El régimen de Nicolás Maduro instaló el lunes una mesa de diálogo con “mini partidos”
de la “oposición” sin notificar a Noruega, país que actúa de mediador
en otras conversaciones con la coalición de los grandes partidos
adversarios a la dictadura chavista, denunció el miércoles Gerardo Blyde, negociador de la delegación del gobierno encargado de Juan Guaidó.
Chavistas y opositores de Venezuela se
habían reunido en los últimos meses con el gobierno de Noruega para
intentar llegar a una salida a la profunda crisis económica y política
que atraviesa el país petrolero, pero el diálogo se estancó.
“Hay mala fe de Maduro, estaba jugando en dos tableros. Tras bastidores montaba otra opción cuando ésta se le puso muy difícil“, dijo Gerardo Blyde.
“Los noruegos no sabían nada de lo que pasó, estuvieron el fin de semana y cuando se fueron se presentó la propuesta“, acotó Blyde.
Ni el Ministerio de Comunicación
venezolano ni la cancillería de Noruega respondieron de inmediato a las
solicitudes de comentarios.
Blyde dijo que los
representantes del gobierno de Maduro dejaron de asistir en agosto a las
conversaciones supervisadas por Noruega, justo cuando al gobierno le
tocaba tomar decisiones sobre un acuerdo integral.
El régimen de Maduro acordó el lunes
iniciar otro debate con representantes de cuatro pequeños partidos
opositores, sin mediación internacional, que busca acuerdos parciales.
Pocas horas después, el presidente sugirió la posibilidad de retomar en
paralelo el mecanismo con Oslo.
El bloque opositor había propuesto instalar un consejo de gobierno de transición de nueve miembros,
uno de ellos independiente y también algún militar, que convocaría a
elecciones presidenciales en nueve meses. Pero según Blyde, los
representantes de Maduro se quedaron sin respuestas.
La propuesta opositora consistía en que
el consejo nombrara nuevas autoridades electorales antes de llamar a
unos comicios. A medida de que se fueran cumpliendo los acuerdos, las
sanciones internacionales podrían ser levantadas poco a poco, como
exigía el régimen de Maduro.
Blyde no cree que la nueva mesa de
diálogo nacional pueda avanzar en una salida a la crisis porque Estados
Unidos, Europa y Canadá, que han impuesto las sanciones, reconocen a Guaidó como presidente encargado y no al grupo minoritario que participa de las conversaciones paralelas.
“(La negociación mediada por Oslo)
volverá pero en las peores condiciones para los venezolanos y con menos
tiempo, y quizás con más presión internacional e interna“, sostuvo Blyde. “Es una inmensa irresponsabilidad de Maduro haberse parado de la mesa“.
Con información de REUTERS
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