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Jesús M. Gambús|redaccion@bloquedearmas.com
El diálogo se asoma nuevamente como la panacea que puede destrabar la situación venezolana. Gobierno y oposición se sientan con retraso en Santo Domingo con la intención de escucharse y escribir una hoja de ruta para el país.
En medio de los protagonistas naturales coinciden la observación internacional de los cancilleres de Chile, Paraguay, México, Bolivia y Nicaragua, aceptados finalmente por el Gobierno, con la del presidente dominicano, Danilo Medina.
La reactivación del diálogo, tras su suspensión en septiembre pasado
no supone la superación de los elementos que lo entrabaron entonces, a
pesar de las coincidencias sobre la metodología y reglas del proceso.
Y es que los escépticos sobrepasan en número a quienes creen en inminentes acuerdos. El mismo oficialismo teme que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se pueda parar de su asiento, como advirtió el nuevo ministro de Comunicaciones, delegado del Gobierno en el cónclave.
Los de pocas expectativas se apoyan en las declaraciones del dirigente psuvista, Diosdado Cabello que aseguró que, las condiciones electorales para los comicios del año próximo “no cambiarán” y que todo seguirá “absolutamente igual” dejan claro que hay pocas intenciones de ceder, una condición fundamental en los compromisos de este fin de semana.
Si los delegados de la oposición tienen un camino empedrado con su
deseo de cambiar a las autoridades electorales e incorporar la
observación internacional sea efectiva a través de la la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas,
un aterrizaje también complicado se espera para los otros puntos en
debate, entre ellos el canal humanitario de medicinas y de alimentos.
Los incrédulos recuerdan las palabras del ministro Jorge Rodríguez al pedir a los miembros de la Conferencia Episcopal Venezolana, que propulsan el canal humanitario, “callarse la boca y pagar la hipocresía”, al intervenir el pasado domingo en el programa del presidente Nicolás Maduro.
Lo dicho por Rodríguez solo reafirma la posición oficial con la
Iglesia, institución que se sintió irrespetada por el Gobierno, pese a
la activa participación del Papa Francisco.
Pese a las críticas a los sacerdotes, de darse un acuerdo en la
materia hay voces en la oposición que abogan porque sea la Iglesia la
que centralice la recepción y distribución de esos recursos, además de
un pool de países y organismos internacionales liderados por Caritas,
Puede dar aire a la reunión, llamar a la “ayuda humanitaria” y “cooperación internacional”.
Esta forma de calificar la emergencia, eliminaría el “temor oficial” de
que se le aproveche y de paso a una intervención extranjera, como la
ocurrida en Haití años atrás, como han repetido los representantes oficiales.
Es oportuno citar que el Ejecutivo ha insistido en que la escasez de
alimentos y medicinas es consecuencia del “bloqueo, las sanciones contra
el país y la guerra economica conjunta de la derecha y los centros del
poder internacional”.
Incomodidades. Para los observadores y los mismos
participantes, ya no se puede ver el evento como una forma del Gobierno
de ganar tiempo, dado a la necesidad urgente de dinero fresco de
mercados internacionales y su imposibilidad de cerrar acuerdos con un
organismo diferente a la Asamblea Nacional, lo que se puede considerar
una verdadera papa caliente para los delegados del Ejecutivo.
Por tal, las demandas que defenderá el equipo del gobierno: Delcy Rodríguez, Jorge Rodríguez, Elías Jaua y Roy Chaderon, reconocimiento a la ANC y ayuda para que Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea anulen las sanciones contra funcionarios del Gobierno.
Puntos pendientes En otros aspectos de fricción destacan la
liberación de los presos políticos y la restitución de los poderes
constitucionales de los que fue despojado el Parlamento.
Otros factores de roce pendientes son la instalación de organismos
paralelos a las instituciones bajo control opositor, la destitución de
funcionarios como la Fiscal General de la República y la utilización de los organismos de justicia con fines políticos.
Sin valor. “La reunión en Santo Domingo, República
Dominicana, no va a ayudar a Venezuela. Se deben establecer los términos
para la salida de Maduro”.
Esa es la posición del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma.
Tras su salida del país, el burgomaestre le ha pasado factura al expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero: “Desde que Zapatero se unió al diálogo, ha habido más presos políticos”
Similar criterio sostiene la dirigente María Corina Machado, Coordinadora de Vente Venezuela y hoy parte del grupo Soy Venezuela con Alianza Bravo Pueblo, el partido de Ledezma. En el grupo de los no participantes destaca además el dirigente de la Causa Erre, Andrés Velásquez
que ratificó el pasado martes: “Con todo respeto queremos señalar que
nuestra compañera Mariela Magallanes ni la Causa Erre forman parte de
esta delegación, por lo menos en este instante y en este primero y dos
de diciembre que se tiene previsto, Nosotros no formamos parte de esa
delegación”.
Desde la Asamblea Nacional, la recién constituida
fracción 16 de Julio, aclaró en un comunicado que no sataniza la figura
de la negociación, pero ella, para que sea eficaz debe cumplir con un
conjunto de requisitos de agenda.
En resumen, el grupo propone el cese inmediato de la Asamblea
Nacional Constituyente y todos sus actos;declarar de inmediato la
emergencia humanitaria para Alimentos y Medicinas; acordar un nuevo
sistema electoral libre con revisión y transformacióndel CNE; libertad
plena de todos los presos políticos y cese a la persecución y
reconocimiento de la Asamblea Nacional y de todos sus actos dictados.
Más invitaciónes. El diputado a la Asamblea Nacional y dirigente de Unidad Visión Venezuela, Omar Ávila propuso ante la Comisión Especial de Consulta para el Proceso de Negociación y Diálogo, entre otros aspectos, incluir en la comisión opositora a los dirigentes María Corina Machado y a Henrique Capriles Radonski, en su base política, a Ricardo Hausmman y José Toro Hardy,
por el sector ligado a la economía y sugirió además incorporar al
debate a representantes de China, Rusia y Estados Unidos a fin de darle
garantías a los acuerdos que surjan de las negociaciones.
El dato. El presidente del país anfitrión, Danilo Medina, espera que en el diálogo que acoge la República Dominicana se imponga “la buena voluntad”, para tener “la esperanza de sacar algo importante para el pueblo de Venezuela”. |
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