo también que desde el Gobierno no se puede hacer humor porque no se pueden hacer burlas de la gente. Cuando veo a Maduro haciendo chistes malos con tanta gente sufriendo, a mí eso me parece una burla y el humor y la burla no van juntos. Nunca un humorista serio va a burlarse de ninguna situación.
Ha señalado que el humor nace en sitios extraños, ¿cree que el humor florece más en dictaduras o en democracias?
Yo creo que en dictaduras es mejor. Los dictadores y la gente que se aferra al poder le temen mucho al humor y con un gobierno que no le gusta que lo critiquen a uno le provoca hacerlo. Una anécdota: hace años yo estuve con Laureano Márquez en Suiza y nos sorprendimos que en ese país y en Japón son los sitios donde hay más suicidios. Y Suiza es una cosa perfecta. En Venezuela, en cambio, es raro que alguien se suicide y yo descubrí que es porque aquí nadie se quiere perder el final de lo que va a pasar. Aquí siempre estamos al borde de un final. Todos los días uno dice que va a pasar algo y en Japón pasa lo mismo todos los días desde hace cuatrocientos años. Eso es una ladilla.
Si tuviera al Presidente Maduro en frente, ¿qué le diría?
No sé si le diría o le haría.
¿Y a Henry Ramos Allup?
Igual. No sé qué hacerle. Una vez escribí un artículo que se llamaba “Ramos Allup, te amo”. Pero ahora, me decepcionó e incluso ya rompí con él porque no puede ser. Yo no voy a permitir que Allup me monte los cachos.
¿Votaría por Allup en unas eventuales elecciones presidenciales?
No. ¡Ni loco! Me estoy poniendo de mal humor.
Se declara optimista y es un experto en sacarle el lado cómico al acontecer nacional que pinta bastante adverso, ¿cuál es su secreto?
Yo diría que el comediante tiene que tener unos valores morales y éticos bastantes fuertes. Siendo un poco inmodesto con lo que voy a decir, creo que también tiene que tener cierto nivel de cultura y estar consciente de las cosas que le rodean. No se puede ser ajeno a la situación.
El régimen de Pérez Jiménez lo obligó a salir del país cuando era niño, actualmente ¿ha contemplado emigrar de Venezuela?
No, a menos que me saquen. Te lo voy a decir en venezolano: el mejor país para pelar bola es Venezuela. Yo prefiero pelar bola aquí que afuera. De hecho, los platos de aquí son más pequeños que los de España, ¿voy a ir a lavar platos allá? Los lavo aquí.
Los humoristas tienen la posibilidad de estar muy cerca del público, al que hacen reír y al mismo tiempo utilizan de inspiración, ¿qué cree que le espera a los venezolanos?
Yo soy optimista. Creo que nos espera un gran futuro porque Venezuela es un país maravilloso. Venezuela es parte del mundo y el mundo ya es una bendición. Entonces, si en otras partes pueden ser felices por qué nosotros no podemos serlo. Yo diría que nos tocó vivir esta desgracia, pero que nos tocó no quiere decir que tengamos que calárnosla sino cambiarla. Siempre le digo a la gente que cada día que respiras, tienes oídos, ojos, manos, es el mejor día de la vida y existe la forma de cambiar. Y salvando las distancias enormes que hay entre Jesucristo y yo, él fue un hombre que fracasó a los 33 años, murió desnudo y, sin embargo, triunfó. Nosotros, que no nos han crucificado y estamos vestidos, tenemos muchas cosas por hacer.


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