La crisis económica no distingue clase o ubicación. Los venezolanos se quejan diariamente por la escasez, la inflación y el colapso de los servicios públicos. Los habitantes del oeste de Caracas, aunque no lo puedan expresar abiertamente, también apoyan las acciones de protestas contra la situación del país y
en rechazo a las medidas del gobierno nacional. Sin embargo, según Leonardo Silva, dirigente social de Catia, se ven limitados a las convocatorias de la oposición por miedo a los colectivos oficialistas en sus comunidades.“En el oeste apoyan el paro y las protestas, pero la gente y los comerciantes temen represalias de los colectivos, hay miedo y coacción”, dijo Silva y aseguró que los ciudadanos están confundidos con los anuncios del presidente Nicolás Maduro, y que lo que más les preocupa a los residentes de Catia y La pastora, entre otras zonas, es perder sus puestos de trabajos.
Afirmó que en las comunidades del
oeste caraqueño el descontento es por la caída del poder adquisitivo, la
inseguridad y el colapso de servicios que cada día está peor. Dijo que
pese a que muchos no son afectos al gobierno, se reservan las críticas
porque si la manifiestan públicamente pierden los beneficios de
programas del Estado, como las cajas CLAP y los bonos del carnet de la
patria.
“Aquí funcionamos distinto a todo el
territorio nacional. Hay colectivos cerca. De hecho hoy, a pesar de la
reconversión, varios comercios abrieron bajo amenazas. Los comerciantes
apoyan el paro pero difícilmente aquí se desarrolle con fuerza aunque ya
la gente no crea en Maduro”, aseguró.
Algunas comunidades de los municipios
Sucre, Baruta y El Hatillo respaldaron la convocatoria de paro que
hicieron Voluntad Popular, Primero Justicia y La Causa R. Informaron que
entre los vecinos se han organizado para avalar la propuesta que
consideran viable para presionar al gobierno y producir un cambio
económico que beneficie a la sociedad.
José García, dirigente vecinal de
Terrazas del Ávila, señaló que las medidas empobrecen a los ciudadanos.
“Somos una comunidad donde hay muchos pequeños y medianos comerciantes
que amanecieron técnicamente quebrados, con su capital destruido y por
consiguiente sus empresas. Este paro es una forma de evaluar las futuras
acciones y posiciones”
Mercedes Silva, vocera de El Hatillo,
consideró que es necesaria la unión entre la comunidad y los
comerciantes ante “la atrocidad que anunció Maduro”, qué, afirmó,
afectará a la comunidad de manera que cierren los comercios y mercados
populares de la zona.
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