Ciudadanos que viven en zonas
alejadas de Caracas, o en las afueras, han comenzado a abandonar sus
estudios y empleos por no contar con el suficiente dinero en efectivo
para pagar las tarifas de transporte superficial.
Los afectados afirman sentir
impotencia por tener el dinero que necesitan en sus cuentas bancarias y
no poder utilizarlo. Alegan que se les hace “casi imposible” obtener
dinero en efectivo en las taquillas de los bancos: ya que los cajeros
automáticos solo dispensan billetes del antiguo cono monetario,
insuficientes para pagar los pasajes.
El ausentismo laboral pasó de 13% a
más de 40% este año en el sector público en comparación con 2017, así lo
aseguró Servando Carbone, coordinador nacional de la Federación
Nacional de Trabajadores del Sector Público. El agremiado señaló que la
razón principal es la falta de efectivo que poseen los trabajadores para
movilizarse.
Los estudiantes no son la excepción.
Muchos han abandonado sus estudios, incluso aquellos que están inscritos
en universidades privadas. Al día deben invertir hasta 20.000 bolívares
en efectivo, o más, tan solo para asistir a sus clases diarias.
Las taquillas de algunos bancos del
país, como el Banco de Venezuela, solo entregan hasta 10.000 bolívares
en efectivo por persona, pero no todos los días realizan estas
transacciones.
Los bancos privados proporcionan
efectivo pocas veces a la semana, en su mayoría dan un máximo de 20.000
bolívares. Por esta razón, la cantidad tope de papel moneda que entregan
las entidades bancarias del país es insuficiente para pagar pasajes de
transporte superficial.
Estudios en pausa
Alejandro Martínez, de 19 años y
estudiante de la Universidad Santa María, gasta 10.000 bolívares en
efectivo diarios entre su casa, en El Hatillo, y su universidad, en el
municipio Sucre de Caracas. El joven de 4to semestre de Arquitectura
decidió no inscribirse en el nuevo ciclo lectivo debido a que, según
asegura, no tiene dinero para subir y bajar todos los días de su casa de
estudios.
“El autobús que va de El Hatillo a
Chacaíto cuesta Bs. 3.000, luego agarro el Metro hasta La California y
ahí subo a la universidad por Bs. 2.000 . En total gasto Bs. 10.000 (…)
Mi familia anda en el mismo problema que yo con el efectivo”, relató
Alejandro.
Manuel Ramírez, de 22 años,
estudiante de Comunicación Social de la misma alma máter, confesó que
gasta hasta 20.000 bolívares en efectivo diarios desde su casa en El
Morro, municipio Sucre, hasta su universidad.
“De El Morro a La California agarro
un carrito por puesto que me cobra Bs. 8.000 por viaje. El autobús que
me sube de La California a la universidad cobra Bs. 2.000; así que en
total, ida y vuelta, estoy gastando Bs. 20.000 diarios. Mi mamá no puede
ayudarme con darme efectivo, más bien yo trabajo en las tardes para
ayudarla a ella”, apuntó Ramírez. Destacó que “sobrevive” pidiendo
prestado a sus compañeros, para luego pagarles con transferencias.
Aquiles Herrera, de 22 años, es
estudiante de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), ubicada en
Antímano, y vive en San Antonio de los Altos. Paga diariamente Bs.
17.600 ida y vuelta. El joven afirmó que “no está seguro” si se
inscribirá para el nuevo periodo universitario, que inicia el 20 de
marzo.
“La única manera de ir y venir de San
Antonio es mediante una línea de autobuses en Plaza Venezuela. El
pasaje está en Bs. 8.800 en efectivo. Es complicado porque los bancos no
dan más de Bs. 10.000, eso solo me alcanza para bajar. Aquí en San
Antonio solo hay dos sedes del banco que uso y los cajeros nunca tienen
efectivo”, contó Aquiles.
Pasaje estudiantil. Actualmente
los autobuseros solo permiten un número limitado de pagos de pasaje
estudiantil por cada viaje. Los transportistas no suelen aceptar que más
de cinco personas paguen menos solo por ser estudiantes, aseguraron los
jóvenes consultados.
“No puedo continuar trabajando”
Gustavo Borges, diseñador gráfico de
25 años, piensa en renunciar por tener que invertir 40.000 bolívares en
pasajes cada semana. Vive en La Campiña y su trabajo queda en Chuao,
municipio Baruta. Asegura que los cajeros de su banco “nunca tienen
dinero”.
Borges gasta Bs. 2.000 en un bus para
llegar de su casa a Chacaíto y otros Bs. 2.000 hasta su trabajo; en su
regreso se repite el monto.
El joven reveló, en la encuesta realizada por El Nacional Web, que
solicitó “a modo de ultimátum” el pago de 160.000 bolívares en efectivo
a la empresa para la cual trabaja, para poder trasladarse.
“Ir a los cajeros o taquillas de mi
banco (privado) es una perdedera de tiempo. Nunca tienen dinero. No es
tanto por el costo del pasaje, sino porque en serio no hay billetes para
pagar (...) Espero que mi jefa comprenda y podamos llegar a una
solución”, explicó.
La “mafia” de los transportistas y los billetes
Debido a la escasez de billetes,
algunos transportistas han aprovechado la situación para cambiar el
dinero en efectivo que reciben en su trabajo por pagos en
transferencias, con un porcentaje de interés que varía de 50% a 90%.
“Unos son más abusadores que otros”,
afirmó Denise Sousa, quien ha contactado a estos trabajadores del
volante vía Facebook, en grupos de comercio digital, para adquirir
efectivo. A otros los conoce en persona.
Sousa, de 21 años, vive en Baruta y
trabaja en el centro de Caracas. Contó que se llena de impotencia al ver
que estos hombres se “aprovechan de los demás” al “vender” dinero en
efectivo.
“Ellos venden ese dinero que reciben
de ciudadanos que pagan pasajes (…) La gente pasando necesidad por
conseguir efectivo y ellos jugando con nosotros (...) Te llegan a pedir
hasta 190.000 bolívares en transferencia para darte 100.000 bolívares en
efectivo. Claro, como ellos están recibiendo billetes todo día,
para ellos es fácil tener efectivo”, apuntó.
La ciudadana reconoció que compra dinero en efectivo, pero solo cuando se lo ofrecen con 50% de interés.
Cono monetario insuficiente
En diciembre de 2016, cuando era
presidente del Banco Central de Venezuela Nelson Merentes, se anunció la
creación del nuevo cono monetario (billetes de 1.000, 2.000, 5.000,
10.000 y 20.000 bolívares). Más tarde, en noviembre de 2017, el gobierno
informó sobre la creación del billete de 100.000 bolívares.
En apenas el primer trimestre de 2018
se ha sentido un vertiginoso aumento en la pérdida del poder
adquisitivo del venezolano, que gana en bolívares.
Para la fecha, la gran mayoría de los
cajeros automáticos no dispensan billetes del nuevo cono monetario y
los billetes de Bs. 100.000 son raramente vistos por la población.
Ante la falta de papel moneda, los
venezolanos de a pie recurren a la compra de billetes para sobrevivir y
pagar su pasaje de transporte; pero la crisis inflacionaria empeora cada
día, el costo de los pasajes sube y el dinero en efectivo se hace cada
vez más insuficiente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.