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domingo, 4 de marzo de 2018

La dolarización informal en productos y servicios es un síntoma de la hiperinflación

 REUTERS/Esam Omran Al-Fetori
REUTERS/Esam Omran Al-Fetori

En Ciudad Comercial Alta Vista II, una tienda de servicio técnico y venta de accesorios y teléfonos celulares muestra un cartel de precios en bolívares y dólares en la vitrina. En una tienda de vestidos en el centro de Puerto Ordaz, la vendedora explica que la ropa puede ser cancelada en dólares -en efectivo o por transferencia- o en bolívares, al cambio del día. Por la red Instagram, una marca de trajes de baño que nació en la zona comercializa sus piezas en $60 el modelo de cuerpo entero.


Solo tres ejemplos de cómo el dólar cobra fuerza como moneda de cambio o como referencia en la cotización de costos de productos y servicios. Así lo reseña correodelcaroni.com
Gregory Ruiz, un guía turístico de la ruta hacia el mágico tepuy Roraima en el Parque Nacional Canaima, al sur de Bolívar, cuenta que a finales de 2017 tuvieron que hacer el cambio de la moneda de cobro del bolívar al dólar. La hiperinflación ya era un hecho en Venezuela, con variaciones mensuales de precios superiores al 50%.
El margen de ganancias empezó a mermar, un choque frente a precios cada vez más altos. “En varias oportunidades me tocó subsidiar el viaje, porque llegaba la fecha y no alcanzaba lo que se había cobrado para cubrir los gastos”, recuerda.
Motivado por los aumentos de servicios locales, transporte, comida y buscando minimizar el impacto en el margen de ganancia, que ya había bajado a 15%, lo que hacía poco rentable la actividad e impedía la reposición de equipos y la cobertura de gastos varios, operadores de la zona llegaron al acuerdo de cobrar una tarifa en dólares.
La tarifa fue tasada en $50 por el tour básico de 7 días, 6 noches, que incluye todos los servicios, pero el nivel de inflación ha sido tan alto que, incluso, ese monto en moneda extranjera tuvo que ser ajustado a $100. “El monto original no fue suficiente para ir a la par de la hiperinflación que estamos viviendo, íbamos siempre dos pasos atrás”.
“Cuando el dólar (paralelo) llegó a estar en los picos de 280 y 290 mil bolívares cubríamos nuestras tarifas con margen de ganancia del 30%, pero a medida que ha ido bajando y la inflación sigue en aumento nos hemos visto perjudicados”.
La modificación del convenio cambiario N° 36, en noviembre de 2016, autorizó a los operadores turísticos -bajo ciertos criterios de categorización por el Ministerio de Turismo- a realizar cobros en dólares a los turistas extranjeros y a administrar 60% de esas divisas. La medida era aplicable también a las líneas aéreas y a las mercancías que se expenden a bordo de aviones y embarcaciones que cubren rutas internacionales.
Pero el cobro en dólares se amplió a todo tipo de servicios y toca hoy, incluso, al servicio de transporte terrestre. “No solo alojamiento, sino paseos y tours se están cobrando en dólares, aunque en teoría es ilegal”, dijo una fuente del gremio turístico, que prefirió mantener su nombre en reserva. “Incluso, al que se va de Venezuela, les cobran en dólares para llevarlo de Caracas a un estado fronterizo para migrar”.
Los servicios de salud no se han visto ajenos a la cotización con base en la moneda extranjera. Una odontóloga de 41 años, que prefirió no ser identificada, explicó que tratamientos importantes que involucran ortodoncia o prótesis dentales están dolarizados y se cobran por transferencia, en efectivo o en moneda local al cambio del día.
La medida deviene de que las materias primas son importadas y los precios varían a diario. “Otros tratamientos más sencillos hemos tratado de mantenerlos más bajos porque la gente no tiene capacidad de pagarlos. Antes un odontólogo ganaba en una consulta cinco dólares, pero la realidad ahora es distinta”.
La cotización de servicios en dólares en el sector inmobiliario y automotriz tiene varios años adoptada, aunque en una suerte de clandestinidad, pues el control de cambio impide que las transacciones sean abiertamente en moneda extranjera. “Las operaciones de compraventa se hacen en dólares, con acuerdo entre las partes, pero para la firma de los documentos deben ser en bolívares obligatoriamente por las leyes vigentes”, expresó un corredor inmobiliario.
Dolarización informal de la economía
El economista y director de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, cataloga el momento actual como una dolarización informal, que se hará más frecuente en la medida en que no se corrijan las graves distorsiones que afectan a la economía actualmente.
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