Hasta ayer, en horas de la tarde,
familiares de Oscar Pérez y del resto de sus acompañantes se mantuvieron
en la sede del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses,
situado en Bello Monte, a la espera de la entrega de los cadáveres luego
de haber cumplido con el protocolo administrativo del reconocimiento
post mórtem el jueves, que duró tres horas: desde las 7:30 pm hasta las
10:30 pm.
Los motivos: la ausencia de los
fiscales militares a quienes les compete la entrega formal de los
cuerpos, según instrucciones de los tribunales castrenses.
Se pudo conocer que el acta de
defunción de Pérez señala que murió de “traumatismo cráneo encefálico
severo por herida de arma de fuego en la cabeza”, lo cual apunta a que
recibió un tiro después de la explosión por el lanzamisil.
María Fernanda Torres, abogado del
Foro Penal, dijo que “el procedimiento se cumplió sin irregularidades”,
en presencia de una fiscal del Ministerio Público, a quien no quiso
identificar, y el viceministro de investigación penal, comisario José
Humberto Ramírez Márquez.
Agregó además que “a los familiares
se les permitió ver el rostro de sus parientes. El proceso se retrasó
porque la fiscal del Ministerio Público demoró en llegar. Este protocolo
se realizó con el propósito de garantizar que todos los familiares
tuvieran acceso a realizar el debido reconocimiento. La entrega de los
cuerpos depende de los fiscales militares”, dijo.
Al término del protocolo de
identificación de cadáveres, el jueves en la noche, familiares del ex
inspector del Cuerpo de investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas Oscar Pérez y su grupo llenaron los formularios para la
emisión de certificados de defunción que luego serían revisados al día
siguiente.
Sobre una posible orden de cremación
de los siete cuerpos, la abogado reiteró: “Queda descartado que los
cuerpos serán cremados. Ningún familiar firmó esa petición ni les han
presentado alguna orden que así lo indique. Hasta ahora el escenario
planteado es la inhumación de los cuerpos”, explicó.
Aseguró que los siete familiares que
hicieron el reconocimiento facial de los cadáveres manifestaron que no
presentan ningún grado de descomposición y que los mismos están
resguardados en cavas especiales con un precinto de seguridad para
evitar que se filtren videos o fotografías.
Finalmente Torres mencionó que
Margaret Baduel, hija del general Isaías Baduel, e Irene Olazo, esposa
del capitán Juan Carlos Caguaripano, fueron retenidas el jueves por una
hora por la policía nacional. “Ellas vinieron a brindar apoyo a los
familiares de Pérez y su grupo. No serán presentadas en tribunales”,
concretó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.