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sábado, 7 de noviembre de 2020

Gastos por servicios funerarios representan otro duelo difícil de afrontar para las familias venezolanas

 


El fallecimiento de una persona no solo envuelve en duelo a una familia, también la obliga a cubrir una serie de gastos en servicios funerarios, bien sea cremación o inhumación que, en medio de un colapso económico y la pandemia por coronavirus, son difíciles de costear para el grueso de la población.

Por Jhoalys Siverio / correodelcaroni.com


Los precios de los servicios funerarios evidencian la escalada de la hiperinflación en Venezuela. Los montos superan la capacidad de la mayoría de las familias quienes saben que no cuentan con una alternativa gratuita, como la que puede prestar la municipalidad, para un sepelio digno.

A raíz de la cuarentena por la COVID-19, los servicios funerarios fueron suspendidos por medidas de seguridad, sobre todo, si la persona falleció a causa del virus o alguna enfermedad respiratoria, que se trata con el mismo protocolo. Los cuerpos son cremados o enterrados inmediatamente salen del hospital, clínica o domicilio, una vez se gestionan todos los permisos.

En el acto de cremación o de inhumación tampoco se permite la presencia de familiares, solo de quienes realizarán el trabajo bajo las estrictas medidas de seguridad: bragas, guantes de látex, de nitrilo y de carnaza, y aspersor manual, uno con cloro y otro con alcohol.


Acotó que hay funerarias que incluyen el servicio para la cremación, pero cobran un monto distinto al familiar. González aclaró también que la Funeraria Santa Bárbara no cuenta con gestores.
Actualmente la única funeraria en Ciudad Guayana que presta el servicio crematorio es la Santa Bárbara, en San Félix. El costo de una cremación es de 300 dólares, indicó Yulis González, gerente de la empresa.

“Hay personas que no tienen los 300 dólares y tratamos de rebajarles el precio. La cuestión es solventarle el problema, tratando de ser flexibles”, afirmó.

Protocolo de despedida

Si bien los servicios velatorios están suspendidos, en casos donde la muerte fue por causas ajenas a COVID-19 o enfermedades respiratorias, las funerarias aplican lo que denominan “protocolo de despedida de cuerpo”. En la Funeraria Santa Bárbara permiten a un máximo de 10 familiares estar una hora en sala. En la Funeraria Profamilia, en Puerto Ordaz, el tiempo máximo permitido es de media hora.

Esperanza de Zambrano, gerente de Servicios de Profamilia, indicó que el costo mínimo de un cofre ronda entre los 65 y 70 dólares. González, por su parte, señaló que el gasto de un servicio velatorio dependerá de las exigencias de la familia, y se cotiza desde los 350 dólares.

Parcela e inhumación

El pasado 27 de agosto, autoridades de la Alcaldía de Caroní informaron sobre reuniones con la empresa Inversiones Vayper, encargada de las inhumaciones en el cementerio privado Jardines del Orinoco. Esto a raíz de denuncias sobre los altos costos de los servicios. La intención de fondo es una eventual expropiación, lo que ha traído preocupación entre los trabajadores.

William Peñaloza, gerente de Jardines del Orinoco, desmintió las cifras que se han difundido a través de redes sociales sobre los costos de los servicios de inhumación.

“Se dice que una parcela vale 1.200 dólares, 1.500 dólares y hasta 2.000 dólares. Eso es mentira, una parcela vale 490 dólares y el servicio de inhumación 200 dólares, tasado al Banco Central de Venezuela. En cuanto a casos de COVID-19, el adicional que nos representa por servicio son casi 120 dólares en gastos de material de seguridad. Eso no se le cobra a la gente, el precio por un servicio COVID es igual. Es falso que cobramos equis cantidad de dinero si es caso COVID”, aseguró Peñaloza.

El gerente de Jardines del Orinoco instó a las personas a comunicarse directamente a la oficina de la empresa, a través del número 0414-8810110, para informarse sobre los costos de los servicios en el único cementerio privado de Ciudad Guayana.

Sobre las imágenes difundidas el 1 y 2 de noviembre, día de los Santos y de los Muertos, respectivamente, informó: “La semana pasada tuvimos manos inescrupulosas que se dedicaron en las noches a incendiar el cementerio, pero más allá de un daño, con el agua que cae se recupera rápido, pero fue mal porque las personas que vinieron el domingo y el lunes vieron algunos jardines incendiados. Hemos tratado de mantener los espacios con las uñas, por el tema de gasolina para una desmalezadora, no estamos priorizados en ningún sector”.

Mientras las denuncias y actuaciones de la Alcaldía de Caroní recaen sobre una empresa privada, estas autoridades omiten la deuda que dejó el exalcalde José Ramón López cuando en 2014 ofreció un cementerio municipal para Puerto Ordaz, y que se suponía estaría listo para 2017. Solo hubo un movimiento de tierra, y al menos 64 millones de bolívares de inversión, con recursos aprobados por el Fondo de Compensación Interterritorial y el Consejo Local de Planificación Pública.

El cementerio municipal en Chirica, San Félix, está colapsado y existen denuncias de tumbas profanadas.

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