La estatal petrolera rusa Rosneft está
evaluando vender su participación en la refinería Citgo, propiedad de
Petróleos de Venezuela, localizada en Estados Unidos, por temor a la
investigación que adelanta el Comité para las Inversiones Extranjeras
(Cfius, en sus siglas en inglés), afirmó una fuente del sector que
prefirió mantener el anonimato.
Cfius dijo que Rosneft está
preocupada por la investigación, entre otras cosas, porque tiene
sanciones en territorio estadounidense. “Si vende las acciones a otra
empresa se quita ese problema de encima”, señaló la fuente.
El 30 de noviembre del año pasado la
petrolera rusa, dirigida por Igor Sechin, recibió 49,9% de las acciones
de Citgo como garantía de un préstamo a Pdvsa por 1,5 millardos de
dólares. Sechin, quien es un hombre muy cercano al presidente ruso,
Vladimir Putin, se apresuró a registrar en una corte de Delaware,
Estados Unidos, el derecho a retención de esas acciones en caso de que
Venezuela o Pdvsa declararan en el futuro una cesación de pago de su
deuda. Sin embargo, la situación ha cambiado en los últimos meses y
ahora Rosneft pierde interés en estas acciones, ante la posibilidad de
que se presente un problema legal con Estados Unidos.
Esta reacción tiene que ver con que
hace poco más de dos semanas el secretario del Tesoro de Estados Unidos,
Steven Mnuchin, declaró ante el Congreso que el caso de Citgo “es un
asunto del que está muy pendiente”.
Hace algunos días la firma REDD
publicó en un informe que Rosneft “aumentó sus acciones de 16,7% a 40%
en la empresa mixta que maneja con la petrolera venezolana llamada
Petromonagas”. Tal incremento implicó un desembolso de 500 millones de
dólares. Asimismo, en el informe destaca que Rosneft accedió a comprar
49% de la empresa petrolera Essar, en India, con el fin de procesar
petróleo venezolano a través de esta compañía.
En el mismo reporte anual de Rosnetf,
la empresa señala que también está llevando a cabo transacciones de
mercado para financiar derivados petroleros para Venezuela y Cuba.
Propiedad en riesgo
La operación de entrega de acciones
de Citgo como garantía a un préstamo de Rosneft tiene que ver con la
necesidad de refinanciar deuda o emitir una nueva para conseguir
recursos adicionales, explica el analista petrolero Ramón Espinasa. “Hay
relativamente pocos activos en Pdvsa para avalar deuda y por eso se ha
utilizado a Citgo”.
Espinasa se refiere a las dos
operaciones llevadas a cabo por Pdvsa el año pasado. La primera fue en
octubre cuando la petrolera comprometió 50,1% de sus acciones de Citgo
al colocarlas como garantía en el canje de los bonos 2020. De la segunda
operación se tuvo conocimiento en diciembre: 49,9% de las acciones fue
hipotecado a la petrolera rusa, como reconoció la propia industria en un
comunicado.
“Venezuela sigue siendo propietaria
de Citgo, pero está totalmente hipotecada. Si falla en el servicio de
deuda o no le paga a Rosneft perderíamos a Citgo”, destaca Espinasa.
Agregó que a esta situación se le suma el hecho de que la producción de
Pdvsa actual es de 2,3 millones de barriles diarios, de los cuales
750.000 barriles diarios se venden a Estados Unidos. Gran parte de este
petróleo se refina en Citgo. “Sin la refinería será muy difícil refinar
el crudo extrapesado venezolano en otro lugar”, señala.
Para el economista Francisco Monaldi
las operaciones llevadas a cabo con Rosneft ponen en riesgo la propiedad
de Pdvsa sobre Citgo en caso de default, que “es un evento probable”.
Destaca que en este momento se calcula que el valor actual de la
refinería esté entre los 6 millardos y 7 millardos de dólares.
Explica que el haber dado en garantía
a Rosneft 49% de las acciones de Citgo y el resto a los tenedores de
bono, se abre la posibilidad de que en la eventualidad de un default
Pdvsa pierda un activo cada vez más estratégico. “Es nuestra garantía de
acceso al mercado americano ante la competencia del crudo canadiense
que vendrá por el oleoducto de Keystone XL”.
Asegura que para Rosneft es una
manera de garantizar que recuperará su crédito con la ventaja de que le
abre la posibilidad de entrar a Estados Unidos. “Sin embargo, hay una
importante probabilidad de que se vean forzados a vender el activo si la
transacción no es aprobada por el Tesoro. En ese caso igual recuperan
su dinero porque la garantía supera el monto del préstamo”.
Mejor opción
Mejor opción
El economista Francisco Rodríguez
asegura que cuando una empresa tiene los mercados financieros cerrados
la mejor opción a veces es colocar sus activos en garantía para obtener
financiamiento a un costo razonable. “En ese sentido, no me parece que
la operación en sí sea problemática. Creo que el problema es mucho más
profundo y tiene que ver con las políticas macroeconómicas insostenibles
y la elevadísima carga fiscal y cuasifiscal que se le impone a Pdvsa,
que le hacen imposible acceder a los mercados financieros
internacionales en condiciones razonables”.
Sobre la posibilidad de que Pdvsa
pueda perder Citgo en un eventual default, Rodríguez asegura que en
teoría esto sí puede pasar. “Estados Unidos comenzó un chequeo de la
transacción por el Comité para inversiones Extranjeras, pero ese comité
solo puede hacer algo si se concreta la toma de control. Y para que eso
pase tendría que haber un default, y Rosneft tendría que comprar bonos
adicionales. No creo quiera exponerse de esa manera”.
Estratégica para Pdvsa
Citgo ha sido muy importante estratégicamente para Petróleos de Venezuela a lo largo de los años. A mediados de la década de los ochenta se llevó a cabo la internacionalización de la petrolera a través de la cual se adquirieron refinerías y canales de distribución en el exterior, con el fin de procesar crudos pesados y ácidos que son difíciles de vender.
Para la época ya se vislumbraba que el petróleo liviano comenzaría a escasear en los campos petroleros venezolanos y que si no se planificaba el crudo tendría que ser vendido a grandes descuentos. De allí que se comenzaron a establecer contratos a largo plazo con refinerías fuera el país, para que se adecuaran a los tipos de crudo.
Uno de los mensajes más fuertes del fallecido presidente Hugo Chávez durante su campaña en 1998 fue que al llegar a Miraflores iba a vender Citgo. Sin embargo, eso no ocurrió a lo largo de los años que gobernó. La razón obedeció a que entendió la importancia de la refinería.
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