Foto: Mairet Chourio
Stefany Izquiel
Psicólogos pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(Unesco) aseguran que la violencia es la capacidad de un individuo de
emplear su energía para la destrucción o agresión de sus semejantes.
Debido a esto, los especialistas concluyen que la intolerancia es uno de
los principales motores que impulsa la violencia.
En la ciudad de Caracas, una de las urbes más
violentas del mundo, se registran asesinatos a diario, algunos son
enfrentamientos entre bandas, otro entre criminales y agentes de la
policías, también hay quienes mueren en atracos o secuestros, en manos
del hampa común. A esa data se le suman las “víctimas de la intolerancias”, quienes son acribillados o apuñalados por razones que parecen “increíbles” o hasta sacadas de una película.
“Partido mortal”. El viernes 24 de noviembre, David Eduardo Vásquez Moffe, de 12 años de edad, salió de su casa hacia su liceo, ubicado en la calle Morochito Hernández en Propatria, municipio Libertador, como lo hacía normalmente, pero nunca volvió a su vivienda.
David jugaba en un partido de fútbol junto a sus compañeros del segundo año de bachillerato de la Escuela Técnica Industrial Rafael Vega contra un grupo de estudiantes de 4° año, y su desempeño en el juego causó problemas con un joven de 17 años.
Vásquez realizó goles y pases que ayudaron a que su equipo sacara
ventaja ante el grupo de “los camisas beige”. Uno de los contrincantes
se acercó a David y le propinó varios golpes, uno de ellos, en la
tráquea. El muchacho golpeado dejó de respirar con normalidad y, según
sus amigos, lo trasladaron a la oficina de la dirección de la
institución educativa, donde esperaban recibir ayuda del personal
docente.
Al llegar al recinto educativo, el lugar estaba desolado. No había
profesores ni alguna autoridad, quienes pudiesen auxiliar al muchacho.
David comenzó a vomitar sangre y cayó al suelo. Al impactar con la
superficie del piso se golpeó la cabeza.
Los amigos de David, aún si recibir ayuda de un adulto, lo llevaron
hasta el Centro de Salud Integral (CDI) Bolívar y Martí, pero el
personal médico les informaron que el muchacho ya había fallecido.
El agresor de David se encuentra recluido en la Sub-Delegación del
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas
(Cicpc), a la espera de una sentencia penitenciaria.
Los familiares de David relataron que el joven era constantemente agredido por compañeros mayores, pero nunca lo notificaba.
El secretario general de la Universidad Central de Venezuela (UCV),
Amalio Belmonte, sociólogo y doctor en ciencias políticas, explicó que
todas las sociedades necesitan estar compuestas por una estructura
determinada, para que los índices de violencia entre sus habitantes sean
los más bajos posibles y los conflictos sean menores.
El especialista señaló que en primer lugar la sociedad debe contar
con la mediación de las figuras institucionales, las cuales deben
encargar de moderar las relaciones entre las personas. “Cuando
una sociedad cuenta con instituciones representativas que median entre
los problemas, hay mayores probabilidades de que disminuyan los
conflictos”, dijo Amalio Belmonte.
Otras de las características más determinantes en materia de
violencia social, es según Belmonte, es el lenguaje político que emplean
los dirigentes y gobernantes para expresarse ante los ciudadanos. “El
lenguaje y los gestos que los gobernantes emplean para relacionarse con
los ciudadanos, debe tener el menor contenido de violencia posible. Las
diferencias entre los políticos, deben solventarse de la mejor manera
posible”, señala el secretario de la UCV.
Para evitar que casos como los de David Eduardo Vásquez Moffe sigan sucediendo en Venezuela, Amalio Belmonte asegura que “es
necesario que los ciudadanos sepan que si existe una violación de la
ley; es decir, que habrá una repercusión negativa para sí mismo; de lo
contrario, más crímenes de este tipo seguirán sucediendo, porque el
sistema no emplea un castigo a los individuos que cometen crímenes de
este tipo”.
Valores. Lo más importante para promover la paz en
las sociedades, son los conjuntos de valores, en los que se resalte el
respeto a los semejantes, como valor fundamental, según Belmonte, quien
dice que “en Venezuela tenemos una crisis importante en el sistema de
valores que afecta las formas de comunicación, de entendimiento y los
modos de procesar los conflictos”.
Especialista aseguran que la buena crianza y los valores en el hogar son la principal arma contra la violencia.
Peligrosa cotidianidad. Cuando en una sociedad las muertes violentas
se vuelven cotidianas y se aceptan como parte de la realidad diaria, es
un indicativo de que el valor por la vida humana, se ha perdido, según
el sociólogo Belmonte.
Para los psicólogos, la intolerancia es un rasgo que se aprecia desde
edades tempranas, en la que los niños y adolescentes, reflejan
frustración e ira en situaciones determinadas, las cuales con el pasar
de los años, pueden transformarse en patologías que afectan directamente
en el control de las emociones, lo que puede llevar a algunas personas a
cometer delitos como el homicidio. |
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