Foto: Archivo
Jesús M. Gambús
La hoja de ruta trazada desde Ginebra por la Asociación Internacional del Transporte Aéreos (IATA) excluye a Venezuela de sus planes para 2018.
La alianza que mañana celebra el Día Internacional de la Aviación anunció que a partir del 31 enero próximo cerrará sus oficinas en Caracas por “la inestabilidad política y el deterioro de la situación social y económica”.
La declaración en Suiza no causó sorpresa en el
medio, dada la reiterada preocupación expresada meses atrás por la
organización sobre las exigencias mínimas de infraestructura y seguridad
aérea, que deben cumplir los estándares globales.
Desconexión progresiva. Al ofrecer el anuncio, el vicepresidente regional de la IATA para las Américas, Peter Cerdá, la situación venezolana “tiene un impacto en la comunidad empresarial”, al punto que solo seis aerolíneas de la IATA siguen operando en Venezuela frente a las 24 que había en el país en 2014.
Deudas. Otra de los claves dela partida de la IATA son los bloqueos que por una cantidad cercana a los 3.800 millones de dólares mantiene el Gobierno con sus afiliadas y que impide la repatriación de esa suma a las sedes matrices de la industria.
Compromiso. El vocero de la organización aseguró que
no tiene grandes esperanzas de mejora en Venezuela, no obstante, la
IATA se compromete a operar a partir de febrero desde Panamá, “para
apoyar a las aerolíneas que permanecen en Venezuela, la industria aérea
más amplia y a los viajeros”.
Cerdá aseguró que las operaciones cubanas que previamente se
gestionaron desde Caracas, se trasladarán a la oficina de la IATA en
Miami (EEUU), responsable de las relaciones con el Caribe.
Ganancias. La mudanza de la IATA de su sede
caraqueña ocurre justo cuando la alianza anuncia su previsión del
beneficio neto de la industria del transporte aéreo mundial cerca del 11% en 2018, hasta los 38.400 millones de dólares.
Solo en América Latina, el grupo prevé alcanzar el
umbral de 900 millones de dólares, un cielo bastante despejado tras un
2015 negro que registró unas pérdidas sonoras de 1.700 millones de
dólares.
“Aunque la región en su conjunto mejorará a lo largo de
2017, los ganadores del año próximo parecen ser Chile, Panamá, Perú y
Colombia”, auguró el responsable de IATA para Latinoamérica, para asignar le a Venezuela la etiqueta de gran perdedor.
Turismo afectado. La salida de la IATA representa un
golpe contundente a un país urgido de divisas distintas a las
provenientes del mercado petrolero.
Los planes de desarrollo del turismo para el viajero internacional
quedan en el aire con la decisión y restan confiabilidad al país como
destino seguro.
Pese a los cambios, el Ejecutivo muestra su intención de desarrollar
el turismo y”sus motores” , como lo exhibe en la página web del
ministerio del ramo su titular, Marleny Contreras.
El mensaje oficial privilegia la reciente reunión con agentes de la
aerolínea Turkish Airlines, en la Feria Internacional del Turismo de
Nueva Esparta.
También las 600 citas se concibieron en la Rueda de Negocios y Simposios para establecer acuerdos y convenios en pos del turismo nacional y extranjero. |
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