Nicholas Casey y Clifford Krauss
The New York Times
EL FURRIAL, Venezuela
Un pozo petrolero estuvo ocioso durante semanas debido a que faltaba una sola pieza del equipo. Otro fue atacado por pandillas armadas que se hicieron de todo lo que pudieron cargar. Muchos trabajadores petroleros dicen que les pagan tan poco que comen a duras penas y tienen que vigilarse entre sí por si se desmayan mientras están en las alturas de los pozos.