Quito, 3 oct (EFE).- El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, apuntó este
jueves que la intención de los manifestantes que han protagonizado
disturbios con las fuerzas de seguridad y bloqueado calles y vías del
país durante la jornada ha sido la de "desestabilizar el Gobierno".
Así lo manifestó a los medios en el aeropuerto de Guayaquil, donde
aseguró que su Ejecutivo "ha agotado el mecanismo de diálogo" con los
transportistas, que hoy se declararon en huelga a nivel nacional a raíz
de la subida de los carburantes.
"Venimos dialogando desde hace muchísimo tiempo, la escasa seriedad nos
hace presumir que a lo mejor la intención es como se evidencia,
desestabilizar al Gobierno democráticamente y legalmente constituido",
aseguró Moreno, quien decretó este jueves el estado de excepción en
Ecuador.
La medida, que tiene una vigencia de 60 días, tiene por objetivo
garantizar la seguridad y el normal funcionamiento de servicios básicos e
instituciones.
El Ejecutivo ecuatoriano decretó el estado de excepción en todo el país a
raíz de los desórdenes públicos y el bloqueo de calles y vías
protagonizados por transportistas y otros colectivos sociales, que
reaccionaron así una serie de medidas anunciadas por el presidente,
entre ellas la subida de combustibles, tomadas en el marco de un acuerdo
crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Cientos de estudiantes universitarios y manifestantes de sectores
sociales rompieron hoy las vallas de seguridad que cercaban los
alrededores del palacio de Gobierno, Carondelet, y se enfrentaron con
policías.
El paro del transporte provocó la suspensión de clases y piquetes en
calles y avenidas de la capital ecuatoriana, donde se quemaron
neumáticos y maderas.
En diferentes sectores de la ciudad de Guayaquil, considerada la capital
económica de Ecuador, se produjeron altercados, además de saqueos a
comercios y establecimientos públicos ante la incapacidad de las fuerzas
de seguridad de garantizar el orden, por lo que numerosas tiendas
tuvieron que cerrar para evitar robos masivos.
Moreno manifestó que los ministros del Gobierno le informaron desde
Quito que "se están controlando casi en su totalidad los focos de
violencia que se han generado".
Agradeció la intervención de las Fuerzas Armadas y Policía para
recuperar "la paz y la calma" y señaló que tras la declaratoria del
estado de excepción la actuación ha de las fuerzas de seguridad "ha sido
bastante efectivo".
El jefe del Estado ecuatoriano insistió en que su tarea, al igual que la
de su gabinete de ministros y fuerzas de seguridad, es la de "evitar
que aquellos que saquearon el país, sigan saqueando en otras instancias
el Ecuador, no lo vamos a permitir", dijo en alusión al Gobierno
anterior, liderado por su otrora correligionario Rafael Correa.
Y advirtió de que "las personas que violen la ley, definitivamente,
deberán ser detenidas" antes de advertir "a esos golpistas", que
"Ecuador les está diciendo que no, así es que mejor, acójanse a las
consecuencias".
Interpelado sobre si tenía conocimiento de si continuará el paro de los
transportistas, Moreno indicó que la estrategia de su Gobierno es
"primero, frenar los brotes de violencia", antes de avanzar que en horas
de la noche se adoptarán decisiones al respecto.
Legisladores leales al expresidente ecuatoriano Correa pidieron este
jueves un adelanto de elecciones y una sesión extraordinaria en la
Asamblea Nacional (Parlamento) para exigir la destitución de Moreno a
raíz de la situación que se ha vivido en las últimas horas. EFE
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