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lunes, 6 de noviembre de 2017

“En este momento la MUD es solo un nombre”


Desde de los resultados de las elecciones de gobernadores el 15 de octubre, el camino que ha transitado la Mesa de la Unidad Democrática ha estado plagado de espinas: las acusaciones públicas entre los dirigentes políticos no hicieron sino evidenciar los conflictos internos de la coalición opositora.

Analistas consideran que es el peor momento para la alianza y que el mayor desafío que ahora enfrenta es establecer una estructura para recuperar la confianza y enfrentar las próximas jugadas que el gobierno haga para intentar sacarlos del terreno.
Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos, indicó que la coalición se encuentra dividida en bloques de alianzas y estrategias comunes, lo que es perjudicial para la oposición. “En este momento la MUD es solo un nombre. Hasta ahora no se ve cuál es el plan de acción, simplemente se escuchan posiciones”.
Dijo que lo ocurrido después de las regionales dejó a la población opositora confundida, molesta y desconfiada. Explicó que el principal desafío de la oposición es establecer una estructura que incluya a sectores de la sociedad civil, alcanzar acuerdos internos y afrontar de manera unitaria el futuro político, económico y social del país. “El reto es establecer rápidamente una estructura unitaria porque el gobierno está aprovechando la desarticulación de la oposición y el desánimo del votante. Eso le da todas las de ganar en escenario electorales”.
Seijas advirtió que ante esta situación, el Consejo Nacional Electoral pudiera organizar unas elecciones generales, que incluyan presidenciales, Asamblea Nacional y Consejos Legislativos.
Francisco Coello, sociólogo político y profesor universitario, indicó que el problema de la MUD no fue perder las regionales “porque no se sabe si realmente se perdieron”, sino que la dirigencia no tenía una respuesta para enfrentar la situación. “Hay un problema de fondo: en la oposición hay muchas franquicias y ninguna es capaz de aglutinar el descontento”, manifestó.
 Recomendó a los dirigentes de los partidos que agrupa la alianza a redefinir los lineamientos estratégicos y de organización para acompañar a la población en la coyuntura social que padece. Expuso que la Unidad debe dejar de ser una plataforma electoral y formar una coalición de partidos con una agenda en común, orientada a un cambio de gobierno.
“Es una oportunidad para reorganizarse y, sobre todo, que en un futuro cercano habrá una devastación económica y social terrible que va a poner en una situación difícil al gobierno. Si hay organización, la oposición podría capitalizar el descontento social”, detalló.
En 2015, según el CNE, la oposición obtuvo más de 7 millones de votos, lo cual le dio las tres terceras partes de la Asamblea Nacional. Según Venebarómetro, hasta el año pasado 54% de la población se definía como adversaria. Pero este año, cuando el gobierno intensificó su arremetida contra la dirigencia opositora, se registró una caída de casi 10 puntos porcentuales. Edgard Gutiérrez, coordinador de la encuestadora, indicó que hasta finales de septiembre la oposición representaba 45% de la población electoral, “superando claramente al chavismo cuyo tamaño era de 28%”.
Precisó que en la oposición no hay consenso en torno a qué camino político seguir como alianza, “hasta tal punto que su mayor activo, que era la unificación electoral, se ha roto. Lo evidencian hechos como los sucedidos en el Zulia y la misma situación de las votaciones municipales”. Afirmó que este sea el peor momento de quienes adversan al chavismo; no obstante, la posición de varios partidos se ha sincerado, lo que “ayuda a que se haga más nítido el panorama político”.

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