El secuestro express es un delito que ha cobrado auge durante 2008. Tanto que durante el primer semestre se realizaron en Caracas 35 denuncias ante la División Antiextorsión y Secuestro del Cicpc, 13 más que las reportadas para el mismo período de 2007, trascendió extraoficialmente.
La cifra negra, según estimaron fuentes de la policía científica, es de por lo menos 85%. "Es que muchos no denuncian por miedo a represalias, por eso no tenemos una data real que nos permita tener certeza de cuántos podrían haber ocurrido", dijo un funcionario.
Sin embargo, hay víctimas que explican que no es que se nieguen a denunciar sino que, en distintas dependencias, los funcionarios no toman la denuncia y ni siquiera los remiten a la División Antiextorsión y Secuestro del Cicpc. Así les ocurrió a los padres de un joven que fue víctima de un secuestro express. Cuando liberaron a su hijo, el hombre decidió denunciar y pasó por tres delegaciones y en ninguna, según dijo, le tomaron la denuncia ni tampoco lo remitieron a la División Antiextorsión y Secuestro. Así que desistió y lo que le pasó a su hijo quedó en el rubro de las cifras negras.El secuestro del joven
Un martes de junio, al muchacho y a un amigo, según relató su madre -los nombres no serán revelados por temor de los protagonistas a futuras represalias-, los interceptaron en una calle de Prados del Este.
Un rústico se les atravesó y los obligó a detenerse. A los dos jóvenes se los llevaron en esa camioneta y uno de los maleantes se llevó el vehículo donde iban los jóvenes.
Los retuvieron durante dos horas. En ese tiempo, los secuestradores sólo se quedaron con uno de los jóvenes. A su familia la comenzaron a llamar una hora después de consumarse el secuestro.
La primera pregunta que le hicieron a la mujer: "¿Ustedes tienen algún tipo de contacto con el Gobierno y con policías?", ella les dijo que no.
Luego el secuestrador les dijo el monto que pedían por la liberación y remató asegurándoles: "Yo no tengo ningún problema en matar a su hijo, así que pague". Trancaron anunciando un siguiente contacto.
Durante una hora estuvieron negociando, hasta que los hampones se dieron cuenta de que la familia no tenía dinero y dejaron libre al joven. "Obviamente eran jóvenes sin experiencia y menos mal", dijeron los miembros de la familia.
Según funcionarios de la policía científica, estos son grupos de improvisados que usualmente no se dedican a este delito. Según los investigadores, la banda que lidera el delito en Caracas son maleantes de clase media y se autodenominan "Los Invisibles".
Son unos 10 jóvenes que se dedican al secuestro express. Todos de clase media. Ellos tratan a sus víctimas con la mejor de las atenciones. Las llevan a sitios cómodos -todos ubicados en Los Teques- y las dejan ver televisión, les facilitan películas, videos y comida, según la preferencia del secuestrado.
La cifra negra, según estimaron fuentes de la policía científica, es de por lo menos 85%. "Es que muchos no denuncian por miedo a represalias, por eso no tenemos una data real que nos permita tener certeza de cuántos podrían haber ocurrido", dijo un funcionario.
Sin embargo, hay víctimas que explican que no es que se nieguen a denunciar sino que, en distintas dependencias, los funcionarios no toman la denuncia y ni siquiera los remiten a la División Antiextorsión y Secuestro del Cicpc. Así les ocurrió a los padres de un joven que fue víctima de un secuestro express. Cuando liberaron a su hijo, el hombre decidió denunciar y pasó por tres delegaciones y en ninguna, según dijo, le tomaron la denuncia ni tampoco lo remitieron a la División Antiextorsión y Secuestro. Así que desistió y lo que le pasó a su hijo quedó en el rubro de las cifras negras.El secuestro del joven
Un martes de junio, al muchacho y a un amigo, según relató su madre -los nombres no serán revelados por temor de los protagonistas a futuras represalias-, los interceptaron en una calle de Prados del Este.
Un rústico se les atravesó y los obligó a detenerse. A los dos jóvenes se los llevaron en esa camioneta y uno de los maleantes se llevó el vehículo donde iban los jóvenes.
Los retuvieron durante dos horas. En ese tiempo, los secuestradores sólo se quedaron con uno de los jóvenes. A su familia la comenzaron a llamar una hora después de consumarse el secuestro.
La primera pregunta que le hicieron a la mujer: "¿Ustedes tienen algún tipo de contacto con el Gobierno y con policías?", ella les dijo que no.
Luego el secuestrador les dijo el monto que pedían por la liberación y remató asegurándoles: "Yo no tengo ningún problema en matar a su hijo, así que pague". Trancaron anunciando un siguiente contacto.
Durante una hora estuvieron negociando, hasta que los hampones se dieron cuenta de que la familia no tenía dinero y dejaron libre al joven. "Obviamente eran jóvenes sin experiencia y menos mal", dijeron los miembros de la familia.
Según funcionarios de la policía científica, estos son grupos de improvisados que usualmente no se dedican a este delito. Según los investigadores, la banda que lidera el delito en Caracas son maleantes de clase media y se autodenominan "Los Invisibles".
Son unos 10 jóvenes que se dedican al secuestro express. Todos de clase media. Ellos tratan a sus víctimas con la mejor de las atenciones. Las llevan a sitios cómodos -todos ubicados en Los Teques- y las dejan ver televisión, les facilitan películas, videos y comida, según la preferencia del secuestrado.