La crisis de Venezuela ha incendiado
la campaña para las elecciones presidenciales de Colombia con ataques de
diferente calibre en la plaza pública y las redes sociales que muestran
el alto grado de polarización reinante cuando faltan tres meses y medio
para los comicios.
Con la misma intensidad con que se
agrava la crisis venezolana sube el tono verbal en la campaña
colombiana, donde el temor a un eventual gobierno de izquierda, cercano
ideológicamente al fallecido presidente Hugo Chávez y su sucesor,
Nicolás Maduro, planea como un fantasma sobre parte del electorado.
La polémica alzó vuelo esta semana
luego de que las últimas encuestas mostraran en primer lugar en las
intenciones de voto para las elecciones del 27 de mayo al ex alcalde de
Bogotá Gustavo Petro, del movimiento de izquierda Colombia Humana, y
cercano a las ideas del régimen bolivariano.
"Que no le niegue @petrogustavo al
país su larga amistad con @chavezcandanga. Suficiente evidencia hay de
su simpatía y su afinidad ideológica, para que ahora actúe como Judas
negando a su mentor", escribió esta semana en Twitter el ex
vicepresidente y candidato presidencial Germán Vargas Lleras, una de las
cartas de la derecha para las presidenciales.
Vargas Lleras y Petro tienen una
vieja animadversión que sacaron a flote en esta campaña, en la que el
primero tacha al segundo de "chavista" y "populista", y el exalcalde
acusa de corrupción a su rival.
El pasado viernes, Vargas Lleras echó
gasolina a la hoguera al pedir en Twitter al presidente colombiano,
Juan Manuel Santos, "que no reconozca el resultado de las elecciones del
22 de abril en Venezuela" y que "deje que lo hagan" Petro y otros
candidatos a los que señala de izquierda, como el ex alcalde de Medellín
Sergio Fajardo y el ex negociador de paz Humberto de la Calle, "que
comulgan con esa pantomima y con ese régimen".
La crisis de Venezuela, que toca de
cerca a los colombianos con la llegada diaria de miles de inmigrantes de
ese país, y la participación en las elecciones del partido creado por
la antigua guerrilla FARC, han aumentado el sentimiento antiizquierda de
un sector de la sociedad, que teme que el péndulo de la política se
incline hacia ese lado.
"Nada más alejado de la realidad que
tu trino (tuit) vinculándome con ese dictador", respondió a Vargas
Lleras un indignado De la Calle, que además pidió al ex vicepresidente:
"midamos los excesos".
De la calle, liberal de toda la vida,
ha tenido que cargar en esta campaña con el sambenito de ficha de la
FARC por haber sido jefe del equipo negociador del gobierno con esa
guerrilla, y de simpatizante del chavismo, por lo que ha tenido que
marcar distancias.
"Maduro es un dictador que viola los
derechos humanos y que sumió a Venezuela en la miseria. Quiero
recordarles que no llegaremos a la misma situación del país vecino",
dijo hace unos días a estudiantes de la Universidad Externado de
Colombia.
En la misma situación está Fajardo,
otro favorito, que sin embargo no acaba de cuajar por su ambigüedad que
hace que la derecha lo tache de izquierdista y que la izquierda lo vea
con desconfianza porque lo siente de la derecha.
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