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viernes, 5 de febrero de 2021

Ecuador decide este domingo si vuelve a abrazar el socialismo del siglo XXI

 


Las primeras elecciones generales de 2021 en América Latina definirán la estrategia de Ecuador para afrontar la pandemia que ha agravado los males crónicos de excesiva deuda, corrupción, desempleo, delincuencia y reactivación económica. La campaña electoral se cerró ayer con el “socialismo del siglo XXI”, como define el economista Andrés Arauz su proyecto político, enfrentado con la senda liberal que lidera el banquero Guillermo Lasso.

Por La Razón España 

El domingo 13 millones de ecuatorianos están llamados a las urnas para elegir presidente, vicepresidente y los 137 miembros de la Asamblea Nacional. Las acusaciones cruzadas de fraude electoral desde hace semanas aumentan la polarización. Hay temor ante posibles denuncias de amaño y disturbios como los ocurridos en Bolivia en 2019. En 2017 Lasso no aceptó el resultado y pidió un recuento.

El país andino se debate entre continuar la vía de la austeridad tras el viraje conservador de Lenin Moreno o apostar por la vuelta al modelo socialista de Correa que gobernó el país de 2007 a 2017. El favorito en las encuestas y respaldado por el expresidente Rafael Correa, Arauz, puede convertirse a sus 36 años en el mandatario más joven de la historia de Ecuador. Los sondeos le otorgan el 28% de los votos. Le sigue el proyecto liberal que comanda por tercera vez consecutiva el expresidente del Banco de Guayaquil Guillermo Lasso. Su estimación de voto ronda entre el 26% y el 20%.

El candidato indígena, Yaku Pérez, se muestra convencido de dar la sorpresa y pasar a la segunda vuelta el 11 de abril “porque nunca hemos tenido tanto apoyo”. Sin embargo, las encuestas le otorgan el 13% de respaldo. Más cercano a Arauz que a Lasso, Pérez considera que han ganado apoyos por “la traición de Correa”.

Nueva Venezuela

Se presentan 16 candidaturas, el mayor número de su historiaLa única mujer que se presenta es Ximena Peña cuya estimación de voto no supera el 3%. La negativa de Arauz a pagar en su totalidad la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el compromiso de su renegociación porque las condiciones son “draconianas” han provocado que Lasso le acuse de querer convertir Ecuador “en una nueva Venezuela”.Arauz no acepta la línea de crédito de 4.200 millones de dólares al FMI ni los 10.000 millones más a fondos sustentados por este organismo solicitados el año pasado Lenin Moreno.

La profesora de Negocios Internacionales de la Universidad Iberoamericana experta en política ecuatoriana, Valeria Olvera, señala a LA RAZÓN que “Arauz será criticado duramente por no seguir las reglas del FMI como la mayoría de gobiernos de Latinoamérica. Se ha dado cuenta que no es lo mejor para la economía de su país”. Aunque los sondeos son dispares, todos coinciden que ningún candidato logrará más del 40% de las papeletas y los diez puntos respecto al segundo. Por ello, la segunda vuelta es la opción más probable.

1.000 dólares a un millón de familias

A pesar de ello, no hay certezas. Casi cuatro de cada diez electores se muestran indecisos. Arauz estudió una licenciatura en Ciencias de la Universidad de Michigan y es doctor en Economía por la Universidad Autónoma de México. Destaca su promesa de conceder 1.000 dólares a un millón de familias. Durante la campaña ha buscado el voto acompañado de una imagen a tamaño real del expresidente Correa.

Antes de ser inhabilitado, Correa se postuló como su vicepresidente. Respecto a Correa, Arauz ha señalado que está “en contra de la corrupción, pero también de la persecución”.

La oportunidad de Lasso

Guillermo Lasso es conocido en el país como ‘el eterno candidato’ tras sus derrotas en 2013 frente a Correa y en 2017 contra Lenin Moreno. Este banquero cercano al Opus Dei se opone al derecho al aborto. Sus detractores le vinculan con la peor crisis económica del país cuando fue ministro de Economía en 1999. Esto obligó a Ecuador en el año 2000 a adoptar el dólar. “Los respaldos a Lasso han subido al incorporar empleo y derechos sociales en su discurso”, destaca Olvera.

En la batalla a dos se ha colado un candidato que recorre las zonas rurales en bicicleta, toca el saxofón, viste prendas tradicionales y es doctor en Jurisprudencia. Yaku Pérez, del movimiento indígena, ha destacado por sus iniciativas para preservar el acceso al agua, contra la minería y por su cercanía a lo ancestral. Ha declarado con naturalidad que habla a sus plantas. Para Olvera, Pérez “representa al millón de ecuatorianos indígenas a menudo olvidados”.

El futuro de los 17 millones de ecuatorianos está en juego en medio de una segunda ola de contagios que ha convertido a enero en el mes con más casos detectados de toda la pandemia: 38.316 contagios, casi el doble que los 19.827 de diciembre. Mientras que los fallecidos aumentaron un 71% tras lamentar 825 muertes. El miércoles hubo un nuevo repunte: 1.111 positivos y 34 decesos. La participación “se espera que baje hasta el 50 por ciento por la pandemia cuando normalmente participan más del 70 por ciento”, explica Olvera. “La pandemia desanima y la ilusión por un cambio fomenta que los electores se animen a votar”.

 

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