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miércoles, 3 de febrero de 2021

Dializarse, el calvario de los pacientes renales en Venezuela

 


Dializarse, el calvario de los pacientes renales en Venezuela. TAL CUAL

 

 

 

Nuestros familiares no aguantan ni un día más sin diálisis”, reclamaba Alejandra Marín el pasado 7 de enero frente la Unidad de Diálisis Juan Pablo II de Caracas; una de las primeras protestas que se registró en el país este 2021.

TAL CUAL


Los pacientes renales no pueden esperar más, desde 2015 vienen padeciendo un calvario: falta de medicinas, cierre de unidades de diálisis, reducción de los tratamientos por falta de máquinas de riñón artificial (MRA) o por la crisis de los servicios públicos, de personal calificado, transporte, efectivo, hiperinflación; y en 2020 se sumaron covid-19 y restricciones en el suministro de gasolina. Su vida depende del régimen de Maduro.


Están enfermos. Están descompensados, porque las toxinas están llegando a su cerebro y al corazón; eso pone en riesgo su vida”, señalaba Marín al ser entrevistada el 7 de enero, durante la protesta.

 

 

Las máquinas y los tratamientos que requieren las personas con problemas de insuficiencia renal y las personas trasplantadas dependen del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), públicas y privadas.

Este organismo llego a contar con más de 2.000 MRA, pero para 2017 más de la mitad se encontraba dañadas y muchas unidades cerraron. Entre 2018 y 2019, las máquinas fueron paralizándose por falta de reparación y repuestos y la mayoría quedo inutilizable, mermando el acceso a tratamiento de diálisis en el país; asegura un informe publicado en 2019 por la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida) y Amigos Trasplantados de Venezuela.

2020 en cifras rojas

“El 2020 cerró en casi todo el país con cifras rojas. Esto se debe a los efectos del covid-19, el virus ha sido letal en la población vulnerable, como los son trasplantados y pacientes renales. El 80% de las unidades de diálisis del país presentan fallas de mantenimiento de la planta de osmosis y en las MRA.

La cuarentena y las restricciones de movilidad no fueron solo para los pacientes, también lo fueron para los proveedores. En el interior para que lleguen los medicamentos las valijas están tardando mucho y muchas veces llega incompletas, los insumos son personalizados.

El reparto del IVSS ahora se hace de forma semanal, hay retrasos y no hay stock en las regiones. Esto un problema sumamente grave”, señala Reymer Villamizar, director de Amigos Trasplantados de Venezuela.

Lee la nota completa en TAL CUAL

Autores: Javier Guaipo, El Tiempo; José Rivas, Correo del Caroní; Luis Hidalgo, Danilo Sarmiento y Carlos Atacho, La Mañana; Katherine Nieto, El Impulso; Rosecny Zambrano, La Nación; Dany Márquez, Yaracuy al Día; y Valentina Rodríguez TalCual. 

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