Álvaro Vargas Llosa: La culpa es de Zelaya

ND.- Según un articulo que publicó esta tarde Álvaro Vargas Llosa en el Washigton Post, la culpa de lo que pasó en Honduras el domingo pasado resta enteramente en el ex presidente Zelaya.

Dice Vargas Llosa: “Cada vez que un grupo de soldados irrumpe en el palacio presidencial, apresa al presidente y lo monta en un avión hacia el exilio, como pasó en Honduras el domingo pasado, se está en presencia de un golpe. Pero, a diferencia de la mayoría de los golpes en América Latina, el depuesto presidente Manuel Zelaya es el mayor responsable de su salida del poder.”

Vargas Llosa recuerda que Zelaya tomó el poder en el 2006 a nombre de un partido de centro derecha y con una plataforma que apoyó el Tratado de Libre Comercio de su país con los Estados Unidos.

“Pero, de repente, en el 2007, Zelaya se declaró socialista y comenzó a establecer lazos con Venezuela. En diciembre de ese año, incorporó a Honduras a Petrocaribe, un mecanismo propuesto por Chávez para intercambiar subsidios petroleros a cambio de apoyo político. Posteriormente, el gobierno se unió al ALBA, supuestamente un mecanismo comercial pero que busca extender la dictadura populista al resto de América Latina.”

“En el 2008, Zelaya anunció, siguiendo el mismo plan de Chávez en Venezuela, Morales en Bolivia y Correa en Ecuador, que llevaría adelanta un referéndum para una asamblea nacional constituyente que cambiaría la constitución para permitir la reelección. En los meses subsiguientes, todos las instituciones legales de Honduras - el Tribunal Electoral, la Corte Suprema, el Fiscal General y el Defensor de los Derechos Humanos- declararon que el referéndum era ilegal. De acuerdo con los artículos 5, 373 y 374 de la Constitución Hondureña, la reelección no es posible bajo ninguna circunstancia y solamente el Congreso puede modificar la propia Constitución.”

“Este es este contexto en el que los militares, siguiendo una mala conseja que convirtió a un perfecto mecanismo legal en un golpe, exiliaron al presidente. El hecho de que los procedimientos constitucionales fueron subsecuentemente seguidos para nombrar como presidente interino al presidente del Congreso y que han sido programadas las elecciones presidenciales para noviembre, no es suficiente para disipar la duda de ilegitimidad que se cierne sobre el nuevo gobierno. Este factor ha desarmado a los críticos de Zelaya a nivel internacional al mismo tiempo que se desarrollaba una campaña coordinada por Chávez para reinstalar a Zelaya y denunciar el golpe como un asalto de las oligarquías a la democracia.”

“Dicho esto, la respuesta internacional, que busca reinstalar a Zelaya sin entrar en los actos ilegales que cometió, ha sido enteramente equivocada.”

Dice Vargas Llosa: “La OEA, en boca del Secretario General Insulza, ha actuado como el perro faldero de Venezuela. Bajo la petición de Chávez, Insulza participó en la reunión del grupo antidemocrático del ALBA que se convirtió en el foco de atención posterior al golpe. Insulza y otros presidentes populistas no dijeron nada sobre la conducta dictatorial de Zelaya previa a los eventos del domingo, lo que sirvió para reiterar la postura autocomplaciente de Venezuela.

Los esfuerzos de varios países, incluyendo los Estados Unidos y muchos países latinoamericanos, para agregar a las declaraciones públicas alguna referencia a esas conductas de Zelaya fueron neutralizadas por el espectáculo que se llevó a cabo en Managua, evento que fue reportado por la mayoría de los medios de habla hispana. Es triste ver a Insulza recordar la Carta Democrática para Honduras cuando Chávez, Morales, Correa y Ortega en Nicaragua la han violado numerosas veces mientras la OEA mirada a otro lado.

“La crisis en Honduras debe llamar la atención sobre lo que es América Latina hoy: La más grave amenaza a la libertad proviene de presidentes populistas que quieren utilizar las instituciones de sus países para llevar adelante sus designios megalómanos. Dado este escenario, la respuesta del hemisferio a la crisis de Honduras ha socavado a aquellos que están tratando de prevenir que los populistas tomen control de la región cuando son obligados a escoger entre las revoluciones de izquierda y las dictaduras militares.”