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lunes, 8 de febrero de 2010

Editorial


PASIÓN CUBANA

Pareciera que el régimen ante la poca presencia de nativos “revolucionarios”, pretendieron armar su “heroísmo” con figuras importadas, en este caso con la traída de un provecto general, casi disecado, desde la Habana; pero según dijo Alí Rodríguez ya lo devolvieron. Nunca pudieron por mérito propio escoger a sus representantes y recurrieron al sobrado de la vieja izquierda venezolana; de los tira piedras, quema cauchos, encapuchados, quienes ahora descuellan en posiciones destacadas en el gobierno. Y así procuran resolver los problemas nacionales con gente sin ninguna preparación. O posiblemente, si algo saben, es apropiarse de lo ajeno, en eso han resultado expertos y se convirtieron en empresarios, y comenzaron a darle vueltas al mundo burgués con sus comodidades y lujos, lo lamentable es que el dinero que gastan no es de ellos, sino de todos los venezolanos, y han dejado al país desvalijado con sus francachelas y regalos. Cómo les gusta la golilla y una comisión, después que criticaron tanto a los adecos y copeyanos de quienes se decía, que con un 10% se solucionaba todo. Actualmente es al revés se roban todo y no dejan vestigios de haber hecho algo. Ese calvario será el testimonio que dejará esta “revolución” que asola con el país, y logró agrupar la mayor escoria social en complicidad con algunas individualidades agitadoras del pasado. Entre choros y encapuchados se expande nuestra política sin un halito de decencia. Qué le pueden pedir a estos señores sin conducta “revolucionaria”, que no llegaron a pasar por los cursos de capacitación política, que antes se implementaban para la militancia, ni conocen del marxismo más de lo que les inspira su líder, quien rozna la mayoría de sus “apodícticos” clásicos hoy en desuso.
No tuvieron militancia ni participaron en un comité de base de las extintas juventudes del MIR o comunista. Salieron de la nada, sin rótulo de fábrica que los acreditara de haber hecho algo en la vida. Puras casualidades se encuentran planificando el futuro de Venezuela, y para solucionar la crisis de electricidad, traen a un cubano comunista que como cosa propia no saben nada de nada, quedándose en el pasado de las ciencias naturales y no naturales, pero pertenecen a la ominosa “revolución cubana;” hay alguien en nuestro país que le pica algo hondo y recóndito, cuando se trata de los “revolucionarios” cubanos, y que también pretendió solucionar el problema de la salud en Venezuela importando camilleros de la ínsula soñada. Fue Barrio Adentro, hoy controvertido y convertido en desechos lo que le vendieron al pueblo venezolano como razón muy especial para poner la atención médica al servicio del “vulgo”. Pero nada bueno pasa con estos insulares que nos trasladan, que no sea espiarnos e irse apropiando poco a poco de nuestra recordada y entristecida Patria. A la que vemos cada vez más difuminarse sin que nos quede otro deseo que remitirle con abatimiento ¡Paz a sus restos!! Cómo ponen en las notas mortuorias

1 comentario:

  1. Excelente Editorial, Francisco, felicitaciones a tí y a todo el equipo que labora contigo. Un abrazo. Teresa Coraspe.

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