LA PAZ (Reuters) - El presidente Evo Morales aseguró el miércoles que la resistencia de varios gobernadores y líderes regionales no impedirá la aprobación de la nueva Constitución indigenista-socialista de Bolivia en un referendo el 25 de enero.
El mandatario indígena expresó también optimismo por su aspiración a la reelección en diciembre del 2009, en una conferencia de prensa al día siguiente de promulgar una ley arduamente negociada en el Congreso para dar paso a un referendo constitucional.
El cambio constitucional, una exigencia de casi dos décadas de movimientos populares que Morales convirtió en su bandera política, dará más poder a los indígenas, prohibirá los latifundios, reconocerá autonomías y consolidará un modelo económico controlado por el Estado.
"Yo sé que (la nueva Constitución) va a ser aprobada, no sé con qué porcentaje, y desde ahora el Gobierno nacional va preparándose para aplicarla", dijo el mandatario, quien renunció a una eventual segunda reelección para facilitar el acuerdo político sobre el referendo.
El referendo fue convocado al cabo de una larga disputa, que pasó por violentas protestas opositoras en septiembre, con saldo de una veintena de muertos, y culminó con una multitudinaria marcha y una vigilia frente al Congreso encabezada por el mismo Morales, que precipitaron el acuerdo político sobre la consulta.
Morales señaló que a la campaña por el Sí a la nueva carta magna terminarán sumándose importantes sectores de la oposición que participaron en el pacto político así como líderes regionales que lucharon por las autonomías, finalmente incorporadas en el proyecto constitucional.
Sobre el adelanto de las elecciones para diciembre del 2009, recortando en un año el actual mandato del Gobierno y el Congreso, Morales dijo que fue una de las últimas disputas con la derecha que se opuso al cambio constitucional iniciado en el 2006 en una Asamblea Constituyente dominada por el oficialismo.
El gobernante, quien fue ratificado hace menos de tres meses con más de 67 por ciento de votos en un referendo, reveló que la oposición conservadora no quería elecciones en junio del 2009, como planteó el Gobierno, y aceptó finalmente que sean en el siguiente diciembre, con la esperanza de recuperar fuerzas.
"Lo que están diciendo es que hasta diciembre del 2009 el Evo va a llegar totalmente destrozado (...) pero quiero decir a la oposición que vamos a prepararnos, nuestro plan es llegar a diciembre del 2009 con más fuerza", dijo Morales.
Apuntó que hace poco más de una década comenzó su carrera política sin recursos económicos, como dirigente de los productores de coca de la región de Chapare, y que ahora, en cambio, tiene el apoyo de movimientos sociales e intelectuales.
"De algo que no estaba convencido y ahora sí es que podemos ser factor de unidad de todos los sectores sociales", añadió.
OPOSICION DIVIDIDA
En el rico distrito oriental de Santa Cruz, cabeza del movimiento autonómico regional, el Comité Cívico llamó a rechazar el cambio constitucional y el gobernador de esa región, Rubén Costas, convocó a la oposición a reactivar un "frente amplio" contra la reelección de Morales.
Los gobernadores de los otros dos departamentos autonomistas, Tarija y Beni, no confirmaron si harán campaña abierta por el No a la nueva carta magna.
En otros cinco departamentos con gobernadores oficialistas el cambio no tendría grandes dificultades, según analistas, y se consideraba incierta la situación del noveno departamento, Chuquisaca, que fracasó en su intento de aprovechar el proceso para trasladar el Gobierno nacional a su capital Sucre.
El cruceño presidente del Senado, Oscar Ortiz, de la alianza derechista Podemos, admitió que su bancada se dividió a la hora de la votación en el Congreso, permitiendo que haya más de los dos tercios necesarios para convocar al referendo.
Pero dos destacados senadores occidentales de la misma agrupación, Luis Vásquez y Carlos Bohrt, apoyaron la nueva carta magna advirtiendo que los líderes cruceños quedaron en la disyuntiva de "votar por el sí a una nueva Constitución con autonomías o quedarse con la vieja Constitución sin autonomías".
El jefe del partido centrista opositor Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, anunció por su parte que hará campaña por el Sí a la nueva Constitución.
El mandatario indígena expresó también optimismo por su aspiración a la reelección en diciembre del 2009, en una conferencia de prensa al día siguiente de promulgar una ley arduamente negociada en el Congreso para dar paso a un referendo constitucional.
El cambio constitucional, una exigencia de casi dos décadas de movimientos populares que Morales convirtió en su bandera política, dará más poder a los indígenas, prohibirá los latifundios, reconocerá autonomías y consolidará un modelo económico controlado por el Estado.
"Yo sé que (la nueva Constitución) va a ser aprobada, no sé con qué porcentaje, y desde ahora el Gobierno nacional va preparándose para aplicarla", dijo el mandatario, quien renunció a una eventual segunda reelección para facilitar el acuerdo político sobre el referendo.
El referendo fue convocado al cabo de una larga disputa, que pasó por violentas protestas opositoras en septiembre, con saldo de una veintena de muertos, y culminó con una multitudinaria marcha y una vigilia frente al Congreso encabezada por el mismo Morales, que precipitaron el acuerdo político sobre la consulta.
Morales señaló que a la campaña por el Sí a la nueva carta magna terminarán sumándose importantes sectores de la oposición que participaron en el pacto político así como líderes regionales que lucharon por las autonomías, finalmente incorporadas en el proyecto constitucional.
Sobre el adelanto de las elecciones para diciembre del 2009, recortando en un año el actual mandato del Gobierno y el Congreso, Morales dijo que fue una de las últimas disputas con la derecha que se opuso al cambio constitucional iniciado en el 2006 en una Asamblea Constituyente dominada por el oficialismo.
El gobernante, quien fue ratificado hace menos de tres meses con más de 67 por ciento de votos en un referendo, reveló que la oposición conservadora no quería elecciones en junio del 2009, como planteó el Gobierno, y aceptó finalmente que sean en el siguiente diciembre, con la esperanza de recuperar fuerzas.
"Lo que están diciendo es que hasta diciembre del 2009 el Evo va a llegar totalmente destrozado (...) pero quiero decir a la oposición que vamos a prepararnos, nuestro plan es llegar a diciembre del 2009 con más fuerza", dijo Morales.
Apuntó que hace poco más de una década comenzó su carrera política sin recursos económicos, como dirigente de los productores de coca de la región de Chapare, y que ahora, en cambio, tiene el apoyo de movimientos sociales e intelectuales.
"De algo que no estaba convencido y ahora sí es que podemos ser factor de unidad de todos los sectores sociales", añadió.
OPOSICION DIVIDIDA
En el rico distrito oriental de Santa Cruz, cabeza del movimiento autonómico regional, el Comité Cívico llamó a rechazar el cambio constitucional y el gobernador de esa región, Rubén Costas, convocó a la oposición a reactivar un "frente amplio" contra la reelección de Morales.
Los gobernadores de los otros dos departamentos autonomistas, Tarija y Beni, no confirmaron si harán campaña abierta por el No a la nueva carta magna.
En otros cinco departamentos con gobernadores oficialistas el cambio no tendría grandes dificultades, según analistas, y se consideraba incierta la situación del noveno departamento, Chuquisaca, que fracasó en su intento de aprovechar el proceso para trasladar el Gobierno nacional a su capital Sucre.
El cruceño presidente del Senado, Oscar Ortiz, de la alianza derechista Podemos, admitió que su bancada se dividió a la hora de la votación en el Congreso, permitiendo que haya más de los dos tercios necesarios para convocar al referendo.
Pero dos destacados senadores occidentales de la misma agrupación, Luis Vásquez y Carlos Bohrt, apoyaron la nueva carta magna advirtiendo que los líderes cruceños quedaron en la disyuntiva de "votar por el sí a una nueva Constitución con autonomías o quedarse con la vieja Constitución sin autonomías".
El jefe del partido centrista opositor Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, anunció por su parte que hará campaña por el Sí a la nueva Constitución.
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