.

.

Translate

jueves, 25 de octubre de 2018

Unas aulas fantasmales amenazan el futuro

Foto: Referencial
Foto: Referencial

Xiomara Borges | r2001@bloquedearmas.com 
La educación superior al igual que el país está en crisis. El panorama no pinta alentador. Las Almas Máter públicas están en el suelo, por falta de mantenimiento que no brindan las autoridades y estos, a su vez, salvan su responsabilidad quejándose de que no tienen presupuesto porque el Ejecutivo no les hace la entrega del dinero debidamente y de manera oportuna.



Las universidades muestran edificios en abandono por desidia o por la mano del hampa… por tanto suspenden sus actividades académicas.Los alumnos, población que ya ha mermado porque muchos se van del país en busca de mejor calidad de vida, sufren la pérdida de tiempo que extiende la meta para alcanzar un título universitario.
A esto se suma la carencia de profesores que ya no le interesa dar clases por los salarios tan bajos o porque simplemente, ya se fueron del país.
Por otra parte, ante la crisis económica las casas de estudio superior privadas se ven en la necesidad de aumentar las matrículas de pago que muchos estudiantes no pueden cancelar.
El país, a juicio de los profesores, están quedando sin educación superior de calidad. Sin profesionales , sin investigación ...
En otras palabras la educación superior “está palo abajo” en perjuicio del país.
ULA. El secretario administrativo de la Universidad de Los Andes, profesor José María Andérez, hace un preciso diagnóstico del caso , en declaraciones ofrecidas a la oficina de prensa de la Universidad de Los Andes.
Dice Andérez que “un fenómeno de estos nuevos tiempos ha sido la diáspora estudiantil y profesional por la que está atravesando Venezuela. Esto debido a la actual situación económica, que ha hecho que los jóvenes profesionales, una vez que se gradúan, se van al exterior, generando no sólo la pérdida de talento sino también de la inversión que ha hecho el Estado en su educación. Los estudiantes ya formados se van a otros países y contribuyen con el desarrollo de los mismos. Esto debe considerarse ya como un problema de Estado y, como tal, debe ser tratado y resuelto”.
Refiere el profesor de la ULA que el problema que ha venido creciendo en los últimos 5 o 6 años, ya toca también a la universidad. “Hace un par de años para acá, también estamos viendo una pérdida masiva de profesores de escalafón, inclusive algunos de ellos que están próximos a jubilarse y al no poder mantenerse acá por la situación económica, de inseguridad, así como de salud, prefieren irse a los países vecinos con el objeto de poder mantener a sus familias que en muchas ocasiones dejan atrás”.
Señala José María Andérez, que las cifras cada día son más alarmantes.

Pérdida de profesores.“En el año 2017, se perdió un 7% de la planta profesoral, con el agravante de que la mayoría de los que se van son profesores asociados, agregados y titulares, es decir, prácticamente gente que dirige investigación y trabaja en los postgrados”. Explica que la universidad va a sentir, en los próximos años, una disminución fuerte en la calidad de la educación que está impartiendo y, sobre todo, en los proyectos de investigación que desarrollan, en el número de artículos y de libros publicados, entre otras actividades de extensión y académicas.
En cuanto a la deserción estudiantil, dice que “según las informaciones que se tienen de la Oficina Central de Registros Estudiantiles (Ocre), en el último año y medio se ha incrementado en un 25 % con respecto al 15% que ya se venía manejando por deserción en años anteriores, de manera que la deserción real debe estar entre el 40 y el 50%. Sin embargo, estamos viendo con mucha preocupación que los estudiantes se siguen inscribiendo, algunos inclusive desde el exterior, ya que se pueden inscribir por internet, pero luego no concurren a clases, no presentan exámenes y retiran el semestre una vez que se está venciendo, contribuyendo así a incrementar los porcentajes de deserción estudiantil aun sin haber estado en la universidad”, indicó el profesor.
Recordó que la Universidad de Los Andes llegó a tener una matrícula de más de 50 mil estudiantes, “ahora tiene un tamaño matricular cercano a los 30 mil estudiantes, que abarca sus sedes de Mérida, Trujillo y Táchira. La razón para que un gran número de estudiantes se marchen es porque no pueden mantenerse en Mérida y ni siquiera en Venezuela”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.