El grupo de trabajo en Venezuela de la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, exigió al régimen de Nicolás Maduro la liberación inmediata del diputado opositor Juan Requesens.
A través de un comunicado, el equipo de la ex presidenta chilena en el
país caribeño denunció que la privación de libertad del legislador “es
arbitraria”: “El Grupo de Trabajo considera que, teniendo en cuenta las
circunstancias del caso, el remedio adecuado sería poner al sr.
Requesens inmediatamente en libertad y concederle el derecho efectivo a
obtener una indemnización y otros tipos de reparación, de conformidad
con el derecho internacional”.
Asimismo, instan al régimen de Maduro a adoptar
“las medidas necesarias para remediar la situación de Requesens sin
dilación y ponerla en conformidad con las normas internacionales
pertinentes”.
“El Grupo de Trabajo insta al Gobierno a que lleve a cabo una
investigación exhaustiva e independiente de las circunstancias en torno a
la privación arbitraria de libertad del sr. Requesens y adopte las
medidas pertinentes contra los responsables de la violación de sus
derechos”, agrega el texto.
El equipo de Bachelet informó que remitirá el caso “al Relator Especial
sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes, así como al Relator Especial sobre el derecho al disfrute
del nivel más alto de salud física y mental”.
Requesen lleva más de 400 días secuestrado por el régimen chavista.
El joven diputado opositor fue sorprendido en su residencia la noche del 7 de agosto de 2018 por funcionarios de inteligencia
que se lo llevaron detenido ilegalmente, junto a su hermana Rafaela,
quien fue puesta en libertad unas dos horas después, pero Juan sigue
encarcelado e incomunicado.
El diputado, de 29 años, está acusado por la Justicia chavista de
complicidad en la activación de dos drones cargados de explosivos cerca
de una tarima donde Maduro daba un discurso el 4 de agosto, durante una
parada militar en Caracas. El régimen asegura que el objetivo era
asesinar a Maduro, quien luego del hecho acusó al exiliado diputado
Julio Borges y al ex presidente colombiano Juan Manuel Santos de haber
orquestado el plan. Todas estas acusaciones fueron negadas por el
entorno del diputado y el resto de los señalados.
Días después de su detención ilegal, circuló en las redes sociales un
video en el que aparece Requesens en ropa interior manchada de
excrementos, lo que desató la condena internacional. La oposición y la familia del preso político presentaron pruebas de que fue torturado para grabar ese video.
El pasado mes de junio, durante su visita a Venezuela, Bachelet se reunió con familiares de presos políticos y víctimas de la represión de la dictadura. En ese emotivo encuentro estuvo presente Juan Guillermo Requesens,
padre del diputado, quien afirmó que la alta comisionada para los
derechos humanos de la ONU se mostró “muy conmovida” ante los
desgarradores testimonios.
“Michelle
Bachelet dijo que iba a ser lo posible y se comprometió a seguir
trabajando en la defensa de los Derechos Humanos y la liberación de los
presos políticos”, manifestó el padre de Requesens, tras el encuentro con la ex presidenta chilena.
Luego, la alta comisionada realizó un lapidario informe
sobre las violaciones a los derechos humanos en Venezuela. El documento
detalla la grave situación que atraviesa el país caribeño: torturas,
asesinatos, crisis sanitaria y migratoria e inacción del régimen ante
las denuncias.
En septiembre, Bachelet actualizó el informe y lamentó que el chavismo no haya tomado las medidas que le pidió para reducir la violencia estatal contra los venezolanos.
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