Al iniciar la Cuaresma y con la
celebración de la Eucaristía del Miércoles de Ceniza, la Iglesia rogó a
Dios por la superación de la crisis que padecen los venezolanos. Durante
la misa de las 5:00 pm en la Catedral de Caracas, monseñor Tulio
Ramírez Padilla condenó a los charlatanes de oficio que buscan engañar.
“En este tiempo debemos pedir al
Señor espíritu de discernimiento, que no deje vencer los ánimos del
cristiano ni por los encantadores de serpiente, ni por los charlatanes
de oficio. Esos charlatanes son los estafadores del futuro de los pobres
y marginados, de los ciudadanos de bien, son los que quitan el deseo de
superación de la gente y se lo compran con pacotilla, por tres paquetes
y cuatro latas. Les quieren robar la dignidad, libertad y la capacidad
de amar, nos dice el papa Francisco”, dijo el obispo auxiliar de
Caracas.
Al ser consultado sobre los
destinatarios de su mensaje, el prelado indicó: “Cada uno a su libre
entender tomará lo que le corresponde. Indudablemente que quien tiene la
mayor responsabilidad es el gobierno. En esta Cuaresma, el gobierno
debe ponerse en camino en función de los más necesitados. El gobierno
debe darse cuenta de que la situación que vivimos es difícil y de que
los venezolanos se las ingenian para conseguir alimentos”.
El obispo, que concelebró la
Eucaristía con los rectores del Seminario Santa Rosa de Lima y del
Seminario Redemtoris Mater, señaló que el ayuno de alimentos propio del
tiempo de penitencia cuaresmal lamentablemente no es novedad, pues se
está haciendo durante todo el año.“Pero podemos abstenernos de aquellas
cosas que nos esclavizan”, indicó.
Monseñor Ramírez Padilla expresó que
el rito de la imposición de ceniza es una llamada de conversión para
buenos y malos. Exhortó a la oración y a las obras de misericordia con
quienes más sufren en el país.
Feligresía. Más de
200 fieles asistieron a la segunda de las misas oficiadas ayer en la
Catedral de Caracas para celebrar el Miércoles de Ceniza, inicio de la
época de Cuaresma (los 40 días antes de la Semana Santa) en la que los
fieles recibieron en la frente la ceniza que significa el
arrepentimiento de los pecados.
“Con la ceniza en la frente Dios nos
está interpelando. La ceniza expresa un deseo de cambio, de
transformación de la existencia toda, abarca toda nuestra estructura. Es
la expresión de que yo, Señor, quiero cambiar mis actitudes de
comportamiento. Si no hay cambio de actitudes seguirán los
comportamientos malos”, manifestó el padre al colocar la marca a los
devotos que hicieron una larga fila.
“Conviértete y cree en el evangelio.
Polvo eres y en polvo te convertirás”, fueron las palabras con las que
se recibía a cada creyente, quienes luego se persignaban.
Pasadas las 10:40 am, mientras
el padre oraba y entre cada tanto intercalaba algún canto,
seguían llegando feligreses al templo. Algunos, se arrodillaban, se
persignaban y se unían a la misa.
El religioso extendió unas palabras
de esperanza, en las que pedía por los hambrientos, enfermos y los
venezolanos más necesitados. “Estos tiempos son especiales para hacerle
llegar al Señor nuestras oraciones respecto a todo el pueblo venezolano y
los caraqueños que estamos hoy presentes. Pedirle a Dios por quienes
pasan hambre, por nuestros enfermos en el país”.
Recordó que las buenas voluntades
deben hacerse sin presunción. “Cuando se da caridad, una limosna, no lo
hagan con trompetas, como lo hacen los hipócritas en la calle o en un
sinagoga. Les aseguro que si hacen su caridad en secreto, que solo Dios
lo sepa, ya estarán recompensados”, dijo.
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