Foto: Cortesía AP
Jesús M. Gambús | EFE
Zimbabue, la antígua Rodesia, un pequeño país
localizado al sur del continente africano, es desde hace unas horas,
centro de la atención mundial, por la sacudida que grupos militares le
han dado a la dictadura de Robert Mugabe.
La figura del mandatario de 93 años entró a formar parte de las
referencias obligadas de los desbordes del poder, tras permanecer en
esas instancias desde 1987 (37 años) y ser señalado de crímenes de lesa
humanidad.
A la hora del cierre de esta edición, Mugabe, su familia y sus
colaboradores más cercanos se encontraban bajo arresto por parte del Ejército que controla las calles.
Pese a las implicaciones de la retención, S B Moyo, vocero de las Fuerzas Armadas subrayó en un mensaje a la nación que: “Esto no es un golpe de Estado”, para indicar luego que, el ejército actuaba como pacificador de la situación.
Refirió además que el mandatario se encontraba seguro, bajo
resguardo, sano y salvo, al lado de su familia y el comandante en jefe
de las Fuerzas de Defensa, R. G. Mugabe. “Su seguridad está garantizada” dijo.
”Resaltó además , que algunos colaboradores del
mandatario, señalados de delitos serán pasados a la justicia y tan
pronto esa misión sea cumplida, “esperan el regreso a la normalidad”.
Estoy bien. Mugabe sostuvo una conversación
telefónica con su homólogo sudafricano, Jacob Zuma, en la que le
confirmó que está “encerrado en su casa” pero que “está bien”,.
En un comunicado, Zuma anunció que enviará a Zimbabue al ministro de Defensa, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, y al titular de Seguridad, Bongani Bongo, para entrevistarse con Mugabe y con los mandos de las fuerzas armadas.
Venezuela y Mugabe. El mandatario entró en contacto
con la política venezolana en el año 2000, cuando el entonces presidente
Hugo Chávez Frías le concedió una de las tantas réplicas de la espada
del Libertador Simón Bolívar.
Más allá del fervor y la simpatía dispensadas por Chávez
a quien tuvo aureola de héroe de la independencia africana del
colonialismo británico, analistas políticos detectaron más coincidencias
en los procesos encabezados por ambos jefes de Estado.
Mugabe emprendió miles de polémicas expropiaciones de granjas a
propietarios blancos en el año 2000, en un intento de reforma agraria
que resultó desastroza.
Para más comparaciones, las cifras indican que en Zimbabue, el 72% de
los 14,5 millones de habitantes de Zimbabue viven bajo la línea de la
pobreza
Otras semejanzas estaban en la retorica desbordada, la descalificación de “traidores” a los enemigos políticos y los contínuos insultos a Estados Unidos y el Reino Unido.
La lejanía geográfica no hace distante a Mugabe a la hora de las
comparaciones económicas que mantienen unos indicadores inflacionarios
de infarto, y un cerrado control ejecutivo sobre el Banco Central.
Y como más elementos, el régimen de Harare suma unas cuantas
sanciones de la Unión Europea que prohibió a varios funcionarios
oficiales, (entre ellos la primera dama) viajar a Europa por mantener o
agravar la violencia de Estado y las restricciones de los medios de
comunicación durante los últimos años.
Luz directa. Los rumores sobre la resentida salud del mandatario de 93 años se han venido multiplicando en las últimas semanas
Es usual que Mugabe se auxilie del brazo de su esposa, como también
lo es que se quede dormido en medio de un acto oficial. Ante las
abundantes evidencias fotográficas, el vocero del gobierno insiste en
que solo mira hacia abajo porque no soporta la luz directa. |
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