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sábado, 25 de agosto de 2018

Gorrín, controversial empresario chavista, emerge como arquitecto en caso de ‘bolichicos’

El empresario venezolano Raúl Gorrín, conocido por su polémica compra del canal de noticias Globovision, comienza a aparecer como el gran arquitecto de la operación de lavado de $1,200 millones que también involucra al gobernante venezolano Nicolás Maduro y a sus hijastros, señalan documentos del caso federal realizado en Miami y personas familiarizadas con la investigación.

El caso de la fiscalía ahora cuenta con el testimonio de Krull, quien mantuvo por años una relación de trabajo con Gorrín, así como con el también polémico empresario venezolano Francisco Convit, otro de los venezolanos acusados por las autoridades de haber participado en la conspiración.
Y la decisión de colaborar del banquero alemán podría abrirle las puertas a nuevas investigaciones contra Gorrín.
“Krull estaba específicamente en conocimiento de que el Conspirador 7 [Gorrín] estaba previamente involucrado en otro esquema de corrupción involucrando a otro alto funcionario venezolano en base a los propios comentarios que el Conspirador 7 le formuló a Krull”, resalta uno de los documentos de la corte.
El abogado de Gorrin en Estados Unidos, Howard Srebnick, negó que su cliente, quien hasta ahora no enfrenta ningún cargo, esté involucrado en algún delito.
“El señor Gorrín es un exitoso magnate de los medios de comunicación que no ha estado involucrado en níngun tipo de lavado de dinero”, dijo recientemente Srebnick en un mensaje enviado al Miami Herald.
Por otro lado, el régimen de Venezuela no respondió a solicitudes formuladas por el Nuevo Herald para conversar sobre las acusaciones formuladas en la Corte Federal de Miami implicando a Maduro y a los hijos de Cilia Flores, su esposa.
Flores, quien lleva una relación sentimental con Maduro de más de dos décadas, tiene tres hijos de un matrimonio previo: Yosser Gavidia Flores, Walter Gavidia Flores y Yoswal Gavidia Flores.
Fiscales estadounidenses congelaron esta semana cientos de millones de dólares en propiedades de lujo y otros activos en el sur de Florida, vinculados a la presunta red de empresarios y ex funcionarios del régimen de Nicolás Maduro acusados de conspirar para lavar los fondos malversados de las arcas del Estado venezolano.
Entre las propiedades congeladas figuran cuatro viviendas lujosas vinculadas al presunto testaferro de los hijastros de Maduro.
El gobernante venezolano también está bajo investigación.
Las viviendas congeladas suman 17, algunas de ellas suntuosas, así como fincas decaballos ubicadas en Florida. El valor total de las propiedades oscila entre los $22 millones y los $35 millones, según las valoraciones de propiedad que aparecen en los registros públicos y en las estimaciones de precio realizadas por el mercado inmobiliario.
Según los documentos de la corte, Gorrín contactó a Krull en el 2016 para que le ayudara con el tramo de dinero valorado en $600 millones, generado a través decontratos cambiarios.
“El Conspirador número 7 [Gorrín] declaró que necesitaba una solución para mover y depositar los fondos”, señala uno de los documentos.
Los $600 millones habían sido obtenidos fraudulentamente de la estatal PDVSA, que se comprometió a pagar ese monto para cancelar una deuda contraída inicialmente por 7,200 millones de bolívares, utilizando el escandalosamente favorable tipo de cambio oficial de la época, de 12 bolívares por dólar, en vez de la tasa real para el período, cercana a los 200 bolívares por dólar.
Esas condiciones aseguraban que gastando solo unos $35 millones en el mercado paralelo, los conspiradores podrían conseguir los 7,200 millones de bolívares que requerían para obtener posteriormente el pago de $600 millones.
Posteriormente, el contrato de préstamo fue duplicado a 14,000 millones de bolívares, elevando el potencial de ingresos por los integrantes de la red a $1,200 millones, reseña la fiscalía.
Los documentos de la corte también brindan algunas pistas sobre la naturaleza de la relación entre Gorrín con los hijastros de Maduro.
Algo de esto puede verse en la conversación que Gorrín sostuvo con Krull en sus oficinas en Venezuela, tras preguntarle si él sabía la identidad de las personas que Bonilla representaba.
“El Conspirador 7 le explicó a Krull como ‘Los Chamos’ ayudaban al Conspirador 7 a resolver temas con el Funcionario Venezolano 2 [Maduro] , intercediendo con sumadre [Cilia Flores], la esposa del Funcionario Venezolano 2”, resalta otro de los documentos.
“El Conspirador 7 entonces le presentó Krull a Los Chamos, quienes se encontraban sentados en el cuarto de al lado con Conspirador 9 y Conspirador 11, llevando sombreros y cadenas. Se le explicó a Krull que Mario Enrique Bonilla Vallera y Conspirador 10 serían los testaferros dueños de las cuentas pertenecientes a Los Chamos, en cualquiera de las soluciones que Krull pudiese brindar”, resaltó.
Krull, el Conspirador 10 y Bonilla se reunieron en varias oportunidades posteriormente para asistir a los testaferros a recibir los fondos de PDVSA.
Una de las reuniones entre Krull y Gorrin fue realizada en un apartamento en Fisher Island, que estaba siendo renovado por el empresario venezolano.

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El empresario Raúl Gorrín saliendo de una tienda exclusiva en Coral Gables.
Foto de cortesía

Gorrin, quien se convirtió en el dueño del canal de noticias Globovisión en marzo de2013 a través de una polémica compra, es considerado por muchos como uno de los hombres de negocios más ricos e influyentes de Venezuela, gracias a sus estrechas relaciones con miembros clave del régimen, incluyendo a la familia presidencial.
Ascendiendo de orígenes humildes, Gorrín también consolidó el control de Aseguradora La Vitalicia, que adquirió en 2008 con los socios Juan Domingo Cordero y Gustavo Perdomo.
Gorrin y Perdomo también tienen considerables propiedades de bienes raíces en Estados Unidos, incluyendo exuberantes propiedades en el sur de la Florida pese a haber sido declarados como personas non grata por la ciudad de Miami.
La venta de Globovisión fue un gran golpe para la población democrática de Venezuela, ya que cerró el último canal de televisión que desafiaba la censura gubernamental. La programación de la estación cambió drásticamente a las pocas semanas de la venta y los periodistas prominentes que trabajaban allí renunciaron cuando los nuevos propietarios trataron de imponer la autocensura.
“¿Saben dónde viven?”, Preguntó el senador Marco Rubio, republicano por Florida, a Roberta Jacobson, secretaria de Estado asistente para el Hemisferio Occidental, en una audiencia en el Senado celebrada en 2014 para aprobar sanciones contra los principales líderes del gobierno venezolano.
“Viven en Miami, son dueños de una mansión de varios millones de dólares en Cocoplum. Manejan por las calles en sus autos lujosos, y se ríen de usted y se ríen de nosotros porque saben que pueden hacer esto sin que se les castigue”, declaró el senador.
Gorrín y Perdomo poseen propiedades en Cocoplum, una de las áreas más caras del sur dela Florida.
Una de las propiedades, utilizada por Gorrín y su familia cuando visitan a Miami está ahora en venta por $8 millones.
La mansión de Perdomo en Cocoplum, ubicada a pocos metros de la de Gorrín, también está en venta por unos $4.75 millones.
Gorrín también posee un exuberante apartamento de Nueva York, valorado en cerca de $20 millones, y cerca de media docena de más modestos departamentos en un edificio de Coral Gables.
Siga aAntonio María Delgado en Twitter:@DelgadoAntonioM


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