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lunes, 21 de diciembre de 2020

Embajada de EEUU en Trinidad y Tobago culpó a Maduro de la crisis migratoria

 


Familiares y amigos de 33 migrantes venezolanos que murieron en el naufragio de un barco que los transportaba a Trinidad y Tobago, protestan en la plaza principal de Guiria, Venezuela. (Foto de YURI CORTEZ / AFP)

 

 

La embajada estadounidense en Trinidad y Tobago afirmó este lunes que una economía colapsada, la escasez de alimentos y un sistema precario de salud, son las causantes de la emigración de venezolanos al exterior, entre ellos a Trinidad y Tobago.


El total de venezolanos fallecidos por el naufragio hace una semana de una embarcación que había zarpado del poblado de Güiria, en el estado Sucre que trataba de llegar a Trinidad y Tobago se elevó a 33, informó este domingo a Efe una fuente del Ministerio Público de Venezuela, institución al servicio del chavismo.

Los venezolanos fallecidos en el naufragio viajaban hacia Trinidad y Tobago para “reencontrarse con sus familias” por Navidad, según la información del régimen de Nicolás Maduro.

Iban a bordo de una embarcación destapada, denominada peñero y usada frecuente para labores de pesca cercanas a la costa venezolana.


Y según la legación diplomática estadounidense, otras situaciones que han provocado la crisis en Venezuela desde el 2015, son “la ausencia de un sistema democrático” en sus procesos electivos, “continuas violaciones a los derechos humanos”, la criminalidad y los seguidos apagones de electricidad.
En su comunicado hoy, la embajada de EE.UU. dijo que la crisis migratoria no se debe a las sanciones ya que “no hay sanciones o restricciones en la importación de comida y medicinas en Venezuela”.

“No existen sanciones ni restricciones en la importación de alimentos ni medicinas a Venezuela, mientras el régimen de Nicolás Maduro utiliza los impuestos para comprarle armamento a Rusia en vez de comida”, afirmó.

Por ello, y según la embajada estadounidense, el éxodo de venezolanos bajo el régimen de Maduro se ha convertido “en una crisis de desplazamiento sin precedentes para el Hemisferio Occidental”.

En esta misma línea, el consulado indicó que “muchas personas siguen culpando a las sanciones por la crisis”, pero mencionó que “la economía venezolana estaba en caída libre mucho antes de que Estados Unidos empezara a imponerle sanciones en agosto de 2017”.

La embajada recordó que Estados Unidos ha contribuido con 11 millones de dólares para ayudar en los esfuerzos de Trinidad y Tobago en la crisis migratoria venezolana.

A continuación, el comunicado completo:

La ausencia de un sistema democrático en la Venezuela de Maduro, las continuas violaciones sistemáticas de los derechos humanos, la aguda escasez de alimentos, los sistemas de salud precarios, una crisis de electricidad, la violencia generalizada y el colapso económico son algunas de las causas clave que han obligado a más de 5 millones de venezolanos huyeron de su país desde 2015. El éxodo de Venezuela bajo Maduro se ha convertido en una crisis de desplazamiento sin precedentes para el hemisferio occidental. Muchos continúan intentando culpar a las sanciones, pero la economía venezolana estaba en caída libre mucho antes de que Estados Unidos comenzara a imponer sanciones en agosto de 2017. En 2013, Venezuela se vio obligada a devaluar su moneda debido a la escasez de alimentos básicos. La producción de petróleo en Venezuela en 2014 se redujo a 2,3 millones de barriles por día desde su máximo de 3 millones de barriles por día en 1999.

La corrupción y la burocracia socialista también están asfixiando los negocios y el espíritu empresarial y las inversiones locales e internacionales. En 2014, el Banco Mundial clasificó a Venezuela en 181 de 185 países en el ranking de facilidad para hacer negocios. Ese mismo año, la Fundación Heritage calificó a Venezuela en el lugar 175 del 178 en Libertad Económica. En 2014, la inflación en Venezuela se convirtió en la peor del mundo al superar el 100 por ciento. En 2016, las importaciones de alimentos habían caído un 71 por ciento y las importaciones de medicamentos y equipos médicos habían caído un 68 por ciento. A fines de 2016, la producción de petróleo había caído a 2 millones de barriles por día, un nivel no visto desde 1990. Además, el régimen de Maduro continúa impidiendo que el Programa Mundial de Alimentos de la ONU y los grupos de ayuda internacional traigan alimentos a Venezuela como la gente sufre una de las peores crisis de hambre del mundo.

La opresión política es otra razón por la que la gente pierde la esperanza y busca una vida mejor fuera de Venezuela. En 2015, cuando el pueblo venezolano votó por la oposición política en las elecciones de la Asamblea Nacional, el régimen de Maduro utilizó el Tribunal Supremo, que estaba lleno de compinches de Chávez / Maduro, para descartar las decisiones de la Asamblea Nacional. En 2017, Maduro formó su propio cuerpo legislativo llamado Asamblea Nacional Constituyente, mientras intentaba disolver la Asamblea Nacional legítima. En 2018, Maduro manipuló groseramente su elección presidencial, alegando que ganó el 67,8 por ciento de los votos. Los observadores internacionales calificaron la elección de una farsa.

En 2019 y 2020, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) emitió dos informes destacando la deplorable situación de derechos humanos en Venezuela. En octubre de 2020, la Misión de Investigación independiente de la OACDH concluyó que los actores estatales venezolanos han cometido violaciones de derechos humanos a gran escala que incluyen ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes. algunos de los cuales constituyen crímenes de lesa humanidad. Venezuela enfrenta una crisis de derechos humanos grave y en deterioro.

Son Maduro y sus partidarios, no las sanciones, los culpables de que el pueblo venezolano sufra graves condiciones económicas, políticas y de derechos humanos, y ha provocado que millones de personas huyan de sus hogares desde que asumió el poder. El programa de sanciones de Venezuela está diseñado para limitar las fuentes de ingresos del régimen de Maduro y promover la rendición de cuentas de aquellos que se interponen en el camino de la restauración de la democracia en Venezuela, al tiempo que garantiza el flujo de bienes y servicios humanitarios al pueblo venezolano. No existen sanciones ni restricciones a la importación de alimentos y medicinas a Venezuela, mientras que el régimen de Maduro usa sus ingresos para comprar armas rusas en lugar de alimentos. Estados Unidos es el mayor donante de asistencia humanitaria para la crisis regional de Venezuela y ha contribuido con más de 1.2 mil millones de dólares a la causa solo desde 2017. 

Con información de EFE

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