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domingo, 15 de octubre de 2017

Regionales con Venezuela sumida en la mayor pobreza de su historia


Además de la incertidumbre política, las elecciones de gobernadores de hoy conllevan una serie de interrogantes sobre las soluciones de los problemas socioeconómicos del país, sobre todo porque Venezuela exhibe los peores resultados macroeconómicos según las fuentes nacionales e internacionales.


Los informes del Fondo Monetario Internacional y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, divulgados esta semana, fueron demoledores para Venezuela y ratificaron las opiniones de los expertos del país sobre las consecuencias de las erradas políticas económicas gubernamentales.
El FMI señala que Venezuela será la excepción del crecimiento económico previsto en América Latina y el Caribe en 2017 y 2018 con tasas de inflación de 652,7% y 2.349,3%, respectivamente, y una contracción superior a 10%. La Cepal calcula que la economía registrará en 2017 una caída de 8%, el peor rendimiento económico de la región.
Víctor Álvarez, premio nacional de Economía, manifestó: “Los resultados del FMI y la Cepal refuerzan la necesidad de que el gobierno corrija las desviaciones de su mala política económica”. A su juicio, no hay que crear expectativas de cambio en la economía con las elecciones regionales, pues las decisiones macroeconómicas corresponden al Ejecutivo.
Entre esas decisiones, el economista mencionó la unificación del régimen cambiario múltiple, que ocasiona una altísima corrupción e ineficiencia, y el cese del endeudamiento de Pdvsa y del gobierno con el Banco Central de Venezuela, que inyecta dinero inorgánico y dispara la inflación.
Otra medida es el levantamiento del control de precios que estrangula a los productores agrícolas y los industriales del país, lo cual genera desabastecimiento e inflación. El PIB también debe crecer con la recuperación y reactivación de los sectores productivos, lo que redundará en el abastecimiento suficiente al mercado interno para que los precios se estabilicen y frenen la inflación.
En el foro de Ecoanalítica, celebrado el 5 de octubre, el economista Asdrúbal Oliveros señaló que según los estudios de esa consultora la inflación cerrará este año en 1.438% y que los otros indicadores económicos como la inversión, el PIB y la producción petrolera también serán negativos.
“Estamos entrando en un estadio superior de la crisis: aunque creemos que en este momento estamos muy mal, hay condiciones para pensar que la crisis puede ponerse peor”, dijo Oliveros. Agregó que entre septiembre de 2017 e igual mes de 2016 la inflación alcanzó 1.080%.
Juan Pablo Olalquiaga, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales, destacó que “los comicios regionales afectan la percepción política de Venezuela, no así la economía y su deterioro por las decisiones equivocadas del gobierno”.
La encuesta Coyuntura de Conindustria del segundo trimestre de 2017 muestra que 79% de las fábricas del país redujo la producción y que 38% de los empresarios considera que, de persistir las actuales circunstancias, no podrán mantenerse operativas en los próximos 2 años.
“Tras haberse destruido la economía venezolana con las erradas políticas públicas, tenemos actualmente una situación muy delicada en la industria manufacturera, cuya sostenibilidad para producir bienes y puestos de trabajo está seriamente cuestionada”, indicó Olalquiaga.
Destacó que las industrias han sido fuertemente impactadas en los últimos años por la falta de las divisas para adquirir las materias primas, insumos, repuestos y maquinarias, a lo que se suma la incertidumbre institucional por las políticas y regulaciones que condicionan la operatividad de las empresas.
Otro elemento de la crisis en el sector es la caída de la demanda nacional ante la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores, perjudicados por la fuerte inflación que los lleva a comprar los productos más básicos, fundamentalmente alimentos.
El empresario refirió que “ningún aumento de salario puede neutralizar el impacto de la elevada inflación”, que también incide en las empresas y las obliga a reducir sus operaciones y nóminas.
Dick Guanique, coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato, destacóla alta tasa de desempleo (20%) debido a la contracción del aparato productivo, pues ahora operan 4.000 empresas frente a 14.000 en 1998.
Precisó que, según las cifras de las organizaciones sindicales cotejadas con las escasas estadísticas oficiales, “la capacidad empleadora de 3 millones de trabajadores en el sector industrial bajó a menos de 2 millones, lo que refleja la pérdida de más de 1 millón de empleos”.

Las Cifras
1.000.000 de empleos se perdieron en el sector industrial por la contracción de sus actividades.
38% de las industrias no podrán mantenerse activas los próximos 2 años con las condiciones actuales.
10.000 empresas cerraron desde 1998 hasta la fecha por las políticas restrictivas del gobierno.

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