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sábado, 5 de diciembre de 2020

Impacto político de la consulta popular dependerá de numeritos y estrategia

 


Juan Guaidó Consulta Popular

La oposición mayoritaria posiciona la consulta popular como el máximo evento movilizador de este año, que tiene como objetivo un llamado de ayuda a la comunidad internacional. “Solos no podemos”, han dicho los organizadores y el mismo Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional. Mientras, analistas consideran que la participación en ese evento y la estrategia que se aplique después incidirán en su impacto en el escenario político



Entre el 6 y 12 de diciembre, la oposición venezolana ha convocado a participar en la consulta popular, un evento promovido desde la Asamblea Nacional (AN) y 37 partidos políticos en rechazo a las parlamentarias que se desarrollarán en esas fechas. Bajo una plataforma multimodal, con fase virtual y presencial, se ofrece a la ciudadanía responder tres preguntas con modalidad de respuesta simple (sí o no) que autorizarían al parlamento y el gobierno interino solicitar mayor apoyo de la comunidad internacional para lograr un cambio político.

Hasta ahora, la consulta se plantea como un evento básicamente virtual gracias al uso de la aplicación de la empresa norteamericana Voatz. Aunque se plantean dificultades para la participación, debido a los problemas de luz, telefonía y de acceso tecnológico, los organizadores han dispuesto un día (12 de diciembre) para que las personas se trasladen hasta los “puntos de libertad”.

Esta tampoco es la primera consulta que hace la oposición en los últimos cinco años. Tiene sus orígenes dentro de los artículos 70 y 71 de la Constitución, al igual que el plebiscito convocado el 16 de julio de 2017. También cuenta con un número igual de preguntas que ese anterior evento convocado por la oposición, y se espera que movilice aún más personas que las 7,2 millones que participaron en ese entonces. Ese número fue incluso poco menor a los 7,7 millones de votos que obtuvo la oposición en las legislativas de 2015, donde se logró la mayoría del parlamento.

La politóloga y consulta política de campañas Yaldimar Ruíz destaca que para esta consulta popular se está ante un escenario totalmente distinto al de 2017, pues ese plebiscito fue un éxito estratégico por la cantidad de votos, pero terminó careciendo de un sustento que provocará impacto en el país debido a que las preguntas fueron formuladas sin base. Y este mismo escenario podría repetirse de nuevo. 

“Sabemos que a partir de ese evento la desafección política de la población aumentó, mientras la crisis política se agudizaba. Lo que representó la consulta popular para 2017 fue totalmente distinto, pues veníamos de la ruptura del orden constitucional por las sentencias del TSJ. Pero pasamos a un 2018 donde la población se desesperanzó al no haber estrategias, y nuevamente se recuperó un poco la confianza con la juramentación de Guaidó en enero de 2019”, recuerda Ruíz. 

Pero pasó lo mismo que pasó en 2017 pues la estrategia que se planteó ese día (cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres) no se concretó, afirma la politóloga. «Esto les puede jugar en contra y agudizar la percepción negativa que hay sobre la oposición del liderazgo opositor, pero esto solo lo veremos cuando se concrete el hecho». 

Ruíz reitera que esta consulta carece de total estrategia porque “de alguna manera, detrás de todo esto no hay una respuesta para operar políticamente (…) El impacto que va a tener sobre la ciudadanía es diferente porque hay un precedente de fracaso”.  

Por su parte, el analista político y presidente de Datincorp, Jesús Seguías, destaca que a estas alturas desconoce cuál es el objetivo de esta consulta, pues pareciera “ser un acto de protesta más, una respuesta reactiva a las elecciones convocadas para el 6 de diciembre, donde se formulan tres preguntas que, a mi entender, están totalmente sesgadas”. 

La otra cuestión es qué va a pasar después de la consulta, menciona Seguías. “Cuál es el poder vinculante que pueda tener, qué diferencia puede tener con la del 16 de julio de 2017, donde también se consultó a la gente y no pasó nada (…) Como acto de protesta pasará, pero pasará sin pena ni gloria porque no tendrá ningún tipo de poder vinculante”. 

Además, el analista político puntualiza que esta consulta no garantiza total transparencia en el acto de votación. “Se le pide al Consejo Nacional Electoral (CNE) que sea pulcro en el proceso de votación, pero los mecanismos que se manejan tanto para la consulta anterior como para esta son irregulares, pues no hay certeza de si una persona votó solo una vez o más, simplemente te presentas con una cédula”. 

Consulta vs Participación

Para la fase presencial de la consulta popular están convocados todos aquellos venezolanos mayores de edad, dentro o fuera del país, con su cédula de identidad. Según el Registro Electoral que maneja el CNE hay 20.710.421 personas habilitadas para votar en cualquier comicios, por lo que la cifra que puede participar en el evento opositor se eleva un poco más.

Hasta ahora se ha confirmado que la consulta se efectuará en 45 países. “Tenemos equipos en 263 ciudades y se instalarán 4.038 puntos itinerantes. Esto nos hace pensar que la participación será masiva”, dijo el 30 de noviembre Horacio Medina, integrante del comité organizador de  este evento.

La actividad, que comenzará el 7 de diciembre y se extenderá hasta el 12, podrá ir arrojando resultados en boletines cada 24 horas, según el conteo de la participación digital.

Según las mediciones que ha realizado la encuestadora Datincorp, 26% y 28% de la población está decidida a votar en la fase presencial de la consulta, convocada para el 12 de diciembre. 

“Hasta ahora es una porción muy pequeña de la población (…) No sé si esa es la cantidad de personas que efectivamente participarán, quizás un poco menos de los que votarán en las parlamentarias”, destaca Jesús Seguías, presidente de Datincorp. 

Pero Seguías critica que no se sabrá cuál es la votación real, “porque se desconocen los mecanismos de escrutinio, donde están representados los que están en contra de esa tendencia, dónde están los defensores del voto a la opción del no, por ejemplo. No veo que tenga carácter de seriedad esa consulta que se está realizando ahora. Es como por no dejar de hacer, por hacer algo simplemente en un momento en que se quedaron sin nada en las manos”. 

Ante este escenario, los organizadores de la consulta han explicado que, efectivamente, el voto puede ser duplicado si una persona asiste a uno de los “puntos de la libertad” el 12 de diciembre a pesar de haber participado de forma digital. 

Estos casos podrán ser detectados luego de que la información registrada manualmente se suba al sistema de la aplicación Voatz. “Como no hay forma de saber cuál es la manifestación de voluntad de una persona, porque los datos se almacenan en nubes encriptadas distintas, esta información se pondrá en una lista aparte y los resultados van a estar limpios de estas participaciones múltiples. Si hay, por ejemplo, 200 mil manifestaciones dobles o múltiples no se incluirán en los resultados”, ha dicho Horacio Medina.

La politóloga Yaldimar Ruíz coincide con Seguías de que este evento no tendrá una mayor movilización, incluso que en 2017, porque “hay mayor descontento, no solo por el rechazo a los políticos sino por la pandemia. Es un mecanismo que ya se utilizó. La ciudadanía tiene memoria histórica y así como el discurso abstencionista ha calado, en el imaginario político del ciudadano la consulta no tuvo un impacto ni una estrategia”.

Preguntas “sin sustento”

El 19 de noviembre, tras casi un mes de deliberaciones, el comité organizador de la consulta popular entregó la modificación de las preguntas que se realizarán en esa actividad. Y es que a principios de octubre, la AN había establecido mediante acuerdo parlamentario que eran dos preguntas, donde estaban contenidos temas como el uso de mecanismos de presión para lograr un cambio político, rechazo a las elecciones parlamentarias, atención de la crisis migratoria y la emergencia humanitaria, apoyo a presidenciales e incluso un emplazamiento a la comunidad internacional. 

  • ¿Apoya usted todos los mecanismos de presión nacional e internacional para que, en el marco de la Constitución, se realicen elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables, se ponga fin al régimen usurpador de Nicolás Maduro Moros, se salvaguarde al pueblo de Venezuela de la crisis humanitaria, la migración forzosa y los crímenes de lesa humanidad, y así se garanticen la paz, el bienestar y el progreso de los venezolanos?
  • ¿Rechaza usted el evento convocado por la dictadura de Nicolás Maduro Moros para el 6D, o para cualquier otra fecha, mientras no existan condiciones para elecciones libres, justas y verificables, y solicita a la comunidad internacional el desconocimiento de sus resultados?

Ahora, la AN levantó la sanción a su anterior acuerdo para aprobar uno nuevo, donde se establecen los mismos temas, pero separando las peticiones para “exigir” el cese de la usurpación de la Presidencia por parte de Nicolás Maduro y la solicitud de apoyo a la comunidad internacional. 

  • ¿Exige usted el cese de la usurpación de la Presidencia de parte de Nicolás Maduro y convoca la realización de elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables?
  • ¿Rechaza usted el evento del 6 de diciembre organizado por el régimen de Nicolás Maduro y solicita a la comunidad internacional su desconocimiento?
  • ¿Ordena usted adelantar las gestiones necesarias ante la comunidad internacional para activar la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan rescatar nuestra democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad?

Jesús Seguías asegura que estas son preguntas hechas para que motiven a opositores radicales pero no a la oposición en general. “Por ejemplo, un chavista que quiera protestar contra Maduro, que hay muchos, o una persona que forme parte del bloque de los no alineados, es decir, que no están con el gobierno ni la oposición y conforman el 51% de la población, esos no se sentirían representados por la forma en que se han generado esas preguntas y muchos opositores moderados tampoco se sienten representados por el fondo o lenguaje de esas preguntas”. 

Mientras que la politóloga Yaldimar Ruíz insiste en que las preguntas de esta consulta son muy genéricas, y están hechas para legitimar al convocante pero no crear sustento para una nueva estrategia. “La estrategia no va a moldearse, solo va a darle legitimidad a los actores que la han perdido. La ciudadanía valora propuestas viables, con sustento estratégico real pero en esta consulta no se observan”. 

Además, Ruíz señala que la crisis que enfrenta la oposición desde 2019, y en particular el gobierno interino de Juan Guaidó, tienen que ver con la poca transparencia y estrategia, así como el mal manejo comunicacional. 

“Las fallas de comunicación del gobierno interino se reflejan en estas tres preguntas (…) Si se está buscando activar algún mecanismo internacional, como se entrevé en la pregunta número 3, no queda claro porque no hay una estrategia detrás de ella. Entonces no podemos afirmar sobre la efectividad de esta consulta porque no van a tener un impacto cierto a través de ellas”.

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