Familiares del paramédico Boris
Quiñones solicitaron una medida humanitaria para el preso político,
luego de que intentara quitarse la vida en dos ocasiones, en menos de
una semana, tras enterarse que sería juzgado privado de libertad y no
con una medida cautelar, informó un familiar a El Nacional Web.
Quiñones fue aprehendido en las protestas de 2017 cuando auxiliaba a los manifestantes en Maracay, estado Aragua.
El jueves 1° de marzo el paramédico
atentó en contra de su vida por primera vez, al ingerir cloro. El
centro de formación para el nombre nuevo “El Libertador” de Tocuyito se
comunicó con el familiar de Quiñones para informar del intento de
suicidio.
El familiar señaló que no supo de su
estado de salud hasta el sábado, cuando Quiñones se comunicó vía
telefónica para informarle que se encontraba estable: “Sus palabras
exactas fueron 'yo no me pienso podrir aquí'”.
Este lunes Quiñones intentó ahorcarse en su celda. Esta vez el penal no se comunicó con los familiares.
“Intentó ahorcarse supuestamente (…)
Lo digo así porque no tengo una llamada oficial del penal por ese
incidente”, dijo el familiar del recluso.
Quiñones fue sacado de la celda “casi
morado y sin poder respirar”, según indicó un contacto de otro preso
político a los parientes de Quiñones.
El paramédico se encuentra aislado e incomunicado dentro del penal, aseguró la fuente a El Nacional Web. Desconoce su estado de salud y el paradero.
Debido a la gravedad de lo ocurrido,
la defensa del caso exigió a las autoridades un traslado a un centro
médico para realizarle una evaluación física y psicológica.
Carlos Penella, abogado penalista de
Foro Penal y miembro de la defensa de Quiñones, consignó un documento
ante la Defensoría del Pueblo de Aragua para exigir al juez 9no. de
Control de Aragua, Israel Paredes, que autorice la medida de casa por
cárcel para el paramédico.
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