La crisis económica en Venezuela se
ha agravado desde el 20 de agosto cuando el presidente Nicolás
Maduro, puso en marcha su programa de "recuperación, crecimiento y
prosperidad", un plan que según el gobierno ha sido exitoso pero que
contrasta con la escasez generalizada que se vive en el país.La hiperinflación que entró Venezuela
desde el año 2017 se disparó luego del paquete de ajustes financieros
decretados por el Ejecutivo, al punto de que los precios suben cuatro
por ciento cada día y lo hicieron en 223,1 % el mes pasado, informó la
Asamblea Nacional en un reporte mensual.
"Tenemos cuatro semanas de una
inflación que se ha acelerado de una manera importante y para el mes de
septiembre vamos a tener la inflación más alta de lo que va de año como
consecuencia de las medidas", dijo el diputado Ángel Alvarado, miembro
de la Comisión de Finanzas de la Cámara a la agencia de noticias Efe.
El legislador criticó que las
promesas de apertura económica del gobierno no se han cumplido al
considerar que, por el contrario, existen más controles, especialmente
sobre el flujo de divisas, la producción y distribución de alimentos y
otros productos de primera necesidad, generalmente escasos.
El gobierno fijó los precios de
decenas de productos como la carne, el pollo y los huevos, alimentos que
han desaparecido de los supermercados y que se conseguían con relativa
facilidad dentro del desabastecimiento en que se encuentra el país desde
hace años.
Ante esto, Maduro anunció más
controles sobre la actividad económica que, explicó, será fiscalizada
para castigar a quienes no respeten los precios acordados, aún cuando
los empresarios han denunciado que los nuevos precios los determinó el
gobierno sin considerar los gastos de inversión y las ganancias.
El mandatario invitó a los ciudadanos
a contribuir con la recuperación económica canjeando sus divisas en el
mercado oficial de subastas, un espacio que sigue ofreciendo un precio
muy inferior al que se maneja en el mercado paralelo e ilegal.
Pese a que el gobierno ha promovido
las subastas y autorizó que los bancos nacionales operen con monedas
extranjeras, en ninguna entidad financiera o casa de cambio se puede
comprar un dólar o euro, pero sí se puede vender a la tasa que fija el
Banco Central de Venezuela, por lo que las ofertas son pocas.
"La expectativa que había que eso
podía ser una apertura del control de cambio se ha convertido en un
control más férreo que criminaliza aún más la actividad económica y
genera mucha más desconfianza y miedo", opinó Alvarado al recordar que
el gobierno despenalizó este mes los ilícitos cambiarios.
El parlamentario cuestionó el aumento
del ingreso mínimo legal que Maduro multiplicó por 35 y lo ubicó en
unos 30 dólares, según la tasa oficial de cambio. Ésto dejó sin empleo a
muchos venezolanos y generó una de las tasas de desempleo más altas en
lo que va de año.
El mandatario también aumentó
el impuesto general sobre el consumo, anunciando un incremento en el
precio de la gasolina. Se comprometió a reducir el déficit fiscal a
cero, algo que no ha cumplido acorde a las declaraciones de Alvarado
quien aseguró que el BCV sigue imprimiendo dinero sin respaldo,
estimulando la inflación.
El ejecutivo puso en marcha una
reconversión monetaria que le quitó cinco ceros al bolívar, una moneda
que devaluó en 95,8 %, y echó a andar una nueva familia de billetes con
denominaciones más ajustadas a la hiperinflación.
Uno de los propósitos de esta medida
era corregir la escasez de dinero físico, un problema que persiste así
como la reventa de los billetes especialmente en los estados
fronterizos, donde los ciudadanos pueden comprar productos escasos a
precios más bajos si pagan con efectivo.
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