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lunes, 14 de mayo de 2018

Elecciones nadan en un mar de denuncias

 


 
Foto: Archivo
Foto: Archivo

Carlos Carreño Z. | r2001@bloquedearmas.com

Asimismo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha sido el foco de infinidad de críticas y de elogios que trascienden los bandos políticos y que parecen estar medidos por la vara de la victoria o de la derrota. Lo cierto es que Venezuela está probablemente entre los países que más elecciones realiza pero más allá de ser una señal de democracia, éstas son expresión de un sin número de líos electorales cuya tendencia es irreversible.

“Voto a voto”
Alrededor de las presidenciales de abril de 2013 se tejieron grandes expectativas, principalmente del lado de la oposición venezolana. Era la primera vez en aproximadamente 15 años que el candidato oficialista no era Hugo Chávez, ya que este había fallecido en marzo de ese año. Nicolás Maduro, actual presidente, era el “gallo” del chavismo, mientras que por la fracción opositora Henrique Capriles era el abanderado en una contienda cuya campaña electoral duró solo diez días.
Las votaciones se dieron y al final del proceso, Tibisay Lucena -la presidenta del CNE- anunció los resultados: 7.587.579 votos para Maduro (50,61% del padrón electoral) y 7.363.980 votos (49,12%) para Capriles. Una diferencia de apenas 233.599 sufragios en un proceso en el que participó el 78.71% de los 18,9 millones de venezolanos convocados a las urnas, lo que produjo que la oposición no aceptara los totales y que el candidato Capriles hiciese una solicitud expresa para realizar un reconteo “voto a voto”.
El entonces rector del CNE, Vicente Díaz, también propuso el recuento del 100% de las actas de votación físicas que el sistema electrónico facilita como respaldo al voto electrónico para contrastar los resultados. Igualmente, hubo denuncias por parte del Comando de Campaña de Capriles de al menos 3.500 irregularidades durante el proceso y el llamado común era a repetir las votaciones que fueron tildadas como “fraudulentas”.
La controversia llegó hasta el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), organismo al que se introdujeron recursos para impugnar las elecciones. Meses después el Poder Judicial declaró inadmisible la solicitud de nulidad contra las presidenciales que favorecían a Maduro.
Alcaldesas al poder
Las municipales de 2013 fueron los primeros comicios hechos en el país con el presidente Maduro ya instalado en el Palacio de Miraflores. Ese proceso comenzó con un cambio de fecha, ya que estaba pautado para el 14 de julio de 2013 y se llevaron a cabo el 8 de diciembre de aquel año, seis meses después.
Los resultados beneficiaron al oficialismo que sumó más de 5 millones de votos y se hizo de aproximadamente 240 alcaldías, de las 335 a ser elegidas. Los electos tanto de un sector político como de otro tomaron posesión y todo marchó bien hasta febrero de 2014 cuando estallaron las protestas y el TSJ emitió sentencia privativa de libertad contra los alcaldes de los municipios San Diego, en el estado Carabobo, y San Cristóbal, en el estado Táchira.
Una vez separados de sus cargos y encarcelados tanto Enzo Scarano como Daniel Ceballos, el CNE llamó a comicios en sus municipios. El domingo 25 de mayo de 2014 las votaciones fueron realizadas y en ambas jurisdicciones el triunfo fue a parar a manos de las esposas de los ex alcaldes: Rosa Brandonisio de Scarano ganó en el municipio San Diego y Patricia Gutiérrez de Ceballos obtuvo la victoria en San Cristóbal.
Como dato curioso, tanto Rosa como Patricia sumaron más sufragios que sus esposos al momento de ser electos. Enzo Scarano había ganado con 29.665 votos (75,24% de los electores), mientras que su esposa Rosa hizo lo propio con 34.254 votos (87,79%). Daniel Ceballos se hizo del triunfo con 82.794 votos (67,67%). Su esposa, Patricia, con 89.272 votos (73,42%).
AN opositora
Las parlamentarias de 2015 fueron una celebración electoral en la que tanto el oficialismo como la oposición lo dieron todo por ganar la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional.
Con una participación histórica para una elección de su tipo (74, 17% de los electores), la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) logró 112 diputados (65,27%), mientras que el chavismo obtuvo 55 curules (32,93%). En 16 años el oficialismo no era mayoría en el Poder Legislativo.
Sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas para la oposición ya que el Psuv introdujo recursos de impugnación en el TSJ contra diez diputados opositores por presuntas irregularidades durante el proceso.
La polémica creció cuando la Sala Electoral del TSJ ordenó la suspensión del resultado electoral en el estado Amazonas (en donde habían sido electos tres diputados opositores) con base a una grabación telefónica hecha pública, en la que la secretaria de la Gobernación de Amazonas, Victoria Franchi Caballero, presuntamente afirmaba haber pagado sumas de dinero por votos a favor de la MUD.
Finalmente, y luego de un choque entre AN y TSJ, los tres diputados de Amazonas fueron desincorporados de sus cargos.
Cifras que no cuadran
Tanto la convocatoria como las votaciones para la elección de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) impulsada por el presidente Maduro el año pasado levantaron cuestionamientos de todo tipo y desde diversos sectores. No obstante, contra todo pronóstico y a pesar de que en el país tenía lugar una ola de protestas, los comicios se pautaron para el 30 de julio de 2017.
Hechos varios y para muchos curiosos ocurrieron durante esta jornada, como el establecimiento por parte del CNE de centros de votación de contingencia para “garantizar el derecho al voto de todos los electores ante las acciones violentas generadas en algunos focos de la geografía nacional”, según lo explicado por el ente comicial.
De esta manera fue como el Poliedro de Caracas se habilitó para que pudiesen sufragar habitantes del municipio Chacao, Baruta, El Hatillo, entre otras zonas y parroquias capitalinas. Tan situación se replicó en Aragua, Bolívar, Barinas, Cojedes, Falcón, Lara, Sucre, Nueva Esparta, Trujillo, Mérida, Vargas y Zulia. El perímetro de seguridad en los recintos comiciales también fue ampliado de 200 metros a 500 metros para esta elección.
Una vez hechos los comicios y como era costumbre, Tibisay Lucena anunció los resultados que acreditaban a 537 constituyentes, los cuales -en palabras de la titular del Poder Electoral- habían sido electos por 8.089.320 de venezolanos, lo que representaba el 41,53 % del padrón electoral.
Las reacciones no se hicieron esperar, especialmente porque la MUD sostenía manejar cifras de participación que estaban muy por debajo de las oficializadas.
El fantasma del fraude se asomó y tomó más cuerpo el 02 de agosto cuando Antonio Mugica, el director ejecutivo de Smartmatic (empresa a cargo del sistema de votación de Venezuela), denunció en una rueda de prensa en Londres que los números de participación habían sido “manipulados” y que existía una diferencia de al menos un millón de votos entre lo anunciado por Lucena y lo emitido por el sistema automatizado. Un escándalo electoral venezolano alcanzaba en ese momento gran connotación internacional y el repudio de actores varios contra el proceso electoral fue planetario.
Caen encuestas. Tras los resultados de la Constituyente y las dudas que se cernían sobre el sistema electoral criollo, la ANC instó al CNE a convocar para el 15 de octubre de 2017 las elecciones regionales que debían realizarse en el año 2016 y que habían quedado fijadas primero para el segundo semestre de 2017 y luego para diciembre de ese año.
El primer anunció de cara a las votaciones que levantó comentarios fue el realizado por Tibisay Lucena, en el que indicó que 203 centros electorales habían sido reubicados por los actos de violencia suscitados en los comicios de la ANC. Este hecho fue criticado por la oposición, la cual argumentaba que solo se trataba de una traba y que se prestaba para alteración de resultados.
Otro acontecimiento llamativo fue la postura de la MUD con respecto a sí participar o no en el proceso. Al final los comicios se llevaron a cabo y -contrario a lo reflejado en sondeos y encuestas- el oficialismo se hizo con 18 gobernaciones en un proceso que contó con 61,14% de participación.
La oposición solo obtuvo la victoria en 5 estados: Anzoátegui, Mérida, Nueva Esparta, Táchira y Zulia. En esta última entidad, Juan Pablo Guanipa fue destituido por negarse a juramentarse ante la ANC y las elecciones se repitieron en diciembre de 2017 resultando electo un aspirante oficialista de nombre Omar Prieto, mientras Andrés Velásquez denunció “robo” en Bolívar.
Otro lío se presentó en el estado Bolívar, en donde el candidato Andrés Velásquez denunció fraude por varias irregularidades como el desalojo de testigos de mesas, retardo deliberado, manipulación de actas y alteración de huellas digitales. Según cifras del CNE, el dirigente de la Causa R obtuvo 275.184 votos (48,83%), mientras que el candidato ganador Justo Noguera, del Psuv, había sumado 276.655 sufragios (49,09%). Una diferencia de apenas 1.471 votos.
El equipo de Velásquez mostró a través de las redes sociales las supuestas actas que habían sido manipuladas y en las que se le sumarian más de 2 mil votos a Noguera, suficientes para su adjudicación. Igualmente, formalizaron la denuncia ante el CNE de la entidad.

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