En la época navideña los venezolanos
anhelan comprar, entre otras cosas, regalos para continuar con la
tradición. Pero lo que desean y la realidad son cosas muy distintas.
Para la temporada decembrina se esperan precios muy altos y caída en las
ventas, de acuerdo con la presidente de Consecomercio, María Carolina
Uzcátegui. “Todo parece indicar que para estas Navidades todo será mucho
más complicado”.
Indicó que desde que se eliminó la
subasta del Dicom, casi la totalidad de las importaciones se hacen a
dólar libre. “Esto significa que en diciembre habrá elevados precios”,
dijo. En lo que va de año, aseguró, ha mejorado el abastecimiento por
las importaciones, pero esto ocasionó que aumentaran los precios.
“La mayoría de estos productos no
pueden ser adquiridos porque son inaccesibles. Además, hay que tomar en
cuenta que el poder adquisitivo se ha visto afectado. En septiembre
tuvimos 55% de inflación solo en alimentos, lo que ocasionó que la gente
destinara más de 80% de sus ingresos solo a la compra de la comida. La
actividad del resto de los comercios y servicios ha mermado”, señaló.
Uzcátegui sostuvo que el panorama
será más sombrío: el Fondo Monetario Internacional pronosticó una
inflación superior a 2.000% para el próximo año. “Se requiere desde ya
un cambio radical de las políticas económicas que se están manejando. De
no ocurrir así, ni el comercio ni los servicios ni el resto de la
economía van a mejorar”, advirtió.
La directora ejecutiva de la Cámara
Venezolana de Centros Comerciales, Claudia Itriago, indicó que el
porcentaje de locales cerrados ha aumentado en comparación con años
anteriores, pero no de una manera drástica. “Si antes los comercios
cerrados se ubicaban entre 5% y 8%, este año está entre 8% y 10%”,
señaló.
Itriago explicó que entre las causas
de ese aumento figuran que muchos de los comerciantes se van del país y
que ocurren cambios de rubro. “Por ejemplo, antes había una tienda de
celulares, pero después se abrió en el mismo local una tienda de ropa”,
dijo.
Este año la actividad comercial se
vio afectada por sucesos durante los meses de protestas: 1.200 comercios
fueron saqueados, de los cuales más de 40% no volvió a abrir; más de
60 unidades de transporte, que trasladaban mercancía, también fueron
saqueadas, lo que afectó el abastecimiento, y hubo más de 6.000 empleos
perdidos por la misma razón, apuntó la presidente de Consecomercio.
De hecho, la caída en las ventas en
el transcurso del año hace que los comerciantes tengan pocas
expectativas sobre las ganancias que obtendrán durante la temporada
decembrina. “Desde hace 3 años la cosa cambió. Antes los clientes
compraban 20 piezas; ahora se llevan un sola, si pueden”, afirmó la
encargada de una tienda que prefirió no ser identificada.
“La compra de ropa pasó a segundo
plano por la inflación. Nadie tiene la capacidad de comprar una blusa,
un pantalón o unos zapatos en 1.000.000 de bolívares, cuando el sueldo
no cubre ni la cuarta parte del valor de una prenda”, indicó.
La encargada de otro negocio, en el
este capitalino, señaló que ve poco probable que incrementen el
inventario: “Hemos durado una semana entera sin registrar una sola
venta, y la falta de divisas también hace imposible adquirir
mercancía”.
En un centro comercial del municipio
Chacao el precio de una camisa de vestir de caballero varía entre
420.000 bolívares y 1.999.000 bolívares, montos que superan al salario
básico (136.543,4 bolívares) en 307,5% y 1.464%, respectivamente,
mientras que un pantalón jeans clásico cuesta entre 362.000 bolívares y
999.000 bolívares, según la marca.
Un consumidor que transitaba por el
bulevar de Sabana Grande manifestó que el alza en el precio de la ropa
le dificultará la compra del acostumbrado estreno de Navidad y Año
Nuevo.
La caída en las ventas afecta por
igual al sector de los juguetes. Yelitza Ávila, encarga de una tienda en
un centro comercial del municipio Sucre, afirmó que los ingresos
disminuyeron 60% en comparación con 2016. “Los precios de los juguetes
que recibiremos vendrán más elevados. Cada vez que llega mercancía su
precio aumenta entre 50% y 75%, y la gente se los lleva”.
El establecimiento, al igual que
otras jugueterías solamente ofrece juegos didácticos, patinetas, bolsos y
balones deportivos. “En años anteriores, cuentan los empleados que
tenían que pasar por encima de los juguetes para llegar al fondo del
almacén” puntualizó.
La encargada de una tienda para niños
en el este de la ciudad explicó: “La tienda no está surtida porque los
proveedores nacionales no tienen capacidad de atender los pedidos.
Tampoco podemos importar mercancía porque no tenemos acceso a divisas,
mientras otras tiendas sí tienen ese beneficio. Las ganancias de
diciembre dependerán de lo que consigamos para vender”.
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