El tradicional café que el venezolano
acostumbra a tomar diariamente no ha salido bien librado de la
hiperinflación que atraviesa el país. Comerciantes aseguraron que cada
vez que los proveedores les distribuyen mercancía deben incrementar los
precios para poder ganarle algo.
“Tomo café en la calle porque es más
rentable que hacerlo en casa, cuando se consigue en los mercados, claro.
Es un gasto mayor porque necesitas azúcar, leche y el café”, expresó un
consumidor que estaba en una panadería en Los Cortijos. El encargado
del local aseguró: “No todo el mundo gasta 40.000 bolívares en un café,
ahora la gente compra con mucha conciencia”.
Relató que deben agregar al producto
final los precios del azúcar, que les venden por bultos en 4 millones de
bolívares, la leche que cuesta 160.000 la garrafa de 2 litros y los
vasos desechables que están alrededor de 400.000 bolívares el paquete de
100 unidades.
En una lunchería de Chacaíto un
comerciante dijo que tratan de aumentar los precios con moderación, pero
es muy difícil cuando le incrementan cada semana la mercancía. Contó
que deben comprarle a vendedores informales porque los “oficiales” ya
no les distribuyen por la falta de café, azúcar o leche. Añadió que cada
vez que la Superintendencia Nacionalpara la Defensa de los Derechos
Socioeconómicos de Venezuela ordena una fiscalización los productos
desaparecen.
Las ventas son las más comprometidas.
Los comerciantes afirmaron que hace dos años la situación era otra.
“Antes, en la mañana, el local se llenaba de gente esperando su café a
las 6:00 o 7:00 am, Ahora recibo entre 15 y 30 clientes al día”, indicó
un vendedor de una lunchería en Los Cortijos. Agregó que han tenido que
reducir la cantidad de mercancía que piden a los proveedores para poder
tener algún margen de ganancia. Antes solicitaban 10 kilos de café,
ahora solo 5 kilos para mantenerse durante 15 días. “La semana pasada el
kilo estaba en 370.000, esta semana lo están vendiendo en 80.000
bolívares”.
La primera semana de enero el precio
del café grande era de 20.000 bolívares, afirmó un vendedor, pero para
la segunda semana de enero ya estaba en 30.000 bolívares; es decir, en
una semana el alza fue de 50%. Para la primera semana de este mes se
conseguía en 40.000 bolívares, lo que representa un repunte de 33,33%
con respecto al mes anterior.
Una consumidora de una panadería en
Chuao consideró que los precios son muy altos. “Casi todos los días
compraba un café en la calle, ahora resulta muy costoso.
Compro uno esporádicamente, porque tomar café en la calle es un lujo”.
Falta en el inventario. La
ausencia de café en los supermercados es palpable. Un trabajador de un
supermercado en Chuao informó que desde hace mucho no lo reciben.
“Llevamos más de dos meses sin vender café. Antes, la distribución era
mensual, no en grandes cantidades, pero por lo menos podíamos vender
algo, ahora no vendemos nada porque no nos llega”.
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