Tras varios días consecutivos, los
vecinos de diversos sectores del Este de Caracas y del estado Miranda
han reportado constantes averías que ni el propio Freddy Brito, nuevo
cabecilla de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), es capaz de
ocultar.
Los bajones de energía empiezan a ser
una constante, tal como buena parte del interior de Venezuela ya padece
desde hace mucho. Lo peor es que más tarde llegan los apagones que
pueden mantenerse por varias horas sin solución.
Además del cese del servicio, las caídas
paralizan el funcionamiento, ya mediocre de por sí, del Metro de
Caracas, tocando sensiblemente el normal desenvolvimiento social y
comercial de la capital.
Por el momento, Corpoelec se abstiene informar que se encarga de reparar los problemas pero, poco después, estos resurgen.
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