Obispos advierten que debe respetarse la
petición del referéndum revocatorio. La Conferencia Episcopal Venezolana
señaló que las concentraciones deben estar amparadas por los organismos
de seguridad del Estado
Los obispos abogan por que la
movilización opositora denominada Toma de Caracas, convocada para este
jueves primero de septiembre, se haga en paz. El arzobispo de Mérida,
monseñor Baltazar Porras, afirmó que el respeto a ejercer los derechos
no es una gracia que concede el Ejecutivo, sino un derecho que debe
garantizarse y que no puede ser catalogado como un acto delictivo o un
golpe de Estado.
“Creo que toda la
población debe estar consciente de que el ejercicio de un derecho
ciudadano no debe ser objeto de medidas intimidatorias o represivas del
oficialismo. Si se hace así, sería solo para negar derechos ciudadanos y
buscar una conflictividad innecesaria. En un país que se llama
democrático es un derecho que los diferentes grupos puedan expresar lo
que piensan. Por eso tampoco están bien las amenazas a los empleados
públicos, algo que va contra la inamovilidad laboral; los derechos de la
población no se rigen por su fidelidad o no a un régimen”, puntualizó
el prelado.
Añadió que el referéndum
revocatorio es un derecho constitucional, por lo que “ejercerlo no es un
delito”. Porras repudió la militarización de las calles, pues amedrenta
y atenta contra el derecho al libre tránsito de los ciudadanos: “Los
últimos días parecieran que estuviésemos en un estado de preguerra”.
El
arzobispo sostuvo que si el gobierno coarta los derechos de los
ciudadanos dejará al descubierto la negación de la libertad de
expresarse y será una señal de exclusión y totalitarismo: “No pueden
reprimirse los derechos, se minaría aún más la confianza en las
instituciones, los gobernantes deben demostrar que buscan el bienestar y
no atornillarse en el poder”. Cuestionó que cada vez que la oposición
convoca a un acto, el oficialismo organiza otro de manera simultánea.
Monseñor
Porras dijo que ignora si el padre Lenin Bastidas, que recorrió el país
hasta llegar a Caracas, fue autorizado por su superior para apartarse
de sus actividades pastorales, en la Diócesis de Barcelona. Indicó que
la Iglesia está en oración permanente por la paz y la solución de la
crisis de Venezuela.
Sin provocaciones.
El obispo de Margarita, monseñor Fernando Castro, llamó a los hombres
de buena voluntad a dar testimonio durante las movilizaciones que
partirán desde los estados: “Actúen sin violencia, sin provocaciones,
sin agresión alguna, siempre en el clima de tranquilidad, respeto y
armonía que corresponde a hombres de fe, que vemos hermanos en nuestros
semejantes”.
Coincidió con Porras en
que la actividad organizada por la oposición “está en consonancia con el
legítimo derecho de los ciudadanos de organizarse para exigir la
realización del referéndum revocatorio, establecido en la Constitución”.
Castro, en un comunicado difundido ayer por la Conferencia Episcopal
Venezolana, señaló que el 1 de septiembre coincide con la bajada de la
Virgen del Valle, por lo que conminó a hacer ayuno y a orar por la paz.
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