HONG KONG (Reuters) - Las bolsas de Asia subieron el martes a un máximo de un mes, mientras los bancos extendían sus ganancias gracias a las esperanzas de que el sistema financiero mundial se esté estabilizando, a pesar de reportes que muestran que la economía de Estados Unidos ha empeorado.
El dólar subió un poco frente al euro y al yen, mientras los bonos del Tesoro de Estados Unidos se mantenían estables, esperando noticias sobre si la Reserva Federal comprará deuda del Gobierno para estimular a la economía.
Barclays Plc dijo el lunes que había tenido un firme comienzo de año, haciendo eco de comentarios optimistas en las últimas semanas de Citigroup, JPMorgan y Bank of America, ayudando al sector financiero a brindar uno de los mayores impulsos a las acciones regionales.
"Aún no nos podemos relajar realmente, debido a que no conoceremos los detalles completos de estos ingresos hasta que salgan los resultados trimestrales y aún hay mucha incertidumbre", dijo Takashi Ushio, jefe de la división de inversiones estratégicas de Marusan Securities en Japón.
El rebote ha puesto en una difícil situación a los inversores que apostaron contra las acciones, obligándolos a recomprar papeles, pero los analistas están divididos sobre si la remontada se puede sostener sin una amplia recuperación de la confianza de los inversores.
El índice MSCI de acciones de Asia Pacífico fuera de Japón subió por tercer día, ganando un 1,75 por ciento hasta un máximo de un mes, con los sectores de materiales, financiero y de consumo básico brindando el mayor respaldo.
El índice Nikkei de Japón subió un 3,2 por ciento a su mayor cierre desde el 9 de febrero, en medio de fuertes ganancias de las acciones de bancos. En base a un recuento de 20 días, la respetable ganancia de un 4 por ciento del Nikkei ha sido mejor que la pérdida de un 0,3 por ciento de las bolsas europeas y de la caída de un 2,6 por ciento en las acciones de Estados Unidos.
Wall Street puso fin a una racha de ganancias de cuatro días durante la noche, después de que American Express Co dijo que las tasas por mora de sus tarjetas de crédito habían subido el mes pasado, poniendo en evidencia el fuerte costo que la crisis financiera ha tenido en los consumidores de Estados Unidos.
La producción industrial de Estados Unidos cayó a su nivel más bajo en casi siete años en febrero, mientras que las manufacturas del estado de Nueva York disminuyeron aún más este mes, según mostraron datos el lunes.
BANCOS CENTRALES CONSIDERAN COMPRA DE BONOS
Los bonos del Tesoro de Estados Unidos se mantuvieron en gran parte sin variación de cara a una reunión de decisión de políticas de dos días de la Reserva Federal que comenzó el martes.
El rendimiento de los bonos a 10 años ha sido incapaz de superar el 3 por ciento, luego de cuatro intentos en los últimos meses, con los inversores preguntándose si la Fed pronto comenzará a comprar papeles del Tesoro para hacer bajar aún más las tasas en otros mercados.
Su rendimiento es actualmente de un 2,97 por ciento.
El economista de Goldman Sachs Ed McKelvey aún cree que la Fed se alejará de esa opción por el momento porque lo peor de la reducción del consumo podría haber pasado, los mercados bursátiles han mejorado recientemente y recientes comentarios de funcionarios de la Fed han sugerido lo contrario.
El Banco de Japón tiene previsto discutir si aumenta sus compras de deuda gubernamental en una reunión de dos días que concluye el miércoles, pero los participantes del mercado estaban inseguros respecto a si el banco central tomará esa decisión esta semana.
La compra abierta de bonos gubernamentales es una de las opciones de políticas no ortodoxas a las que algunos bancos centrales, como el Banco de Inglaterra, han recurrido porque ya han recortado sus tasas de interés a casi cero.
El euro repuntó contra el dólar estadounidense, luego del máximo en cinco semanas que alcanzó el día anterior y avanzó un 0,4 por ciento a 1,3016 dólares frente a un techo de 1,3072 dólares de la jornada anterior.
Los comentarios positivos de bancos comerciales han mejorado la confianza entre los inversores y estimulado su apetito por riesgo, aunque el escepticismo sigue siendo amplio.
El oro cayó un 0,5 por ciento a 918,50 dólares la onza en el mercado al contado, descendiendo mientras el repunte bursátil ganaba fuerza.
El crudo estadounidense para la entrega de abril cayó un 0,4 por ciento a 47,16 dólares el barril. Desde el comienzo del año, el petróleo ha rebotado en un rango de 50 dólares a poco menos de 40 dólares.
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